¿Enemigos? «Carl grimes»

Mi padre,Mi Refugió

-Uuuf...-dijo mientras intentaba calentarse las manos en una pequeña fogata que había echo.-Ya amanecerá Jade, ya amanecerá.-se decía a si misma para calmarse.

Los pies de la chica no habían parado de moverse, corrió por todo el bosque, pero después de unas horas ya fue inutil, había anochecido y no podía ver nada.

Sus ojos se cerraban, pero ella los abría de golpe, no podía quedarse dormida, no podía dormir, si lo hacía tenía miedo de que jamás despertará.

Se puso de pie y comenzó a escalar los árboles que habían. Ponía su pie izquierdo en una rama, mientras que con el derecho se impulsaba hacia arriba. Escaló lo más arriba que pudo, y admiro el momento, unos pequeños rayos de sol querían hacerse presente al lado de las estrellas.

Comenzó a bajar de a poco, hasta que se encontraba de una altura considerable y salto.

Jade apago la fogata con sus pies, y se dispuso a seguir de su camino.

Estaba hambrienta, sedienta, y aún con miedo al ver el rostro de ese chico, con lo único que lo comparaba era con una bestia.

-Vamos Jade, deja de pensar tonterías y enfocate con buscar el refugio.-se dijo saliendo del bosque a una colina que le habían enseñado llegar, desde ese lugar se podían ver los dos refugios importantes para ella, y un camino al suyo.

-Buena si aquí está Hilltop.-dijo mirando el refugio.-por acá sería donde llegó a mi refugio.-dijo doblando a la derecha y siguiendo su camino.

[...]

Sus pasos iban un poco más lentos a medida de que se acercaba al refugio, era extraño que no había encontrado ningún caminante, pero era lo mejor, ya que ni siquiera un cuchillo tenía.

Miro de izquierda a derecha y se dio cuenta de que ahí estaba el gran refugio, bajo corriendo hasta llegar a las puertas de estés, y tocó la gran puerta.

-¡Ábranme hijos de puta!.-grito tocando la entrada desesperada.

De esta se abrió una rejilla y se escuchó un susurro.

-Mierda... esta viva.-se escucho en el susurro.

-Mala hierba,nunca muere.-sonrió Jade mientras habrían la puerta

-¡Oh Dios! ¡Lo Sabía! ¡Tu no podías morir!.-grito Steph corriendo a abrazarla y Jade entrelazó sus brazos con las caderas de su amiga.

-Jamas lo haré.-sonrio

-¡Estúpida! ¡Me tenías preocupada!.-grito Melissa, ella era como la madre,bueno no exactamente, pero le tenia bastante cariño, tenia 37 años ,y había perdido a su hijo antes de todo el tema con los caminantes.

-No sabe cuanto la quiero.-dijo Jade abrazándola

-No sabes cuánto lloré, un día sin ti casi me mata.-respondió Melissa

Jade rió, y se separó de la mujer alta y delgada, observó de un lado a otro y vio a su amigo, Will, era un Chico tierno, de test oscura, risos negros, ojos color avellana, algo bajo, pero aún así más alto que ella, y tenía unos labios gruesos.

-¡Jade!.-grito Will corriendo a abrazarla

-¡Will!.-dijo Jade, abriendo sus manos para luego entrelazarlas con las de Will

Se quedaron por unos segundos, hasta luego separarce.

-Tu padre estaba más que preocupado.-dijo Will

-Dime que mató a Dwight por favor.-contestó Jade.

-No, el lo está consolando.-contesto Will, haciendo arder a Jade por dentro, de furia.