Quería volver al punto en el que estábamos en la puerta del piso, pero mi cuarto estaba en la otra dirección del pasillo. Me mordisqueé el labio inferior al verlo expectante. Tiré de su camisa y lo besé.
Paredes blancas, un corcho de fotos, banderas de los países que había visitado y un escritorio bajo la ventana del fondo, con antiguos muebles de madera y una desentonada cama de Ikea pegada a la pared, al menos doble. Ahí iba a surgir la sofocante magia. Cerré la puerta de la habitación y él tiró la bolsa de la farmacia sobre la cama.
Me quedé por unos segundos mirándolo estático. ¿Suave o acelerado? Demasiado acelerado. Sam me volvió a besar con hambre cuando por fin estuvimos a solas. Me abrazó las caderas y apretó contra él. El fuego era presa de mi cuerpo y razón, tenía el vello de punta, las manos me temblaban y debía respirar hondo, sobre todo cuando comenzó a desabrochar el cinturón de mis vaqueros y yo cumplí mi fantasía desde que lo vi; desabotonarle la camisa.
Parecía más torpe que de costumbre, cada vez que visualizaba el vello rizado de su pecho algo me encogía el estómago. Sam me bajó la bragueta y metió las manos por dentro de la ropa interior para separarme las nalgas. Apenas iba por el tercer botón de su prenda y volvía a boquear. Todo demasiado lento por mi parte cuando mis vaqueros ya se habían deslizado por las piernas. Me empujó hasta que caí sobre la cama; me humedecí los labios y me deshice de los zapatos y el pantalón enrollado en mis tobillos. Sam me miró de arriba a abajo y ladeó una sonrisa. Apoyó las rodillas en el colchón y clavó sus ojos en los míos cuando lentamente comenzó a desabotonar su camisa.
Su pecho se abría paso a través de la tela con tortuosa lentitud. Sus pectorales eran perfectos, con unos rosados y pequeños pezones. A la imagen se le sumaron unos abdominales por los que moría por pasar mis dedos... Cada músculo era impecable, definido, fornido, casi brillante a la tenue luz que emanaba de la pequeña lámpara del escritorio. Brazos marcados, dedos largos...
—Bonitas piernas —susurró acariciándomelas de arriba a abajo.
Mi cuerpo demandaba ser tocado por esas manos. Estaba totalmente perdido en la lujuria. Lo quería para mí...
Fui incapaz de decirle lo que él me parecía. Hubiera sonado como un demente, un salido, quizás él salía corriendo... Lo jalé de la nuca y le obligué a que se pegara a mí para acariciarlo. Tocarlo era una delicia. Lo quería lamer... Me quería refregar contra aquella piel pálida y cálida.
Sam tiró de mi polo y yo le ayudé a pasarlo por mi cabeza. Mi respiración cada vez estaba más agitada, perdiendo hasta la capacidad de pensar cuando él buscaba mi lengua con la suya. Le gruñí para que se quitara el pantalón y gateé en la cama para poder verlo mejor. Era perfecto... De verdad que lo era. Hasta los músculos de sus piernas parecían esculpidos. Me mordí el labio y de rodillas en la cama lamí su cuello y lo acaricié entero. Descendí hasta sus pezones...
Quería saber cómo gemía y tener ese sonido para mí. Toda la noche.
Me pegó a él para que pudiera sentir su erección. Por lo visto le encantaba eso de rozar. Era excitante.
Tuve que sentarme en la cama porque se bajó la ropa interior y jadeó al liberar tremenda erección.
De verdad, tremenda.
—Quita eso —exigió jalando del elástico de mi bóxer.
Aleteé las pestañas y esbocé media sonrisa al notar las ganas en sus ojos. Adoré su repentina rudeza. Parecía que quería comerme, y yo a eso no le pondría impedimento alguno.
Tras desnudarme solté un jadeo. Quería que ese Adonis me mirara. Quería seguir viendo aquel deseo en sus ojos.
Abrió la cajita de condones y los separó con los dientes tirando tres sobre la cama. El lubricante también fue a parar con ellos y los observé sintiendo cómo Sam hundía el colchón, trepando sobre mí como una auténtica pantera.
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ERASMUS. Destino: Grecia
RomanceSer alumno del programa Erasmus era sinónimo de enriquecerse como persona, buscar nuevas aventuras, experiencias personales y... fiesta. Mucha fiesta. Eso Guillem lo tenía claro, pero lo que no imaginaba era que la lista también contuviera el requi...