40. SAN MUNGO

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- Fred ... - La voz de Rasa me saca de mis pensamientos. - Debes descansar. Vete a casa, llevas 4 días aquí sin apenas salir lo necesario. Si ella despierta seré yo misma la que vaya a buscarte para traerte hasta aquí. Te lo prometo.

- Estoy bien, gracias. - Es lo único que alcanzo a decirle a la morena que se encuentra de pie justo a mi lado.

Rasa desiste en su intento por convencerme, dándose por enterada de que no me moveré de aquí, no sin que ella despierte antes, y decide marcharse de la habitación.

No puedo dejar de mirarla. A pesar de las heridas que cubren su cuerpo, de esa cicatriz que cruza su pómulo derecho, sigue siendo igual de hermosa. Aunque soy consciente de que en su interior nada volverá a ser como antes.

Ya es de noche y el sueño comienza a apoderarse de mi. En ese momento noto como alguien coloca su mano sobre mi hombro, haciendo así que me sobresalte.

- George, pensé que no vendrías hasta mañana.

Mi gemelo coge una silla y se sitúa justo al otro lado de la camilla, quedando enfrente de mi.

- ¿Crees que a mi no me duele verla así? - Dice acariciando el rostro de Saeli. - Pero hazme caso, dudo mucho que lo primero que quiera ver al despertar sea tu cara pálida y cubierta por esas ojeras. - Añade en tono burlón en un vano intento por hacerme reír.

- Así que te envía Rasa ¿verdad? - Digo devolviendo le la sonrisa.

- Le dije que sería inútil, que no te moverías de aquí aunque tuvieses un aspecto horrible.

- Iré a casa, comeré algo, me ducharé y regresaré enseguida. Prométeme que te quedarás con ella, no tardaré mas de una hora.

Mi hermano asiente mientras suelta una risa triunfante. Estoy seguro de que Rasa se sentirá orgullosa de él. Ese pensamiento me hace esbozar una leve sonrisa.

Antes de salir de la habitación del hospital, le doy un beso en la frente a Saeli. El dulce aroma a vainilla que desprende su cuerpo me reconforta un poco.

- Despierta pequeña, tienes que hacerlo por mi. - Le susurro antes de marcharme.

Camino cabizbajo por los pasillos del hospital, sin poder quitarme de la cabeza las imágenes de aquella noche, esas que tanto me atormentan. Solo el recordar a George volando por los aires, sin saber si se encontraba bien o estaba herido; o la imagen de Rasa abrazada a él mientras veía arder su casa; o a Saeli rota entre mis brazos, gritando, llorando y rogando que eso no fuese real ... Me está matando. Los escalofríos recorren mi cuerpo confirmándome que todo aquello sucedió.

- Weasley. - Su voz me sobresalta. No puede ser él.

- ¿Qué haces aquí? - Le increpo con una repentina furia en mi voz.

- No vengo a pelear contigo. Necesito saber como está, por favor. - Observo su cara y me sorprende ver la rojez en sus ojos y su rostro más pálido de lo normal. Ha estado llorando.

- Sigue sin despertar. - Mi voz se quiebra al confesarle a Draco el estado de la chica. - Los médicos dicen que es cuestión de poco tiempo que lo haga. Entró en coma debido al terrible shock emocional que sufrió.

En otras circunstancias hubiese echado a ese maldito Slytherin a patadas del hospital, pero la agonía en su rostro me lo impide.

En ese momento Malfoy se desploma sobre el asiento de la sala de espera y cubre su rostro entre las manos. Me siento junto a él, intentando comprender el motivo de sus lágrimas

- La quiero ¿sabes? Nunca quise hacerle daño.

- Ella para ti solo era un juego Malfoy. La engañaste. - La rabia vuelve a adueñarse de mi.

- Nunca fue un juego. - Dice el rubio clavando sus ojos enrojecidos en mi. - Tomé la decisión mas dura de mi vida. Estábamos enamorados, y sabía que si le decía de dejarlo de la noche a la mañana sin mas explicación, ella no lo iba a permitir. Mi padre se volvió loco al enterarse de que yo estaba saliendo con una "sangre sucia" y juró que si no me alejaba de ella, Saeli lo pagaría muy caro. ¿Sabes lo qué es romperle el corazón a la persona que amas sabiendo que tú estás dentro de él? ¿Sabes lo qué es verla llorar y no poder consolarla? ¿Sabes lo que duele no poder decirle la verdad? - Malfoy escupe aquellas palabras con una mezcla de rabia, desesperación y dolor. Demasiado de lo último.

Abro los ojos todo lo que puedo. La sorpresa invade mi cuerpo, como si me acabasen de revelar el secreto de la eterna juventud. La ama, y se que dice la verdad.

- Se lo que sientes por ella Fred. Como la miras o como la cuidas. Se que la amas tanto como yo. ¿Qué hubieses hecho tú en mi lugar?

Las palabras desaparecen de mi boca dejándome completamente mudo. ¿Como narices sabe lo que siento por ella? Realmente Malfoy la quiere, y aunque es difícil de entender, hizo lo que creyó mejor para ella. Aún así no puedo olvidar como regresó Saeli tras la ruptura, lo infeliz que era.

- Hubiese luchado por ella. - Digo eso levantándome y alejándome de allí.

- Weasley... Prometeme que jamás le contarás a nadie nada de esto. - Dice él haciéndome parar en seco.

Ni siquiera me doy la vuelta para mirarlo. Simplemente me limito a asentir con la cabeza en señal de conformidad y me marcho de aquel lugar.

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- ¿Se ha ido? - Pregunto al entrar en la habitación y encontrar solo a George junto a mi hermana.

Veo como él coge la mano de Saeli con una dulzura increíble y no puedo evitar sentir un gran dolor al darme cuenta de que ahora él tendrá que ser su hermano mayor, el que cuide de ella.

- Si, hace una hora mas o menos, pero no tardará mucho en regresar. Ya sabes lo testarudo que es, y debemos admitir que bastante sacrificio hace marchándose, aunque tan solo sea rato.

- Me duele tanto verla así.

Pequeñas lágrimas comienza a recorrer mi rostro al mirar el cuerpo de mi hermana rodeado de cables y máquinas que no paran de pitar. En ese momento George se levanta y rodea mi cuerpo con sus brazos, dejándome reposar mi cabeza en su pecho.

- Se que es difícil Rasa, pero ahora tú debes de ser fuerte por ella. - Dice él mientras seca mis lágrimas.

- ¿Y si no quiere despertar George? ¿Y si lo que quiere es marcharse para siempre? ¿Y si ella decide dejarme totalmente sola? Despertará huérfana, y me aterra la idea de pensar que no quiera hacerlo.

Mi corazón se encoge tan solo con imaginarlo. Las dos lo perdimos todo aquella noche, pero ella es lo único que me queda y pienso luchar por salir adelante las dos juntas. Con la muerte de mis padres se me ha concedido la custodia de Saeli al ser ella menor de edad.

- Lo harás genial. Cuidarás de tu hermana y todos te ayudaremos ha hacerlo. - Dice George depositando un pequeño beso en mis labios y haciéndome flotar por un segundo. - Te quiero.

- Yo también te quiero, George Weasley.

Hace unas semanas que George y yo decidimos intentar algo. Él me transmite tanta tranquilidad que siento que cada día lo necesito mas. Pero lo cierto es que nunca nos habíamos dicho lo que sentíamos. Por eso escucharle decir que me quiere, me hace inmensamente feliz entre todo este caos que me rodea.

- Por fin. Ya era hora de que decidieseis dar el paso. - Dice Fred soltando una risita detrás nuestra. Ni siquiera me he dado cuenta de cuando ha aparecido.

- Apenas te ha dado tiempo a descansar Freddie. - Le digo con tono de preocupación y sin darle importancia al hecho de que me haya visto besando a su hermano.

- Ya he estado demasiado tiempo alejado de ella Rasa, no me pidas mas por favor.

Noto la suplica en su voz y no le insisto más. Se que no volverá a alejarse de ella hasta que despierte.

La pequeña de una familia muggle. (DRACO/FRED) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora