De vuelta a "nuestro hogar".

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Ahí me encontraba frente a "nuestro hogar" aunque siempre me sentí muy fuera de lugar, el sobrante de esa perfecta familia.
Dí unos pequeños golpes sobre la puerta de madera, mientras me fijaba que ahora se encontraban unas hermosas rosas rojas, rosadas, anaranjadas y hasta azules en la entrada de la casa, aun seguía ahí ese viejo roble al costado izquierdo de la puerta principal y la casa mantenía ese toque elegante que mi madre amaba.
Me recibió un nuevo mayordomo y unas jóvenes sirvientas las cuáles saludaron al unísono e hicieron una leve reverencia,  respondí al saludó y me adentre por el largo pasillo mientras a lo lejos oía voces, iba observando los cambios que se le habían proporcionado a la casa, iba muy concentrado mientras observaba cada detalle hasta que oí un chillido que me pareció irritante y que mientras me acercaba al comedor más fuerte lo oía al adentrarme ví de quien provenía, era un bebé, también había una dama de pelo castaño, largo que caía por sus delgados hombros, de una tés clara, ojos del mismo color que su cabello y una figura delgada, mire hacía a lado de ésta y estaba mi "hermano", con su característico seño fruncido, sus ojos celeste mirando al causante de mi dolor de cabeza, llevaba el cabello echado hacía atrás y un traje negro con una camisa celeste claro, la corbata negra y todo perfectamente en su lugar, ya dejaba ver que no era un joven, se habia vuelto un hombre adulto con un toqué bastante sexy a mi parecer, saludé a la intrusa con un beso en la mejilla y me senté un poco más allá, miré al pequeño monstruo que lloraba sin parar sin pensarlo mucho me estire para llegar donde se encontraba y lograr tomarlo entre mis manos y como por un maleficio de los mil demonios paró de llorar, limpié sus pequeños safiros cayendo en cuenta de que él debía ser mi sobrino, que más haría ese bebé aquí, la mujer sonrió complacida y miro a mi padrastro, me sacaron de la habitación con aquél monstruo aun así no transcurrieron más de 10 minutos y esa mujer salió del sitio con una sonrisa triunfante, se acerco al pequeño y beso su frente luego se fue de la mansión dejándome aun más confundido, entré por segunda vez y me encontre con nuestro padre muy enfadado y mi "hermano" con los ojos algo cristalinos, quien al verme se apresuró en quitarme al bebé de mis manos y llevarlo arriba, nadie dijo nada esa tarde, las sirvientas me tenían preparado el cuarto donde dormiría y un baño de burbujas,  así que tome el baño y me dormí a eso de las diez de la noche y evite hacer preguntas.

Hermanastros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora