—No es una linda bienvenida, deberían trabajar mejor en ella. –comentó Leyna mientras se arreglaba la bata para evitar que no se fuera a soltar.
—Pues no es que hayas sido la mejor invitada. –comentó Steve con una ligera sonrisa en el rostro. Leyna asintió dándole la razón.
— ¿Cuando me trajiste aquí? –pregunto Leyna quien se sentaba en la camilla a descansar pues aún se sentía un poco débil.
— Hace dos días, de un desierto a las afueras de Nueva York. Estabas inconsciente y te trajimos.
— ¿estaba siguiéndome Capitan?
—Claro, tenías una orden de arresto. Por supuesto que debía seguirte. –comentó Steve sin ninguna importancia.
—Oh bueno, no esperes que te de las gracias. –resaltó Leyna, mientras posaba su mirada a sus pies los cuales se movían lentamente.
— ¿Qué? ¿Porque no? Te salvé la vida hasta donde se.
—Si, pero me arrestaste y ahora estaré aquí por un largo tiempo. Nada que agradecer.
—Pero Leyna... –comentó Steve, quien no termino lo que iba a decir y solo suspiro. – estoy tratando de ayudarte.
— ¿Ayudarme? Por favor Steve, te dije que estaba bien y lo ignoraste. -comentó enojada Leyna quien ahora dirigía su mirada a él.
—Leyna, tú cometiste muchos crímenes, debías ser arrestada. Pero en vez de estar de inmediato en una celda en el estado en el que te encontré, te traje aquí para que te curaras. ¿Acaso no ves eso? –pregunto Steve un poco enojado con Leyna por actuar así. Ella solo permaneció en silencio, no le daría la razón.
El lugar se inundo en un silencio abismal, tanto que Leyna creía que podía escuchar sus latidos. Solo se dedicaban a mirarse, de una manera que intentaban descifrar lo que el otro pensaba. Steve, después de todo quiere ayudarla. Siente ese desesperado impulso de protegerla, cuidarla, ayudarla aunque ella no lo necesite o eso le hacía ver. Sabía que ella era fuerte, hábil en combate, una asesina con basta capacidad de cuidarse pero que a pesar de todo necesitaba ayuda. ¿Con qué? Bueno eso es algo en lo que Steve aún está pensando.
—Hace dos días estalló un edificio cerca de aquí, ¿no? –pregunto Leyna. Steve abrió los ojos por un momento para luego fruncir el ceño y cruzar sus brazos.
—Si, ¿porque lo dices? –respondió secamente Steve. Leyna bajo su mirada sonriendo de lado.
—Lo sabía, sabía que me habías robado esa usb. –Se bajó de la camilla y se acercó hacia dónde estaba Steve, se paró bastante cerca de él y lentamente se iba inclinando colocando una de sus manos en su brazo izquierdo para que bajara ambos. – un acercamiento tuyo así...– Leyna se inclinó un poco más hacia el teniendo sus rostros a pocos centímetros, inconscientemente una de las manos de Steve se dirigió a su cadera y la poso ahí suavemente. –... Es muy...–sus labios se rozaban a penas, la respiración de Steve se agitó levemente mientras entrecerraba sus ojos–...muy obvia Rogers.
Leyna se alejó rápidamente de él dejándolo aturdido y con un vacío extraño en su interior. Sonrío ampliamente al ver la reacción que había causado en el, era demasiado divertido que no podía ocultar su sonrisa.
Steve por su parte miro a Leyna sumamente confundido e incómodo pues lo dejo en una situación donde el solo se había delatado, no sabía ni como sentirse, ¿porque actuó así? No lo sabía, pero algo que sí sabía es que había vuelto a jugar con el.
—Basta de... de juegos Ley... Leyna. –comentó un nervioso Steve.
—De acuerdo, como diga Capitan. –dijo Leyna quien se reía suavemente al ver lo nervioso que lo había dejado. – Oh, y una pregunta. ¿Qué son estos? –pregunto Leyna levantando sus manos delante de él mostrándole los guantes que había hecho Stark.
—Guantes inhibidores de impulsos eléctricos O en otras palabras guantes que evitan que uses tus poderes con otros. –comentó la voz de Stark que se escuchó en toda la sala a través de los altavoces que tenía, tomándolos por sorpresa. Ambos voltearon para encontrarse con Tony al otro lado del cristal de la sala oprimiendo un botón para poder comunicarse. – Oh, Rogers. –comentó Stark a modo de saludo.
—Stark. –respondió Steve asintiendo.
—Linda, ¿te acuerdas de mí? –pregunto Tony mientras veía como Leyna sonreía de lado un poco nerviosa.
—No podría olvidarte. –contestó con un tono coqueto muy discreto que alcanzó a captar Steve provocándole fruncir el ceño, mientras que Stark sonreía orgulloso, sin quitarle los ojos de encima.
—Bueno, cortemos la bobada. Hora de ir a tu celda. –comentó Stark de inmediato.
—Espera... ¡¿Qu....–en ese momento Leyna fue interrumpida al recibir una descarga eléctrica que la dejo inconsciente al instante.
— ¿Qué le hiciste? –pregunto Steve.
—Lo que había que hacerse Capitan, antes de que lo volvieras a estropear todo de nuevo.
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The Avenger | Steve Rogers/Capitan America |
FanfictionEl pasado: La hizo quién es, una asesina. Le indico que camino debía tomar, Hydra. Le determinó cuál sería su destino, la muerte. Hasta que llegó el a intentar cambiarlo todo, corriendo un alto riesgo. ¿Es posible cambiar el pasado? No, pero e...