17. LA VISITA

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Abro los ojos y me encuentro algo desubicada. ¿Donde estoy? Miro al lado y veo a Draco, entonces recuerdo todo lo sucedido la noche anterior.

Lo contemplo mientras duerme y no puedo parar de pensar que él se ha llevado mi virginidad. Que le he entregado mi tesoro mas intimo. Y no me arrepiento, al contrario, me siento la chica mas afortunada del mundo.

Caigo en que me encuentro totalmente desnuda. Me levanto muy despacio para poder vestirme cuando él abre los ojos. ¡Que vergüenza!. Cojo la ropa corriendo y me tapo con ella.

- Buenos días princesa. - Dice él sonriendo y con su torso desnudo. Y he de admitir que a mi se me cae la baba.

- Buenos días. - Me pongo la ropa interior y me acerco a darle un beso. - Vistete, es tardisimo.

- ¿No me vas a dejar admirar la belleza de tu cuerpo desnudo? - Dice él con una sonrisa picara.

- Oh venga ya Draco, bastante vergonzoso es esto jajajaja - Le digo mientras le lanzo la camisa a la cara.

Ya nos hemos vestido los dos y recogido el desastre que montamos ayer. Salimos de la habitación y me coge de la mano mientras bajamos a la sala común.

Justo cuando estamos terminando de bajar me quedo paralizada. Sentado en el sofá de la sala común se encuentra el señor Malfoy, con su larga cabellera rubia, observándonos. Caigo en que Draco me sujeta la mano y la suelto corriendo.

- Draco, ven aquí. - Dice él con el rostro impasible.

- Te espero en el gran comedor. - Le digo a Draco mirándolo a los ojos.

No lo beso, no delante de su padre. Bastante problema le ocasionará el hecho de que nos haya visto cogidos de la mano.

- Adiós señorita... Linamo. - Dice Lucious Malfoy, con una voz tan fría que me hiela la sangre.

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Mierda, acabo de darme cuenta de que por los nervios de salir de alli no he cogido otra ropa. Muy bien Saeli, al resto del colegio le encantará verte desayunando un sábado vestida de gala. ¿Cómo puedo tener tan mala suerte?

Entro al comedor y los silbidos y murmullos no tardan en aparecer. Tierra tragame.

Me siento con Ron, Harry y Hermione que, obviamente, no tardan en preguntar.

- Vaya vaya, ¿donde vas tan arreglada Saeli? - Dice Harry sin quitarme los ojos de encima.

- Mejor dicho ¿de donde vienes? - Ríe Hermione.

- Oh venga, no seáis cotillas ... Vengo de estar con Draco...

Me pongo como un tomate, lo noto en mis mejillas.

Ron se limita a silbarme y a reírse, para luego añadir:

- A si que ya eres toda una "mujercita" ¿no?

- ¡Cállate Ronald! O juro que te callaré yo. - Lo digo amenazándolo, pero no puedo evitar soltar una carcajada, a la cual se unen mis amigos.

- Ya enserio Saeli, Fred estuvo buscándote ayer ... - Dice Ron.

- ¿Fred?

Me cuesta creerlo. Lo cierto es que desde que sucedió la pelea entre él y Draco, no he vuelto a verle. Las únicas noticias que tuve de él es que estuvo una semana ingresado tras haberse roto las muñecas con el conjuro que le mando Draco.

Me pongo tan nerviosa que hasta siento ganas de vomitar. Bastante me cuesta asumir que he perdido a mi mejor amigo, como para ahora tener que aguantar una reprimenda por lo que hizo mi novio.

Me marcho al baño de prefectos, es un sitio tranquilo y un baño me vendrá genial. Me encanta este lugar, es perfecto para relajarte.

Me meto en la "piscina" que se sitúa en el centro del baño. El agua esta caliente y en un segundo me encuentro totalmente hipnotizada por las burbujas que salen del fondo.

Casi me da un infarto cuando Draco se tira de cabeza al agua.

- Hermione me dijo que estabas aquí. - Dice él emergiendo.

- Me has asustado tonto. - Le digo justo antes de sumergirlo bajo el agua de nuevo.

No he conseguido quitarme de la cabeza en toda la mañana la imagen del señor Lucius.

- ¿Qué tal con tu padre?

- Bueno, no ayudó mucho el que nos viese cogidos de la mano. No te preocupes pequeña, no le des vueltas. - Dice él intentando tranquilizarme. - Quería hablar contigo.

Mierda, me va a sacar el tema de anoche, seguro.

- Fue perfecto. - Me adelanto.

- ¿De verdad? Quiero que sepas que en ningún momento quise que lo pasases mal, o hacerte daño ... Intenté hacerlo lo mejor que pude. Solo quería que fuese especial... - Noto como empieza a ponerse colorado.

- Ha sido lo mas bonito que he hecho en mi vida Draco. Confía en mi.

Me sobresalto al escuchar un ruido justo detrás de nosotros. Me giro corriendo y veo a un elfo. ¿Esto que es? ¿De quien es?

- Oh venga Dobby, un poco de intimidad ¿no crees? - dice Draco riendo.

- Dobby no quiso molestar al amo. Doby malo, doby malo. -Empieza el pequeño elfo a repetirse una y otra vez.

- Esto, Draco. ¿Me puedes explicar que pasa?

- Verás Saeli, mi padre ha tenido la "increible" idea de que me vendría bien la "compañia" de Dobby, el elfo domestico de mis padres. - Dice él intentando explicarse de la mejor manera posible.

- Osea, que tienes niñero. - Le digo sin poder parar de reir.

Draco comienza a perseguirme por toda la piscina hasta que consigo escapar y salgo de ella. Entonces es cuando me doy cuenta de que estoy completamente desnuda y de que él no me quita los ojos de encima.

-¡ Para baboso ! - Le digo mientras me tapo con la toalla.

La pequeña de una familia muggle. (DRACO/FRED) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora