-¿Crees que te dirá algo por tu atuendo?- Dijo Harry, sacándome de mis pensamientos.
-No lo creo. Él sabe lo que hago.
-Aun no entiendo el punto de a hacerte la mosquita muerta para luego ser… ya sabes, lo que somos.
-No quiero problemas en la escuela. Esos quedan grabados en un expediente para siempre. Estos problemas solo quedan en mi cabeza. Además, interferirían en mi plan.- Ambos nos callamos después de lo que dije. Él sabía cuál era mi mayor deseo.
-¿Sigues queriendo escapar?- Pregunto Harry con algo melancolía en su voz.
-Por supuesto –afirme segura- Nunca quise esta vida y aunque todos me digan que no hay forma de salir, yo ya sé que es lo que tengo que hacer. Todo está calculado. Ellos me enseñaron lo que se y es hora de utilizarlo en mi propio beneficio.
-Si tú lo dices….
-Sí, lo digo.
En menos de lo que esperaba llegamos a nuestro almacén en las afueras de un campo de cultivos llamado Blue Lake. Como siempre estaban Taylor y Hoster en la entrada patrullando. Hicimos una especie de saludo que consistía en un movimiento de cabeza mutuo, ya nos conocían así que no hubo problema para pasar. Me pregunto si ya se convirtió en rutina para ellos vernos la cara todos los viernes. Adentro de la casa habían 4 cuartos y una habitación general. John usualmente estaba en la habitación de arriba. Abajo estaba el salón general que se usaba cuando planeábamos un asalto en grupo. Las demás habitaciones servían solo para cuando teníamos “invitados”, que según John, requerían algo de tortura para empezar una conversación.
Llegamos a la habitación donde estaba John. Era oscura y casi siempre estaba fría, a pesar de que no había ventanas o ningún tipo de ventilación. Una única lámpara vieja que colgaba del techo iluminaba la habitación. John se encontraba sentado en una silla con un alto respaldo atrás de un escritorio.
-______, Harry- dijo en forma de saludo- Siéntense.
Ambos hicimos lo que se nos pidió. Usualmente si éramos llamados a la habitación oscura era porque había un cambio de planes. Nuestros viernes consistían en conducir 1 hora hasta llegar a Chessfield City, una ciudad que se podría describir como grande, cercana y fácil. Teníamos que recolectar pagos y conseguir nuevos clientes.
Todo el mundo sabia que los viernes, Chessfield City era un autentico descontrol. Los patrulleros sabían que no podían con todo, por lo tanto existía un llamado “Pacto Tacito“ que consistía en que los viernes eran completamente libres pero fines de semana eran estrictamente controlado.
-Como ya deben saber, necesito que hagan algo mas- dijo John. Harry y yo nos miramos, ambos sabíamos que eso era mas que obvio. John nos paso una fotografía- Shane Grey. Me debe diez mil dólares. Lo encontraran en el estacionamiento de Skyy. Busquen la forma de traérmelo aquí vivo y recuperen mi dinero.
-¿Cómo quieres exactamente que lo hagamos? –Pregunto Harry.
-No me importa. Simplemente háganlo, quiero este trabajo hecho para hoy. Pueden irse- Harry y yo nos paramos pero John nos detuvo antes de llegar a la puerta.- Dame las llaves de tu moto, y ten- Le dio a Harry otras llaves- Son del Audi.
Si nos íbamos en auto, significaba que el trabajo iba en serio.
*********
-¿Qué haremos?- Le pregunte a Harry mientras íbamos de camino a mi casa. Tenía ideas en mi cabeza pero quería escuchar las suyas.
-Ya sabes cuál es mi opción favorita- Sonrió y yo solo rodé los ojos. Hace unos años habíamos ideado un plan muy estúpido pero efectivo. Básicamente, la parte elemental del plan era que yo usara poca ropa y aunque lo detestara, era con el que mejores resultados obteníamos.
Mi cuerpo no era perfecto, pero era mejor que normal y natural. Podría considerarme alguien con facciones atractivas pero mi pelo rompía con lo que se diría encanto. Es de color chocolate pero esta enrulado, y no hay día en el que el muy desgraciado de digne a comportarse a menos que tome medidas extremas.
-Debemos pasar por mi casa en tal caso- Le dije a Harry, tratando de hacerlo cambiar de idea.
-No tenemos tiempo.
-¿Entonces que mierda quieres que haga, Sherlock?
-Recuerda que la última vez te cambiaste en este auto
Estúpido Harry. Odio que tenga razón. El abrió un compartimento en la parte trasera, saco una bolsa negra y me la dio. Adentro habría una pollera negra que podría confundirse con un cinturón y un top negro con tachas que llegaba justo a la cintura. Para terminar con el hermoso contenido, unos tacones de estilo prostituta. Si, esos.
-¡¿Estas loco?! Yo nunca use esto, ni lo voy a usar.
-Simplemente me adelante a los hechos y lo compre con mucho amor- Rio. Al muy bastardo le parecía divertido.
-¡¿De que mierda te ries, acaso te parece divertido?!- De acuerdo, ya me estaba enojando.
-Oye, si fuera por mi, no estarías usando nada.
-Cuando vallamos a un bar gay y tengas que usar solo una tanga, no me vengas con reclamos.
-Apuesto que te excitaría esa imagen.
-Oh Dios, créeme que se te subirá el ego al cielo al ser admirado por miles de tu mismo sexo.
-Tranquila, solo tengo ojos para ti.
-Sera mejor que te metas esos ojos en tu único agujero mientras me cambie- Pase para la parte de atrás para comenzar a cambiarme. Sabía que Harry me estaba mirando. Hombre, tenía que ser- Si pones los ojos en la carretera, evitaremos un accidente.
-Si dejas de ser una distracción para mi mente, te lo agradecería.
Termine de cambiarme rápidamente. Me sentía una estúpida. A veces desearía no haber conocido a Harry, pero luego recuerdo quien verdaderamente es, y estoy profundamente agradecida de haberle dado mi crayón azul cuando teníamos 5 años. Me volví al asiento de adelante y trate de acomodar mi pelo, pero fue un intento en vano.
-Te sorprendería como cambias de un minuto a otro. De monja, pasas a ser la prostituta número uno de américa- Rio Harry. No me parecía gracioso en absoluto, pero al rato se me contagio la risa y ambos reímos. Se lo que parecía, pero yo no soy así.
-Aun así me amas- dije en tono burlón.
-Claro que sí. Te pagaría para que seas mi puta personal pero ya eres mi mejor amiga. Sabes, no te vendría mal un cartel que diga “en las noches le pertenezco a Styles”
-Algún día voy a tatuármelo, anótalo en mi lista de 100 cosas que hacer antes de morir.
El camino continuo de esa manera, con nuestras típicas bromas subidas de tono. Nunca me aburría con Harry, pero siempre había un hilo pendiente entre nosotros. El jamás me había contado como había entrado a los BlackKillers. El conocía mi historia, y todo por lo que había pasado. Pero nunca me conto nada sobre él.
Su padre murió hace tres años. Y exactamente hace tres años, lo vi por primera vez en el salón general del almacén en Blue Lake. Ambos nos quedamos mirando mutuamente, preguntándonos con la mirada como era posible que estemos ahí parados. Nos asignaron juntos como equipo de trabajo. Supongo que ya sabían que nos conocíamos, por eso estábamos como equipo. Me llevo un mes contarle como había entrado, pero él siempre me decía que prefería no hablar de eso. Siempre respete su decisión.
Ya habíamos entrado a Chessfield City y nos dirigíamos a Skyy. Skyy era un bar donde casi todos iban, excepto los de Blue Lake, donde vivíamos. Ellos sabían que solo podían salir los sábados, así que nunca nadie se imaginaba que yo, la chica tímida y antisocial, podría estar en un lugar así. Pero simplemente, son apariencias.
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Standing in the dark
FanfictionHace ya unos años que _____ Wells mantiene una doble personalidad. Pero, claro, las mascaras no duran para siempre, y menos cuando el amor esta en juego.