Capítulo 4: ¡DEMONIOS!

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Llevo varias horas deambulando por el lugar, ya descubrí que hay dos comedores y que hay muchas literas e incluso me echaron de una. Esos abuelos se veían inofensivos, pero las apariencias engañan salieron como una manada de leones.

Me encuentro caminando por un sendero rocoso y con un cercado a su lateral derecho.

Dos hombres y una mujer caminan contrario a mí, yo voy y ellos vienen. Los tres tienen unos trajes tan extraños, similares a la película zona de miedo*.

Pasan por mi lado como alma que lleva el diablo, sigo caminando hasta un punto donde el cercado se encuentra prácticamente en todo el sendero. Cortando el paso, tener curiosidad es mi mayor problema, todo lo quiero saber.

Al estar frente a frente con el cercado resulta que esta el alambre de púas amarrada a los palos de diferentes formas.

Paso el alambrado, camino por el campo que este protege, mi pie se hunde en el suelo, un fuerte ruido. Me siento en el aire y un golpe seco. ¡Luces fuera!

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Trato de despertar, mi cuerpo duele y me siento ahogada.
Poco a poco trato de abrir mis ojos pero estoy arden.

Siento como mueven mi cabeza y un gemido de dolor escapa de mi garganta.

— Tranquila Camille, tus padres ya vienen por ti. Estarás mejor. — Esa voz es conocida pero no la recuerdo en este momento.

Las máquinas con ese irritante sonido me causan más dolor en mi cabeza.

Mis padres vendrán, pero papá dijo que ya no tengo familiaFinalmente puedo abrir mis ojos y con lo primero que me encuentro es con la mirada de William. 

—¿Te duele mucho?.... Se que es una pregunta estupida, pero necesito que me hables para saber que te enviaré bien a casa.

—Me duele como la mierda, pero no me iré a casa. No cuando tengo un equipo que liderar y mucho menos cuando tengo que patear el trasero obeso de Megan.— Mi voz sale tan ronca que mi garganta arde.

—Oliver tiene razón tienes un carácter de mierda. No te quedaras acá cuando ni siquiera puedes moverte, No seas una estúpida.

—¿Cuanto tiempo llevo aquí?— el ardor en mi garganta me recuerda algo. —Quiero agua— William me entrega una vaso de plástico de color blanco lleno de agua.

—Bebe despacio, te puedes ahogar. Llevas aquí dos meses, agradece que estás entera y viva. Muchos mueren o viven sin varias partes de sus cuerpos.

—Soy afortunada, ahora sácame de aquí. Debo comenzar a mejorar mi cuerpo y a adaptarme al dolor.

—No te vas a mover de esta cama hasta que el médico lo diga, así que para evitar que hagas lo contrario Sean estará vigilandote y te ayudará en todo. Que debes ir al baño... Él te llevará. Etcétera. Ahora debo irme tengo a unos novatos que entrenar.

Sale de la habitación y se escuchan murmullos y luego ¡Boom! Ahí llegó él capitán Hook.

—¿Vas a hablar o solo a mirarme, te abierto si estoy como la mierda seré una mierda feliz ya que no me importa mi aspecto en este momento solo quiero salir de aquí y...

—Te puedes calmar, tu aspecto no me interesa ahora y no me interesó antes así que me da igual. Solo tengo una duda.... ¿Cómo es que malditamente fuiste a parar a la zona de miedo?.

—Oh... — Siento que mi rostro se colocó rojo de la vergüenza —¿Zona de miedo?, ¿Como la película?

— Zona de miedo es el campo minado para que los veteranos se entretengan y no pierdan su toque. La zona de la película no es nada comparado a la realidad.

>> Ahora responde. ¿Qué hacías Ahí?

— Bueno... Solo camine y llegue al alambrado, lo salte.... Camine un poco y luego aparezco aquí. Fin de esta hermosa historia.

—No es gracioso Camille pudiste morir ahí. No sabes toda la mierda que me tiró el general Hamilton porque era y es mi responsabilidad cuidar a los novatos y sobretodo a ti ya que eres su sobrina.

—Lo lamento, no lo pensé así. Aunque debes admitir que es un poco gracioso.— Sean restregó su rostro con sus manos en señal de frustración.

— Solo descansa Camille, mi hermano me dijo que no planeas irte a casa, entonces debes descansar para que cuando inicien los verdaderos entrenamientos ya estés en forma.

—Tengo hambre y así no puedo dormir, alimente ahora Capitán Hook.

—Bien, mandaré a alguien por comida mientras tu solo acuéstate y no te muevas... Estoy hablando en serio Camille Hamilton.

Salió rápidamente de la habitación así que aproveche. Busque por todos lados un uniforme y lo encontré en el baño. ¡Boom! Mate a tres pájaros de un sólo tiro.

1) Necesitaba hacer mis necesidad de digestión y lo otro.

2) Darme una ducha ya que mi olor no siquiera era digno de un animal.

3) Cambiarme la bata de hospital.

Mi cuerpo duele un poco pero no puedo quedarme aquí mientras mi equipo esta luchando solo.

Las botas las encontré debajo de la camilla y al terminar de colocar me las, salgo de esa habitación como alma que lleva el diablo o bueno una intento de eso ya que no puedo caminar muy rápido.

Es demasiado extraño que Sean no esté por ahí. Debo ser cautelosa y que nadie me vea así que me escondo detrás de una pared y espero a que todo esté despejado para salir.

—¿A donde cree que va señorita Hamilton?— la voz de sean me hace dar un pequeño salto y suelto un grito pequeño por el susto.

Me giro hacia él con una sonrisa la cual él no corresponde, su rostro está serio y su cuerpo... Su cuerpo está tan bueno, lástima que en éste momento este rígido y tenso.

Calmense hormonas, estamos en una misión.

—Le di una orden la cual no cumplió y eso es grave, ahora me acompaña a su habitación o debo llevarla por mis propios medios.— Cómo no doy una respuesta rápida Sean me carga en su hombro derecho y puedo sentir sus músculos. No molesto ya que estoy cómoda, quién diría que el cuerpo de este soldado sería tan acolchonado.

No. No sigas por ahí Camille.

¡Demonios! Sean esta muy bueno, tanto así que me lo podría comer entero.

Soldados [EN PROCESO POR LA 40tena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora