Enamorandonos.

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Me termine quedando dormido en el sillón en el que me senté después de estar incómodo en la cama ya que cada vez que me movía el bebé parecía querer despertar y Elliot se quejaba. Desperté e inmediatamente miré el reloj que marcaba las cinco de la madrugada, di un largo bostezo y miré al bebé que tenía sus ojos bien abiertos me dí cuenta que sus ojos eran enormes y amarillos como el sol o una pepita de oro, se parecían a los de su abuelo pero inocentes y sin ninguna pisca de maldad, comenzó a poner caras pronto comenzaría a llorar así que lo tomé en mis manos muy cuidadosamente y comencé a moverlo dándome cuenta que estaba sucio además no había comido, así que fui a la pieza de Elliot y le cambie el pañal luego baje le prepare leche, vi que no estuviese caliente y se la dí, fue cuando escuche a alguien bajando muy apresurado al principio me asusté pero después vi a Elliot quien al verme con el bebé dio un suspiro y se acerco propinandome un coscorron.
Aush perdona mi ignorancia pero que fue eso —me había dolido poco realmente y ya estaba quitándole los gases al bebé.
— Es por sacarlo de mis brazos y no decir nada, casi me da un ataque me lo quito de manera delicada y tomo al bebé mirándome algo dudoso, como preguntado de manera muda que hacer, así que le ayude—. Cómo sabes que hacer con un bebé, además de que seas padre y nadie sepa  no sería tan raro pero... — arqueo la ceja curioso, me causó una sonrisa enamorada. 
—Jaja no, no soy padre en secreto, pero tenía una compañera en la facultad que me arrastraba a cuidar a su hermano de 3 meses lo cuidabamos los fines de semana o si alguna emergencia surgía en su familia, no nos pagaban pero su mamá cocinaba muy bien y me sentía acogido, estuvimos así alrededor de dos años creo así que pues aprendí algunas cosas a golpes... —sonreí con el recuerdo de ella dándome algún golpe cuando entraba en pánico, ya sea porque el niño tropezó o porque comenzará a llorar de la nada y se pusiera rojo a más no poder.
—Uhm... —note que quería decir algo pero no sabía si hacerlo.
— Hey se que mucho afecto no me tienes pero puedes decirme lo que sea, si quieres hacemos un trueque me enseñas lo de la empresa y yo lo de el bebé, lo que sé y te ayudo a cuidarlo —le sonreí sinceramente mientras caminábamos a su cuarto o al mio y yo lo seguía.
—No era eso, ¿tienes pareja Caín? me tomo desprevenido y debo haber puesto cara pero gracias al cielo iba delante de mi y dobló entrando en su habitación—. No tienes porque responder solo es... —no deje que dijera nada más y hable.
— Pues no, puesto que aún me gustas, se que suena patético pero aún no se como quitarte de mi cabeza y sé que esto suena como que te ofrecí mi ayuda por mero interés, o que suena asqueroso y eso pero...—. Me corto.
—Esto sonará horrible pero me alegra que aún estés soltero y también es egoísta pero creo que me estabas gustando, no sé como, pero supongo que ese odio que profesaba solo era para ocultar cualquier tipo de sentimiento amoroso hacia vos, y además estaba obsesionado con culparos, pero estaba tan equivocado y cuando te fuiste al extranjero por tus estudios pues me dio rabia, estaba lleno de irá y me dedique de lleno a llenar las expectativas de mi papá —quise hablar pero puso sus dedos en mis labios en señal de que me callara y dejo al bebé sobre la cuna donde quedó dormía profundamente y siguió—. Y bueno un día peleamos, no sé si sabes que cambie de carrera y todo pero eso es lo de menos, un día tuvimos una fuerte discusión y termine en la cama con la madre del bebé y pues ya sabes la continuación, ella vino con una mentira de que yo la había violado y que si eso salía en los medios o en mi expediente, la empresa y nuestro apellido quedaría manchado, bueno el mio y el de papá, él se molesto tanto, pero al final le dijo que lo cuidaría y pagaríamos una pensión a ella de quinientos mil pesos pero que ella no debería involucrarse con el bebé y al final ha pedido un millón y por eso perdí toda oportunidad de dirigir la empresa familiar, más que creerle que la viole papá hizo esto solo por evitar el escándalo... — tenía una mirada triste y jugaba con sus manos.
—No quiero dirigir la empresa odio estar encerrado me gusta hablar, entender, me gusta curiosear, estudié psicología porque la mente humana es tan compleja alberga los miedos más profundos, las esperanzas y sueños más locos, alberga tanto, pero ahora tendré que renunciar y lo haré en serio quiero aprender y que tu me ayudes.
Después de aquella charla nos hicimos muy cercanos yo como prometí ayudaba a Elliot con el bebé y el me ayudaba a entender la manera en que se maneja una empresa como la de su padre, como administrar o tratar a los empleados, etc. Paso la semana y mamá aviso que llegarían el miércoles ya que el vuelo se retrasaría por cuestiones de el clima.
Seguíamos haciéndonos más y más cercanos y a base de esto yo me enamoraba más de Elliot, soñaba con él y eso no me hacía nada de bien hasta que un día hubo una conversación.

Hermanastros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora