Capítulo 7: Missing.

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Era una broma, ¿no?. ¡Qué clase de pregunta es esa, Lee Donghae! Tenía todos mis sentimientos a flor de piel, estaba totalmente sofocada. Pero también estaba totalmente segura de lo que quería.

-Dios, ¡sí!

Emocionada, le abracé efusivamente. ¿Cómo decir que no? Si es súper lindo y todo esto es... estoy sin palabras, sin duda. Sin duda alguna, le quería. Le quería bastante.

-Es el mejor regalo de cumpleaños, cariño.

¡Woah! ¿Llevamos segundos y comenzamos con los sobrenombres románticos? Sonreí. Sonreí como nunca en mi vida. Me sentía tremendamente feliz.

-¿En serio? Quiero darte uno mejor.

Sonrojada, acerqué mis labios a los de él, sentí su roce, suave y dulce, tal y como lo recordaba. Sin más rodeos, me acerqué otro poco hasta finalmente juntar nuestras bocas en un tierno y lento beso. No era demandante, no era apasionante. Era amoroso. Transmitía todo sin necesidad de palabras. Al separarnos, una pequeña sonrisa se plantó en sus labios.

-Este lugar me es familiar -comenté, de la nada.

-¿Si? -pregunto, mirándome a los ojos. Asentí, causando otra sonrisa y una leve risa por parte de él.

-¡Hey! ¿Qué ocurre? -pregunté desconcertada.

-No creí que lo recordases, pequeña.

Volví a mirar a mi alrededor. ¡Claro! ¿Cómo olvidarlo?

-¡Gangman! -exclamé.

-¡Bingo! -respondió susurrando. -Te he traído a Gangman porque... bueno... -levantó una mano y rascó su nuca. Lucía nervioso.

-Aquí grabamos el MV de Growing Pains... aquí... bueno tú...

-Fui de lo peor contigo, perdoname por eso, pequeña.

-No hablaba de eso, Hae. Además, te he dicho mil veces que esta bien. De hecho, aquí... bueno... fue la primera vez que tú y yo... -calor. ¡Por dios, mujer! Acaban de hacerlo y no puedes decirlo.

-La primera vez que te besé desde... eso -finalizó él. Asentí aún colorada. -¿Te han dicho que te ves demasiado tierna cuando te sonrojas? -sus manos apretaron mis mejillas, que estallaban en rojo. Sonrió. De nuevo.

-Donghae -susurré nerviosa.

-Vale, vale -me acerqué y le di un beso corto. -Ahora vayamos a cenar, en nuestra noche especial.

~*~

-¿Lista? -me preguntó Donghae, apretando mi mano. Negué. -Cariño...

-No puedo, Hae. No quiero... -cerré mis ojos fuertemente, mientras sentía sus confortables brazos aprisionarme.

-Estará bien -susurró, besando mi coronilla. No tenía más remedio que aceptar.

Subimos al auto y nos encaminamos al lugar. Al llegar, el paso comenzaba a bloquearse por varias fans que estaban ahí para despedirle. Cuando la camioneta de la SM se detuvo, todos bajamos de ella. Hwa Yun estaba junto a mi, tratando de aguantar las lágrimas que comenzaban a salir. Observé a lo lejos el cuerpo de mi mejor amigo, parado en el "escenario", observando la multitud frente a él. Tenía el cabello más corto que antes, pero aún así seguía igual de guapo que siempre. Portaba un traje verde militar, dejándole saber a todo el mundo qué haría los próximos dos años. Junto a él, el mejor amigo de mi novio. Las primeras semanas, Donghae me había dicho que ambos iban a estar en entrenamiento o capacitación, después Siwon trabajaría en la policía de Seúl, lo cual podía garantizarme verle de milagro algún día. Aún así, no sería lo mismo. Hwa Yun y yo nos acercamos a la esquina derecha, sabía que Super Junior estaría de lado contrario, frente a nosotras. Unos minutos pasaron, hasta que Siwon se acercó a su hermana y la abrazó. HwaYun lloraba sin consuelo. Le costaba mucho separarse de él, de nuevo. Ryeowook la miraba desde el otro lado, se notaba que le dolía verla llorar. Aguantaba las lágrimas, estaba cerca de romperme, y lo sabía. La mirada de Donghae desde el otro lado me observaba atentamente, sus ojos de alguna manera me confortaban, me decía todo con la mirada, aunque él estuviera peor que yo. Eunhyuk llegó hasta el, veía cada uno de los movimientos que hacían: se abrazaban, charlaban, se susurraban cosas al oído, finalmente derramaron unas lágrimas. Le dolía. Incluso más que a mí. Verlo así me rompió el corazón, fue suficiente: comencé a derramar todo lo que estaba reteniendo. Siwon y su hermana se separaron, dio unos pasos y me miró. Pasó sus pulgares por mis mejillas, suspiró y me miró.

-No llores, mujer. Ya tienes una razón para sonreír, ¿no? -movió su cabeza discretamente señalando el otro lado. -Te voy a extrañar mucho, ¿lo sabes? -asentí -Además, sabes que nos podremos ver algún día, recuerda que no me olvidaré del álbum especial de Navidad. Te quiero mucho, ______, no lo olvides.

Sin más decir, me atrajo a él, abrazándome, aún llorando. Le correspondí el abrazo, hasta que un carraspeo de voz nos llamó la atención. A mi lado estaba Donghae, esperando despedirse de su amigo. Siwon sonrió de lado. Le causaba gracia que Donghae se pusiera celoso por eso. Sin esperarlo, besó mi frente. Atrás, las fans gritaban por el acto de Siwon. Un bufido se escapo de los labios de mi novio. ¡Discimulalo un poco, Hae! Reí. Sequé mis lágrimas, le dije un «yo también » y dejé que caminase frente a Donghae. Intercambiaron un par de palabras, Siwon sonrió y Donghae también. Todo estaba bien. Unos minutos bastaron para que Eunhyuk también pasara por nuestro lado, le deseé lo mejor y caminaron al frente. Inesperadamente, ambos se sentaron sobre sus rodillas y llevaron sus frentes al suelo. El sentimiento regresó a HwaYun y a mi, abrazándonos, parecíamos Magdalenas. El evento terminó con el paso de una media hora. Siwon y Eunhyuk desaparecieron de la vista de las fans y de las nuestras. Me resigné. Tenía que aceptarlo, esperaba que estos dos años se pasasen lo más rápido posible, y los de Donghae... me costarían mucho. Muchísimo.

Al llegar al estacionamiento, el Cadillac de Donghae estaba ahí. Antes de subir, me extendió los brazos, que yo gustosa acepté, me acurruqué en su pecho. Suspiré. Estaba triste, ambos. Lo miré, e intentó regalarme una sonrisa.

-No tienes que fingir estar bien conmigo, cariño. Está bien, si quieres desahogarte. -comenté, cerca de sus labios.

-Estoy bien, amor. -lo miré nada convencida. -De verdad, cariño.

-Hae... -juntó sus labios con los míos. No sabía que hacer. Seguirle indicaría que había ganado, no corresponderle me costaría y no sería lo recomendable, ahora que necesitaba apoyo. Decidí corresponderle, pero hablaríamos sobre el tema en su departamento. Previamente, me había dicho que necesitaba hablar conmigo, y habíamos acordado tratar el tema hoy, luego de la despedida con Siwon. -Tramposo -suspiré.

Abrió la puerta de su auto, y entré en el. Me imitó y se sentó en el lado del copiloto. Condujo en silencio. Al llegar al edificio, el silencio continuó entre nosotros. Estaba nerviosa. No tenia ni la menor idea de lo que hablaríamos, pero sentía que era algo malo. Una vez dentro del departamento, me senté en uno de los sillones. Donghae caminó a la cocina, luego salió con dos vasos de agua. Se sentó en diagonal conmigo, me dio el vaso, cosa que agradecí, y me miró.

-¿Qué pasa, Hae? ¿Ocurre algo?.

El miedo y la preocupación se quedaban cortos junto lo que sentía ahora. Su mirada reflejaba preocupación.

-¿Donghae? -cuestioné nuevamente, asustada. ¿Qué ocurre, Hae?

Amor A Segunda ConquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora