Reencuentro

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Abrió sus ojos y los rayos de sol se asomaban por las rejillas, se sentó en su cama, y se quedó unos segundos ahí, hasta tomar sus zapatillas y ponérselas.

Se puso de pie, y cambio su camisa por otra azul, tomo una mochila, y la dejo sobre una silla de su alcoba, para luego bajar su vista, bajo su cama y sacar todas las prendas del chico. Sacó todo y lo puso en la mochila, exceptuando por el sombrero, que este lo dejo al lado de la mochila, aprovechando el espacio que le quedaba guardo comida, agua, y una pistola con 12 balas, tomo otro calibre 42 y lo guardo en su cintura, siguiendo por un cuchillo que fue ubicado en su pierna.

Miro al rededor, y salió para ver su refugio antes de salir.

Abrió la puerta y pudo ver a todas las personas en el refugio, llevando cosas, niños jugando, haciendo guardia, entre otras.

-Hola Jade.-la saludo Michael

-Mike.-sonrio Jade

-Lissa te estaba buscando, dijo que debía preguntarte algo, aunque la verdad no se lo que es.-le contó Michael a Jade

-La buscaré.-resondio.-¿Van a salir a explorar hoy?.-pregunto antes de seguir su camino.

-Si explorar le llamas buscar algunos medicamentos, y asaltar grupos, entonces si.-rió Mike.

-Por eso mi padre te ama.-hizo sus ojos hacia arriba

-¿Por que?.-dijo Mike

-Eres cruel, sádico, siempre estas con el, lo apoyas en todo, eres como el hijo que nunca tuvo, Ah y la más importante, eres hombre.-rió Jade para seguir con su camino.

-¡Hey no te abrumes!.-grito Mike a sus espaldas pero Jade no volteó.-Te traeré un regalo.-dijo antes de que Jade corriera para ir a la parte de atrás del refugio.

[...]

[...]

[...]

[...]

-Bien no hay nadie.-dijo Jade para si misma, a punto de cruzar el gran muro, lo escaló y salto de este.

La mochila pesaba algo, pero ya estaba acostumbrada, y se puso el gorro del chico, en su cabeza.

Camino o mas bien corrió, debía hacer esto rápido, antes de que su padre volviera y se diera cuenta de que no estaba.

Cuando ya estaba a punto de cruzar el bosque, divisó a él refugio de lejos.

-¡Al fin!.-corrió para escalarlo rápidamente, pero al darce cuenta de que estaba vigilado, se quedó al medio para no ser vista, y avanzo hacía la derecha en un lugar en el cual no había nadie.

Se subió y colgó sobre la gran muralla, esperando ver al chico, y ahí estaba la tal "Bestia" sólo, leyendo un cómic.

Jade sonrió, y lo miro con un rostro de ternura, algo nada común de ella, se quedó unos segundos así, para luego chiflar poniendo sus dedos en su boca mientras soplaba, y atraía la atención del chico.

-¡Hey Tuerto!.-grito y la mirada del chico cayó sobre su cuerpo.

-No...-susurro dejando el cómic en el pasto.

-Traigo tu sombrero.-rió Jade.-Así que... o me dejas pasar, o vienes a fuera.

-¡Los dos son igual de peligrosos!.-dijo el chico para luego arreglar su cabello.

-Bueno...-dijo Jade y se lanzó al refugio del adolescente.-Yo pasó.-sonrió.

La sensación que le causaba el, era extraña, era de terror, pero tenía esa curiosidad, era como si quisieras saber toda su historia.

¿Enemigos? «Carl grimes»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora