Capítulo 5: Falsa Esperanza

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Llevo una semana en la enfermería en recuperación y mis padres nunca se aparecieron por acá. Eso de que ellos venían creo que solo fue una ilusión, papá lo dejó muy claro y él es igual de orgulloso que yo.

—¿Que paso dinamita... Porque esa cara?— Austin se sienta a un lado de mi cuerpo en la camilla.

—Nada, solo estaba esperando a que mis padres llegaran a visitarme pero es solo una alusión. Pero cambiando de tema... ¿Como esta el equipo sin su líder?

Austin y los demás vienen a visitarme antes de ir a sus respectivas tareas.

—Sobreviviremos un poco más sin ti. Lo primero es que te recuperes y luego vayas a patear a Mega como lo dijiste. Nos prometiste una victoria Dinamita, ahora debes hacernos ganar bebé.

—Deja de decirme Dinamita, ya te dije que no soy eso.

—Claro que lo eres bebe, solo tu pudiste explotar y salir volando en un campo de minas y salir ilesa. Eres Dinamita. Ahora debo irme tengo que ir a al guerra.— Riendo me guiña un ojo y sale de la habitación. Aún fuera de mi vista puedo escuchar como se ríe. Austin vuelve a asomar la cabeza por la puerta y dice.

—Por cierto Camille debes calmar tus hormonas y dejar dormir a Hook 2. Está casi en la inmunda y muy gruñón.

—Callate y vete de una vez.— siento mi rostro rojizo de la vergüenza ya que tiene razón en que no he dejado dormir casi nada a Sean. La razón está casi todo el tiempo con los ojos abiertos para que no me escape. Pero lo he intentado en más de una ocasión, él no entiende que me aburre estar aquí y si no quiere a una Camille deprimida y llorona será mejor que me dejen salir pronto.

Hago rabiar a Sean con cualquier cosa, lo que más me gusta es ponerlo incómodo.

—Sean amigo mío.. ¿Cuando me podré largar de aquí?— digo apenas lo veo entrar a la habitación.

—Ya que estas tan positiva y mucho mejor por lo que veo hablaré con el médico a ver que dice.— deja un maletín o más bien una bolsa de color verde oscuro. Me señala con su largo dedo índice —debes quedarte aquí, si me entero que no obedeciste no saldrás de aquí.

—Bien. Tengo una duda... Todo aquí es de color verde oscuro, ahora la pregunta es... ¿Tu ropa interior también es verde?

Sean me mira por un instante y dándome una media sonrisa, esa media sonrisa que me está haciendo babear.

—Solo espera ahí, sin moverte.

—Responda la pregunta señor Hook.— Sean se dirige a la puerta y da media vuelta para mirarme.

—No te lo diré, pero puede ser que la veas pronto.— me guiña un ojo y sale con esa media sonrisa. ¡Oh Caracoles!

Eso fue algo muy sucio capitán, con que así quiere jugar. Bien así jugaremos.

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Sean me trajo hasta la guarida y me encontré con Megan trasero obeso.

—Así que Hollywood ya se encuentra mejor debo admitir que la explosión debió ser de película. Aunque eso no importa ya que no ganaras nada.— La muy estúpida está demasiado equivocada si cree que la dejaré. Ganar.

>> Iré a decirle a mi equipo que somos los ganadores para que no se esfuercen tanto.

—No Metraobe ve diciéndole a equipo que vaya empacando para largar se de aquí ya que nosotros ganaremos. Grabalo en tu cabeza el equipo de Camille Hamilton ganará.

—¡Wow! Holliwood estas tan loca que hasta dices palabras que no existen.

—No estoy loca Metraobe es Megan trasero obeso y esa eres tú, Metraobe deberás hacer mucho ejercicio para que no sea tan grande.— Sean se ríe y esa risa la convierte en una tos por la mirada que le da Metraobe. Lanzándole un beso me alejo de ahí con una sonrisa.

—Camille eso no estuvo bien.

—Claro que no estuvo bien, estuvo ¡Genial! ¿Viste su rostro?, está rojo de la ira.... Pero cambiando de tema, señor Sean Hook usted dijo que me iba a enseñar su ropa interior.— Sentándome en mi cama le hago una seña a Hook para que se acerque. —Puede mostrarme su ropa interior ya que estamos solos.

Sean se acerca y se coloca de rodillas ante mí, abre mis piernas y metiéndose entre ellas acerca su boca a mi oreja izquierda.

—Cuando te muestre mi ropa interior sera para que la quites de mi cuerpo y en ese mismo instante dirás mi nombre muchas veces.— Sean se aleja y se coloca de pie, me guiña su ojo derecho y me brinda una media sonrisa. Mi respiración se acelera y solo quiero tenerlo encima o debajo de mí.

—Esta jugando sucio, señor Hook le advierto que esta jugando con fuego y yo lo puedo quemar.— me pongo de pie y me coloco frente a él.

—Nadie dijo que no se puede jugar sucio.— Inclinándose sobre mí, llega a mí oreja izquierda. —Estaré encantado si me quema señorita Hamilton— Sean lame mi oreja y se va definitivamente del lugar.

¡Que puto! Pero un puto muy Sexy.

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Un Austin muy golpeado llega a la guarida.

—¡¿Que demonios te paso Austin?!— ayudó a ese hombre desconocido a colocarlo en su cama.

—Él esposo de Megan, eso sucedió.— dijo mientras se sostenía un costado y hacia una mueca.

—Voy a patear a ese maldito, espera aquí y no te muevas.

—Como si me pudiera mover en este momento, no seas estúpida Camille tú no podrás con él, tú no estas en forma todavía.

—El novato Riese tiene razón Hamilton, usted no podrá contra Michael Carpenter. Por eso vendrá conmigo la voy a poner en forma por los días perdidos.

Camino al lado de Sean debo decir que él mide aproximadamente 2 Metros de altura y yo con mi 1.60 soy mas baja que él. Cuánto medirá Metraobe a su lado me veo más baja.

—Camille te daré un consejo, no seas impulsiva si quieres que tu equipo gane deja de hablar y comienza a trabajar. Quieres ganar deberás hacerlo en la zona de guerra. Así que... A trabajar.

Soldados [EN PROCESO POR LA 40tena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora