Lo inesperado (Niall y tu)

Un terrible error

Esos ronquidos... Esos estúpidos y molestos ronquidos. Cubrí mis oídos con la almohada. ¡Eran las cinco de la mañana!¿Acaso no se podía dormir bien?.

-¡Remi!- le grité al oído y el despertó de un salto.

-¿Que sucede mujer?. Quiero dormir.

-Deja de roncar... Te escucho una vez mas y te hecho de mi habitación.

-Si- dijo soñoliento- lo que digas- noté que no le prestó importancia a lo que dije. Y siguió durmiendo.

Me preparé para hacer lo mismo que el. Aliviada por que se detuvo de roncar cerré los ojos y cuando estaba a punto de alcanzar el sueño empezó de nuevo. ¡Rayos!. Si no se iba el, me iría yo.

Agarré mi almohada y salí dando un portazo a la puerta "Ojalá se haya despertado con eso".

Me encontraba en el pasillo oscuro y grande mientras abrazaba mi almohada. Estaba usando un short de pijama y una polera a tiras para dormir. No hacía frío pero era extraño, ya que no tenía idea de porque tiritaba.

Ahora no sabía donde dormir. Pensé en Eleanor, pero lo mas probable es que esté durmiendo con Louis. Prefería no arriesgarme.

"Jake" pensé. El sería mi salvación.

Me dirigí a la habitación que se encontraba al lado de la mía. Abrí la puerta silenciosamente para después cerrarla. Caminé hasta la cama. Estaba todo muy oscuro, casi no veía. Jake dormía, entonces lo sacudí levemente para que despertara.

-¿Jake?.

Se movió un poco, ya comenzaba a despertar.

-¿Jake?- repitió una voz nada parecida a la de mi primo. ¿Donde rayos estaba metida?- Yo no me llamo Jake- se sentó soñoliento en la cama.

Cuando me di cuenta de quien era retrocedí violentamente y tropecé con algo y caí. Había aterrizado al lado de la esquina de un mueble y me pegué en el rostro. Comencé a sentir el sabor metálico de la sangre por toda la boca.

-¡Auch!- exclamé.

Él se paró y encendió la luz. Me miró por un momento tirada en el suelo y corrió donde yo me encontraba.

-¿______?

-Veo que no eres Jake- dije pasando mi mano por entre mis labios y nariz. Cuando la observé vi mi mano con sangre.

-Claro que no lo soy- dijo el. Estaba cansado, sus ojeras lo delataban y su cabello despeinado lo hacía ver muy sexi. Dormía tan solo con bóxers, eso me incomodó un poco.

-Creo que ya me di cuenta.

-Ven. Déjame ayudarte.- Me tomó de las manos y me ayudó a pararme- Estas sangrando. Te caíste muy fuerte.

Esos ojos me miraban con preocupación y yo luchaba por no tirármele encima y observar cada detalle de ellos. A esto es a lo que me someto por estar enamorada de alguien así: con fama, dinero y sobretodo a una perra como novia. Esto me da como objetivo algo inalcanzable.

Me sentía un tanto mareada. Cuando iba a dar un paso me tambalee y el me agarro.

-¿Te encuentras bien?

-Si. Suéltame, yo puedo sola.

-No. Tu vendrás conmigo. Te voy a curar esas heridas.

-Niall- lo detuve- no es necesario.

-Se que vi algo para desinfectar en mi baño.

Mis labios y mi nariz palpitaban de dolor. La sangre seguía saliendo. Pero no me vería débil ante el, no podía hacerlo.