Soldados [EN PROCESO POR LA 40tena]

Capítulo 8: ¡Vamos Bebé!

Caminamos o bueno, prácticamente tuvimos que nadar contra la corriente para poder pasar al otro lado, logramos salir del río cuando estaba el cielo pintado de un violeta hermoso.

—Ya casi llegamos, solo unos metros más y llegamos.— Digo saliendo del río para ayudar a que los demás comiencen a salir. Caminamos unos 5 metros para encontrarnos a Metraobe junto a su... ¿Equipo?.

Solo veo a unos 20 en su equipo, eran más cuando partimos.

Nos tuvimos que camuflar con los árboles que se encontraban a mi derecha. Ayude a que cada uno de mis chicos subiera por los árboles para que al movernos no, nos vieran y poder llegar a la parte de atrás de aquella base y así ganar tiempo para atacarlos y acabar con ellos.

Lamentablemente las ramas comenzaron a crujir y es ahora cuando me doy cuenta que me equivoque. Pero sí, ¡pero! Logramos avanzar sin ningún problemas hasta la parte trasera de la base.

Al entrar nos encontramos con Metraobe y a su "equipo" en toda la mitad de el punto de entrega.

—Vaya, vaya... Miren a quiénes tenemos aquí..— Metraobe comenta con sus compañeros. — Hollywood y su equipo, si es que a ese grupo de fracasados se les puede llamar así.

—Sabes Metraobe, en vez de tratar de lanzarme mierda porque no arreglamos esto en un combate cuerpo a cuerpo. Tú y yo, así sabremos cual es la mejor.

—Si eso es lo que quieres. Está bien Hollywood.

—Vamos bebé, es hora de atacar.— Metraobe y yo dejamos nuestras armas en el suelo lejos de nosotras para pelear a mano limpia.

Metraobe es la primera en atacar y lanza su golpe directo a mi cara, rápidamente lo esquivo y dirijo mi puño a su garganta.

Golpes van, golpes vienen. Metraobe está agitada y sangrando, ¡la maldita no se da por vencida!.

Mi pie derecho impacta con su ingle, uno de mis puños va a su estómago, pateo su pierna izquierda y Metraobe cae sobre una de sus rodillas tratando de recuperar el oxígeno. Para el golpe final mi pie golpeó directamente su cara y ella cae sobre el suelo con un golpe seco.

Se escucha un bullicio, me volteo hacia mi equipo y tomo al soldado, para luego dirigirme hacia el centro de la zona de guerra y colocarlo ahí. Ganamos.

Pero ya no siento la satisfacción que creí que sentiría al ganar.

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Luego de unas horas me encuentro en el mismo lugar, no me he movido y solo he mirado a ese estúpido soldado por todo este tiempo. Basta decir que ya es de noche y solo me moví de aquí para bañarme y luego volví.

—Camille, vamos Oliver nos va a dar una información.— Austin toma mi mano y me lleva arrastrada tras el.

Me lleva hasta el comedor donde puedo divisar a todos y cada uno de los soldados aquí. Oliver se encuentra en todo el centro del comedor, Sean y William se encuentran a sus lados pero estos dos están subidos en unas mesas.

—Estamos aquí para anunciarles que equipo fue el ganador.— la voz de Oliver hace eco por todo el lugar.

>>A pesar de que el equipo rojo llegó primero el ganador fue el equipo azul por dos razones. La primera, el equipo rojo no regresó con todos sus integrantes, el equipo azul sí regreso con toda su tripulación y la segunda, la líder Megan del equipo rojo perdió en un combate cuerpo a cuerpo con Camille líder del equipo azul.— Austin y yo nos miramos y este me sonrió, para luego colocar nuestras miradas en Oliver.

>>Sin más que decir, pueden celebrar.— Con esas últimas palabras Oliver abandonó el comedor y así dio paso al bullicio que se armó. Todos gritando y felicitándome.

Camine hasta William y este me abrazo, en felicitó y luego me paso muchas barras de chocolates junto a otras golosinas.

—Te las mereces niña— luego se fue y Sean se me acercó.

—Vamos a otro lugar Camille.— Tomó mi mano libre y me guió fuera del comedor. Me llevó hasta un pasillo que nunca había visto, hay dos puertas color marrón, Sean habré una para luego dejarme pasar.

—Los de alto rango como instructores permanentes, ósea William y yo tenemos ciertos privilegios.— Aquí sólo se encuentra una cama perfectamente hecha, una mesa de noche, un armario, un televisor frente a la cama y ya.

—Sé que no es mucho, pero me conformo.— camino hasta la mesita de noche y dejo todos los dulces, luego tomo una barra de chocolate y la destapo. le doy un mordisco y al darme la vuelta choco contra el pecho de Sean.

Levanto la mirada al mismo tiempo que él me encierra entre sus brazos. Nuestros labios se encuentran desesperadamente y soy incapaz de detenerme.

Sean dirige sus manos de mi cintura hasta mi trasero, donde está aparentando mis nalgas para luego alzarme y yo enredo mis piernas alrededor de sus caderas.

El beso cada vez se vuelve más desesperado, no quiero separarme de él, sus labios son adictivos. Pero nos separamos para tomar aire.

—Sabes a chocolate, me gusta.— me dice para continuar basándome, sonrío entre el beso antes de tomar su labio inferior entre mis dientes y tirar de él.

Sean gruñe, cuando paso la lengua por su labio inferior. Sean camina hasta la cama y me coloca en está sin soltarme, mis piernas caen a cada lado de su cuerpo. 

—Camille, espera.— Sean se aparta de mí, se siente a un lado de mi; su respiración está igual de agitada que la mía.

—¿Qué sucede? — pregunto colocándome de pie frente a él, me arrodillo entre sus piernas y tomo su rostro entre mis manos porque no me mira.

— Vamos, Sean cuéntame qué es lo que sucede — sus ojos verdes en miran intensamente pero ni dice nada.

>>Me estas asustando. Por favor, ¿lo hice mal? ¿no te gusto el beso?, Sean habla conmigo por favor.— Él se mantiene en silencio y solo me mira.

—Esta sería mi primera vez con un hombre, solo dime si quieres que me marche y lo haré.— digo y sus mejillas se tornan de un rojo puro, en él se ve hermoso y sexy a la vez.

—Solo quiero que estemos abrazados esta noche, aún no estamos listos para esto. Esta también sería mi primera vez con una mujer Camille, quiero que sea en otro momento.— su rostro está rojo, estoy sorprendida. Él es virgen, yo soy virgen.... Somos virginianos.

¡Vamos bebé, esto no puede ser cierto!

Abrazados en su cama, hay algunos besos antes de caer dormidos.