La pequeña de una familia muggle. (DRACO/FRED)

25. VERDADES

- Estoy bien George. Como bien has dicho, todo, después de un tiempo, deja de doler. - dice Saeli antes de dejar la enfermería.

Me giro hacia Fred y camino hacia su cama. Tiene la vista fija en la pared de enfrente y la mandíbula apretada.

-Freddie...

-No, cállate George. Cállate. - Dice cortante.

Frunzo el ceño y le doy una colleja.

- ¡Ay!

- Cállate tú, Fred. Me vas a oir: que sea la última vez que te peleas con alguien. Y más aún si es sin mi. Te han roto la nariz, pero ¿y si te hubiera atacado con magia? Sabes que Malfoy es experto en hechizos para hacer daño. O si no, recuerda cuando te partiste ambas muñecas.

Fred calla, humillado. Sabe que tengo razón y que buscar a Malfoy así ha sido un error.

- Tú me dejaste ir sabiendo que iría a por él. - Rebate.

-Porque suponía que sería solo para discutir. ¿Qué dijo para que te pusieras así?

-Insinuó que Saeli y él habian... ya sabes.

-Anda, pues claro. Estaban sa-li-en-do. Aún así dudo que la vida sexual de Saeli te influya a ti en algo. - Digo con sorna.

Él enrojece y sé que no es lo único que pasó.

-Cuéntame, Freddie.

Mi gemelo suspira y se queda en silencio unos segundos.

- Dijo que mi problema fue no admitirle a ella que la quería y permitir que se enamorara de él. Y más cosas así.

- ¿Y?

- Pues que es verdad George. Que la quiero. Que estoy enamorado de ella y no soy capaz de decírselo. Me gusta desde siempre, y cada vez que la veía con Draco me corrían los celos.

Cuando calla, suelto una carcajada. Fred me mira entre extrañado y enfadado.

-¿Qué?

- Pues que todo eso yo ya lo sabía. - Él me mira sin comprender.- ¿En serio crees que no me había dado cuenta? Solamente hay que escucharte hablar de ella para darse cuenta de que lo que sientes es algo mas que una amistad. Y ni hablemos de como la miras. Fred, a veces creo que eres estúpido.

Me lanza el vaso de zumo de calabaza y acierta de lleno en mitad de mi pecho. Justo en ese momento entra la Señora Pomfrey, y al ver el estropicio, se lleva las manos a la cabeza.

-¡FUERA DE MI ENFERMERÍA!

-Pero, señora, yo no puedo irm...-comienza Fred.

-Tú no, el otro. Fred, o George. ¡EL QUE ESTÁ DE PIE!

Salgo de allí antes de que me lancen otra cosa y me dirijo hacia la sala común. De camino oigo una risita a mi espalda.

- Vaya, el otro pelirrojo.- Es Malfoy- ¿Quieres una cara a juego con la de tu hermano?

Me giro sonriendo y me meto las manos en los bolsillos.

-No gracias, para eso ya está la tuya. Tienes un "pelín" morado el lado izquierdo, no se si te has dado cuenta. - Digo esbozando una enorme sonrisa.

Malfoy borra su sonrisita de suficiencia y me empuja con el hombro al pasar por mi lado, andando con furia.

- ¡Eh Malfoy! - El rubio se gira mirándome con cara de asco. - Hay que ser muy imbécil para romperle la sonrisa en mil pedazos a alguien que ha hecho hasta lo imposible por armártela a ti. - Digo, esta vez poniéndome serio.

Él murmura algo que no llego a oír y entra en el gran comedor. Niego con la cabeza y sigo caminando hasta la sala común. Al entrar, Ron está esperando en el sillón.

- ¡George! - Exclama al verme. - Ha llegado esta carta para Fred. Es de mamá.

Me tiende un sobre lacrado y lo abro sin miramientos.

-Pero, es para Fred...

- Yo soy Fred. - Aseguro mientras leo la carta.

Oh, mierda. Han expulsado a mi gemelo una semana, y mamá le está echando la bronca. La semana es justo la de los exámenes. Castigado de por vida. Verano de trabajo. Castigado incluso después de muerto. En la carta hay palabras que mamá no suele usar. Si realmente fuese Fred, estaría acojonado.

- ¿Te la has cargado, Fred? - Pregunta mi hermano.

- Sí, pero menos mal que yo soy George