𝗛𝗘𝗥𝗢 [Barry Allen]

#01 "Pretty Boy"

Observo con alegría el gran edificio delante de mí, la estación luce más atareada. Entro aspirando el aroma del trabajo, todo mundo lleva papeles y uno que otro policía lleva a un sujeto arrestado.

Había extrañado ésto, con mi alma.

—Veo que ha llegado, luce espectacular Edwards —un Joe West me recibe con una cansada sonrisa.

—Reportándose a la orden, Detective West —sonrío dándole un apretón de manos—. No ha cambiado nada.

—Si con nada te refieres a que tengo más arrugas, está bien —suelta una risa y niego divertida—. Nos ha sentado de maravilla tu cambio de jefatura.

—Me da gusto, se estaban complicando las cosas en Starling —pongo una mueca de disgusto—, le debo una a Felicity por facilitar el proceso de intercambio.

—Sino conociera a Queen de seguro y no la libras —asiento de acuerdo.

—En fin, ¿dónde me instalaré? —cuestiono con amabilidad.

—Cerca del laboratorio, te guiaré yo mismo, Eddie fue a la escena del crimen en la tienda de armas, un total caos, no preguntes.

—De acuerdo —nos encaminamos a la oficina y sonreí al ver mi propio espacio de trabajo.

—Es toda tuya, disfrútala —él dice palmeando mi hombro con gentileza.

—En un rato llegarán mis pertenencias, por lo mientras, ¿podría usted presentarme al resto del equipo? Sé que la mayoría me conoce, pero me falta refrescar la memoria —hago una media sonrisa.

—Vamos a la escena, todos están allá —Joe responde y me da el paso.

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—¿Qué tenemos aquí, Allen? —Joe pregunta en cuanto llegamos. Los dos individuos nos prestan atención y me percato de Eddie.

Hace una seña con la mano en forma de saludo y sonrío. Lucía más guapo que antes.

—Logré detectar seis pares de huellas, todas del mismo tipo y número de calzado.

—Analízalo a fondo y me envías el informe, Singh ha pedido detalles —el chico delgado atrae mi atención y por un momento sus ojos hicieron conexión conmigo.

Santo dios, era lindo.

—Ella es la agente Edwards, se unió al equipo hoy —Joe le explica al chico castaño—. Thawne, te encargaras de interrogar a los testigos. Allen, deja que el resto se encargue y lleva a Edwards contigo, el próximo informe lo redactará ella —el chico de bonitos ojos asiente quitando los guantes de látex que cubren sus manos y asiente en mi dirección.

—¡Te veo luego, Edwards! —escucho a Eddie decirme y le sonrío en forma de despedida.

—¿Te importa caminar? —Allen me pregunta ahora con las manos en sus bolsillos.

—No hay problema —le respondo tranquila—. Entonces, ¿Allen, cierto?

—Solo Barry —hace una mueca y asiento.

—Bonito nombre —comento metiendo mis manos en los bolsillos de mi chaqueta negra—. Dylan Edwards, un gusto.

—Lindo nombre —elogia sonriendo—. ¿Te quedarás una temporada?

—Una bastante larga —chasqueo la lengua divertida—, mi anterior trabajo era un desastre total.

—Me imagino. ¿Algún libro favorito? —me encogí de hombros.

—Difícil decisión. Puede que tal vez esté entre Cerejido y Hemingway.

—¿Te gusta la física y filosofía? —cuestiona asombrado.

—Algo, hay diversos géneros que también son bastante interesantes.

—Eres chica lista —ríe y observo como sus ojos se hacen pequeños.

—Si tú lo dices —dije con una sonrisa de lado.

Una vez que estamos cerca de la estación me siento aliviada de no seguir caminando más.

—¿Lista para la acción, Dylan? —el chico bromea ante nuestra tarea.

—No del todo, Barry.

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—Cisco, ¿dónde está Barry? —el Doctor Wells pregunta y Caitlin levanta la vista del ordenador.

—En la estación, Joe llamó y nos comentó del atentado en la tienda de armas. En cuanto termine con su trabajo vendrá aquí para inspeccionar las pruebas del meta-humano.

—Necesitamos esa información. Caitlin, me avisas cuando llegue.

—De acuerdo, Doctor —vuelve su mirada a la pantalla y Cisco continúa con su prototipo.

Una alarma se hace presente en la pantalla y Cisco murmura una maldición.

—Barry, hay una emergencia —habla por el pequeño comunicador.

—¿Ahora? ¿En serio? —la voz de Allen se escucha por el altavoz y Caitlin frunce el entrecejo.

—¿Ocurre algo Barry?

—No, no, es que... estaba terminando el informe —la extraña voz del castaño confundió tanto a Cisco como a Caitlin.

—Barry, ¿cómo se supone que uses esto? —claramente era la voz de una mujer.

—¿Estás con una chica, Barry? —Caitlin rió divertida, él nombrado se lo tomó a burla.

—No. Eh, bueno...

—Más tarde nos cuentas, tienes una emergencia que atender —Cisco trató de contener la debida compostura ante la situación.

—Está bien. Dime la ubicación.

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No se asusten, estoy corrigiendo faltas de ortografía y gramática. :)