Capítulo 11: The truth pt. 2

863 78 8
                                    

Lentamente, abrí los ojos, sin saber bien qué había pasado. Leve luz se filtraba por las persianas, iluminando levemente a mi Donghae, durmiendo en el sofá frente a la camilla. ¿Qué pasó? Varios cables se conectaban con mis venas, siendo tapados por un largo pedazo de cinta blanca. Mi cabeza dolía poco pero podía aguantarlo. Una canción conocida rompió el silencio del cuarto. Donghae se exaltó y buscó su teléfono en su bolsillo, sin percatarse que yo estaba despierta.

-Lee -susurró, cerrando los ojos y soltando un bostezo. -No, aún no... -abrió los ojos y me miró -Hablamos luego -colgó su teléfono y dejó que cayera al otro lado del sofá.

-Hae -susurré. El reloj frente a mí marcaba pasadas las dos de la mañana.

-¿Cómo te sientes, pequeña? -preguntó, levantándose y acercándose a la cama.

-Me duele la cabeza -admití, cerrando los ojos para alejar el malestar -Pero mal... por... lo del otro día.

-Yo me siento mal, lo siento tanto, cariño. Verte perder el conocimiento en mis brazos me hizo darme cuenta lo idiotas que fui ese día y...

-Me enamoré de ti, Hae -solté. No sabía qué decir o cómo decirlo, pero estaba segura que era de él de quien me había enamorado.

-¿Te he dicho lo linda que te ves con la luz de la noche iluminando tu cara? -preguntó, sonriendo.

-Hae -susurré emocionada, sonrojadome totalmente. -La noche no tiene luz -reproché juguetona -De hecho, la luna tampoco, por lo menos, propia no...

-__________ -llamó, intentando reprenderme. -¿Te he dicho que eres experta en arruinar momentos cursis? -preguntó, soltando una risita nerviosa al decir cursis. No sería una palabra que él utilizaría a menudo. Con delicadeza, tomó mi mano y acaricio el dorso con sus labios, luego dejó un pequeño camino de besos hasta los nudillos.

-Lo siento -me disculpé, tímida.

-¿Estás cansada? Porque tengo algo que hablar contigo -susurró, aún con mi mano sobre la suya.

-Si es algo malo, sí estoy cansada -susurré. Sabía qué quería hablar conmigo. -Pero si es sobre algún tema feliz, la noche es joven -argumenté.

-Duerme -dijo indirectamente. Oh. Iba a levantarse de la camilla, pero jalé su mano, y su atención.

-¿Podrías... acostarte conmigo hoy? -pedí, más roja que nunca. No lo miré, pero escuché como sonreía. Asintió y me moví a un lado. Cuidadosamente, se recostó a mi lado, y me abrazó por encima de la cobija. Quedamos frente a frente, su respiración acariciaba amablemente mis labios. Con un poco de dificultad, me acerqué a él, y rocé levemente los míos con los suyos. -Buenas noches -susurré, antes de caer en un sueño profundo y tranquilo.

~*~

-Lo siento -susurré otra vez.

Hwa Yun me miraba como una madre regañando a su pequeña hija.

-¿Por qué no nos lo dijiste, cariño? -preguntó Hwa Yun.

-No lo sé, pero lo siento -repetí, sin saber bien qué decir.

Mi amiga miró a mi novio, buscando ayuda o alguna respuesta.

-¿Puedes dejarme a solas con ella?

Hwa Yun asintió, me miró por última vez y salió el cuarto. Donghae me miró, con tristeza.

-¿Por qué, cariño? -cuestionó, aún mirándome con esos preciosos ojos que, ahora, me perforaban el alma al verlos llenos de dolor y arrepentimiento. -¿Por qué te estuviste sobre exigiendo estas semanas?

-N-no lo sé, me pasaba tiempo extra en la sala de baile... y... perdía la noción del tiempo, ensayaba un movimiento que tuvimos que cambiar en la coreografía del debut porque no podía dominarlo. Le pedí hace unos días a la profesora de baile que me ensañase el movimiento más difícil que ella considerase que yo no podría hacer... practicaba horas, llegaba pasada la media noche a casa... e incluso continuaba en casa, hasta estar satisfecha... pero a veces no... no lo lograba y me detenía hasta estar realmente agotada. -decidí omitir detalles, como la hora en la que me detenía. Lo mortificaría aún más.

-¿Y sobre comer? -preguntó. Su mirada continuaba en mí; parecía que buscaba algo.

-Lo descuidé sin saber, me metía mucho en los ensayos que me olvidaba de detenerme para almorzar algo. Lo siento -en ese punto fue cuando me di cuenta de las tonterías que estaba haciendo, y las consecuencias que causaban.

Donghae no dijo nada, se acercó y colocó dos mechones de cabello detrás de mi oreja.

-Prometeme que no volverás a hacerlo... que vas a comer bien, a tus horas y que me pedirás ayuda, si así lo quieres, para tus bailes -susurró, mirándome a los ojos, ablandando la mirada. -¿Y la presión y el estrés?

-Mis padres -susurré. Realmente no quería hablar del tema, pero sé que insistirá hasta que le diga que ocurrió. -Cuando me fui a Mokpo, en agosto, discutí con ellos, luego de descubrir que ellos utilizaban... pastillas para mi memoria... que querían borrarte de mi vida -pequeñas gotas saladas comenzaban a caer y humedecer parte de mis mejillas. -Creían que eras mala influencia para mí, sin importarles nuestros sentimientos y los años de amistad. Sin piedad, comenzaron a lograr su objetivo; fingiendo mi muerte contigo y tu familia. -sus ojos comenzaron a aguarse. No llores, amor. -Hwang Mi y Danbi también las tomaron por un tiempo, pero ellas no olvidaron tanto como yo... Yo no te olvidé, Donghae. Yo no entré por la puerta de audiciones de la SM fingiendo que tú y yo éramos extraños... -comenté, observandolo quebrarse.-Ella llamó, quería que ambas charlasemos, pero yo no quería. Aún ni siquiera he procesado lo que pasó, no quiero hablar con ellos por un tiempo, será lo mejor para los tres. Pero me duele alejarme de Danbi.

Minutos pasaron en los que mis sollozos se escuchaban en la habitación. Donghae miraba por la ventana, aún tratando de calmarse.

-Yo... no sabía nada de eso. Nada. Yo creo que deberían... charlarlo juntos, tranquilamente. Y sobre Danbi, invitala unos días a Seúl, puede quedarse en mi departamento y yo con los chicos en la casa. Haré lo que sea por ti, solo te quiero sana. No vuelvas a darme un susto así, mujer.

-Lo siento tanto, Hae -susurré, levantándome de cama, tratando de caminar hacia él.

-No no no, recuestate y descansa -susurró, evitando que caminase más. Haciendo caso omiso, alcé mis brazos y los dejé justo detrás de su cuello. Me puse de puntitas y me acerqué para besarlo lentamente. Su mano tocó mi mejilla, y la otra mi cintura. Gustosos, continuamos besándonos por un par de minutos, disfrutando nuestra compañía mutua.

Sentí un peso de menos al contarle lo que sentía a Donghae.

-Te quiero mucho, Hae -dije segura sobre sus labios, antes de volver a juntarlos con los míos. El dijo un yo también entre el beso. Me sentía afortunada por tener alguien como él a mi lado.

-*-*-*-*-*-*-

Hola ^^ (?

Una pregunta anda rondando en mi mente:

¿Les gusta el lemon? ¿Les gustaría leer al Hae en otro ambiente, cambiando lo romántico por algo más sexy?

Tengo en mente muchas ideas, y últimamente estoy trabajando en varios proyectos, entre ellos, uno de Donghae pero... versión lemon.

Así que, en sí, la pregunta es: si yo publicase un lemon con Donghae, ¿lo leerían?

¡Muchas gracias por leer, votar, comentar y apoyar esta historia!
Se aparecían mucho los votos y comentarios cada vez que actualizo.

사랑 para todas.

Amor A Segunda ConquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora