El destino me ha hecho quien ahora soy. [JustinBieber y ___(tú.)]

Capítulo#O2: El destino me ha hecho quien ahora soy.

Capítulo#O2♥: "El destino me ha hecho quien ahora soy."
- Mírame, y no digas nada.- Me dijo.

Lo miré a los ojos, se le veía un brillo súper especial, podía ver como sus pupilas se le dilataban. No podía creer que me este mirando de esta manera. «Quizás ya se dió cuenta que eres tu.» "A lo mejor, ¿y ahora que hago si se dió cuenta?" «No hagas nada.» "Okay"

- Te me pareces a alguien muy conocida, espera.- Sonrío.- ¡Tu, tu... emm eres aaa, emm ____!- Dijo tartamudeando.
- Emm, aaaa.- No puedo seguir con esto. Mis ojos empezaron a soltar lágrimas, era imposible.
- ¿¡Contestame!?- Me dijo histérico.
- Creo que fue un error haberte conocido, Justin Bieber.- Dije agachando mi cabeza.
- ¡Pero! ¿¡QUÉ DIABLOS DICES!? SIN SABER TE CONFECE MI AMOR, ¿POR QUÉ ES UN ERROR?- Preguntó con sus ojos brillosos, llenos de lágrimas.
- Por favor, entiéndeme. Siempre pensé que me odiabas y que me repugnabas.- Dije.- ¡A ver! No llores, no soporto ver a un hombre llorando.- Le dije siendo sincera.
- Pero, ¿cómo no llorar si al fin te tengo frente a mi? Llevo estos largos 4 años intentando buscarte hasta por facebook. Te encontre, pero no me atrevía a enviarte la solicitud de amistad, por estúpido que soy, había pensado que te había perdido, pero no. Estas aquí, frente a mi, _____. Te veía todos los días, en estos 4 años. viendo tu foto de perfil, admirando tu belleza, pero en la foto no estas como ahora.
- Sí, porque en la foto es de cuando tenía 16 años.
- ¿Y por qué no pones una foto de ti en la actualidad? ¡Si eres más hermosa todavía!
- Eso no decías hace 4 años, decías todo lo contrario, Justin.- Dije con la cabeza gacha.
- ¡Te acabo de decir toda la verdad!
- Lo sé, Justin. Y no sabes cuanto me duele saberlo.- Dije mirándolo a los ojos.- ¿Sabes por qué?
- ¿Por qué?
- Porque pensaba que eras un chico honesto, en aquél tiempo.
- ¡ERA UN IGNORANTE, ______! ENTIENDELO, POR FAVOR. ¡SEAMOS AMIGOS, TE LO RUEGO!- Me dijo ya llorando, se me parte el alma ver a hombre llorar y más si se trata de él.- Seamos amigos, por favor. Lo demás lo decidirá el tiempo.- ¡Esperen que intenta de decir! «Dale una oportunidad, al muchachito de Dios, _____» "Tu cállate, bueno es verdad. Le daré una sola oportunidad, pero si me hace algo lo mando a volar."- ¿Y qué dices?- Me preguntó con su mirada esperanzada.
- Esta bien, pero a la primera que me hagas daño, te mando a volar.- ¡DIOS MÍO, QUE HORA SERÁ!- ¿Me puedes dar la hora?- Pregunté.
- Son las 5:00pm.- Me dijo sonriéndome.- Hey, gracias. Creo que este es el día más feliz de mi vida, ____.-
- ¡Que lindo! Pero me tengo que ir.- Reí.
- Oh, cierto. Pues, te invitó a cenar aquí, por fis acepta la invitación.- Hizo pucherito.
- Esta bien, esta bien, ¿a qué hora?
- A las 8:00pm, ¿esta bien? Mi mamá es la que cocina.- Reí por su cara.
- Esta bien, aquí estaré a las 8:00pm, nos vemos.- Abrí la puerta para irme.- Adiós, Justin.- Le dí un beso en la mejilla.

Me fui corriendo a mi casa, ya que mi mamá debe de estar furiosa por lo que pasó, digo por llegar tarde. Rápidamente diviso a ver si el auto de mis padres se encontraba al frente de casa y veo que si, que está.

Abro poco a poco la puerta, pero mi mamá no estaba en la sala, aproveche y subí, para poder arreglar mi dormitorio. Subí las escaleras cuidadosamente. Parece que mi padre me había subido las maletas, rápidamente entre a mi habitación y hice mi cama, también limpié un poco, observé con raresa mi habitación. Mis peluches seguían aquí, mi abuela no los ha botado, es hermoso.

- Hija, ¿eres tu?- Dijo mi madre en el otro lado de la puerta de mi habitación.
- Si mami, soy yo.
- Ah, ¿qué quieres de cenar?- Dijo entrando a mi habitación.
- No es necesitario que me hagas de cenar, nuestro vecino me invitó a cenar con su madre.- Sonreí.
- ¡Ajaaaaa!- Sonrisa malevola.- ¿Cómo se llama?
-Drew, se llama Drew.- Sonreí.- Bueno, mamá, ¿qué hora es?
-Son las 7:00pm.
- Bueno, fuera de mi habitación, que me tengo que vestir.- Reímos.
- Bueno, hija bañate bien.- Reímos.

Cuando salió de mi habitación, rápidamente me dí una ducha de 15 minutos. Salí de la ducha, cepillé mis dientes. Y me vestí con un traje pegado, blanco, unos tacones no muy altos y una hermosa coleta de caballo. Me maquillé un poco, y arregle mi cabello. Revisé la hora y el reloj marcaba las "7:50" Hora de irse. 

Bajé las escaleras, vi a mi madre en la sala. Me despedí de ella y me fui para casa de Justin.

*En casa de Justin*

"Ya voy" dijeron desde adentro.

- Hola, ____. ¡Que bueno que llegaste! Pensé que no ibas a venir. Adelante.- Dijo Justin haciendo un espacio para que entrará.
- Claro que iba a venir, quien promete cumple, Justin.- Sonreí.
- Ven, vamos a sentarnos en la sala, a lo que mamá viene de arriba, esta cambiando a Jazzy.- Sonrío.
- ¿Quién es Jazzy? ¿Tu hermanita?- Pregunté mirando hacia el televisor.
- Si, es mi hermana pequeña. También tengo a mi hermanito el más pequeño, pero esta durmiendo como siempre.- Sonreí.
- Emm okay, que lindo.
- Oye, ___. Necesito decirte algo.
- Adelante, diga usted joven Bieber.- Río.
- Bueno, quería pedirte disculpas, disculpas por lo mal que te traté cuando éramos unos chicos, de verdad estoy muy arrepentido.- Mis ojos estaban apunto de derramar esas lágrimas que amenazaban con salir de ellos.
- No te preocupes, como tu dices, éramos demasiado pequeños.- Sonreí.- Disculpa aceptada.- Me abrazó.
- Gracias, ____. ¡Eres muy especial!
- Nada que agradecer, Biebs.
- ¿¡Biebs!? ¿Qué es eso?
- Es el apodo que te puse cuando éramos de 15 años.- Reí.
- Me gusta, ¿sabes?- Me miró.
- ¿Qué?
- Te tengo un apodo.
- ¿Cúal?
- Mi panesita.-Sonrío tiernamente.
- ¿¡CÓMO!?- Reí
- Mi panesita.
- Esta lindo.- Sonreí.
- Dime, ¿cuántos años tienes?
- La misma que tu, tonto.
- Ah verdad.- Río.
- Ajam.- Reí.

Él acorto la distancia que había entre nosotros, ahora podía sentir un calor que me transmitía el cuerpo de Justin, un calor de cómodidad. 

Le cambió la cara a dirección contraria y el me tomo por el mentón, colocó una mano en mi mejilla, me miro a los ojos, se encargó en acortar la distancia entre mi rostro y el de él. Rozo su naríz con la mía, sentía su calor, un calor que me llenaba de tímidez y miedo. Rozó sus labios con los míos, hasta que me besó. ¡Por fin puedo sentir los labios de mi primer amor! Se siente tan cómodo, sus rosados y carnosos labios convinaban con los míos a la perfección. El beso se tornó más tierno y dulce. Pero una voz hizo que nos separa.
- Chicos, a la mesa.- Dijo la mamá de Justin.
- Ah, mamá, eeem esta bien, pasamos ahora.- Dijo Justin nervioso. Yo sólo reí, pero mis mejillas estaba sumamente calientes de la vergüenza.- Pues, ___. Vamos a la mesa.-
- Vamos, Biebs.- Sonreí.
- Okay, Mi Panesito.- Reímos.