Harry comenzó a besarme con desesperación. Sus besos eran cálidos y suaves pero al mismo tiempo llenos de deseo. Le seguí el beso y él sonrió en respuesta. Él coloco sus manos alrededor de mi cintura y yo acariciaba sus rulos mientras los torcía entre mis dedos. Sus besos comenzaron a bajar hacia mi cuello, hasta que dio una pequeña mordida en este. Gemí ante la sensación de su lengua contra mi piel pero rápidamente me di cuenta de mi error. Estábamos en un gimnasio. Esto no podía pasar así.
-Harry… -dije pero no recibí respuesta. El muy estúpido estaba entretenido- Harry… Para…
-Mmm… -¿Esa es tu respuesta?
-Enserio Harry, tienes que parar.
Él se detuvo pero no pudo evitar mirarme como si no me conociera y al mismo tiempo con enojo.
-¿Cuáles es problema? ¿Estás en tus días?
- ¡No! ¿Por qué esa es siempre la respuesta para todo, eh?- grite. No tenía ningún derecho a enojarse.- Además, el único problema es… -me interrumpió.
-…Que no quieres- dijo terminando mi frase. Eso no es lo que iba a decir- ¿Acaso me volví feo?
-Si pedazo de idiota, eres feo. –Mordí mi labio evitando una carcajada.- Tu cabello esta grasoso.
Oh, el cabello de Harry era como su interruptor de orgullo. Hablabas mal de su cabello y era probable que no vivieras para contarlo. Por supuesto, yo era la excepción a la regla. Habría sido mi séptimo entierro de haber sido el caso.
-Auch, eso duele, ______. –fingió estar dolido, aunque yo sabía que muy dentro suyo, había movido algo.
-Es un chiste, campeón. Solo es que estamos en un gimnasio. No soy una cualquiera para que te tires en cualquier lado que quieras.
-Oye, tu no eres cualquiera. Eres mi mejor amiga. Una chica que tiene todo lo que cualquier chico quisiera y si fueras una cualquiera no habrías durado conmigo más de ocho horas. Trece años de amistad no los tiene cualquiera, _____. Eres especial, me gustaría que algún día lo vieras tan claro como lo veo yo.
Dios, esta no era la respuesta que esperaba.
-No era hora de ser romántico, Hazza. Simplemente fue un comentario.
-Pues eso no él lo que entendí yo. Te sientes así, lo sé muy bien. Pero esa estúpida imagen de ti misma que tienes en tu cabeza es cualquier cosa menos lo que en realidad eres –un brillo en sus ojo me demostraba que lo que decía iba enserio. Él se apartó de mi cuerpo para recostarse a mi lado.- Además, creo que para algo rente el gimnasio para uso personal.
-¿Fue solo para eso? Eres un grandísimo idiota –sonreí.
-¿Crees que te follaria si hubieran más personas presentes? –Alce ambas cejas y fruncí los labios- De acuerdo, si fuera mi decisión lo haría.
Me limite a rodar los ojos y levantarme. A veces Harry se comportaba extraño. Primero se enoja, luego ríe, le sigue un ataque de romanticismo y por ultimo bromea, todo en menos de cinco minutos. Nunca voy a terminar de entenderlo. Harry se levantó a continuación y me miro expectante.
-¿Terminamos?
-Seguro, ya estoy cansada y tengo hambre.
-¿Quieres que vayamos a comer? –pregunto mientras salía del ring y buscaba su bolso.
-No, lo siento. Le prometí a mi abuela que estaría con ella esta noche. Ya sabes, quiere estar un tiempo conmigo antes de su viaje. Puedes venir a comer con nosotras si quiere
-No, está bien. ¿Sigue con lo de la publicación de su libro?
-Sí, todavía no me ha dejado leerlo. –fui por mis cosas que estaban en el vestuario y me cambie con mi ropa común, aunque no tanto. Tenía un jean un poco más ajustados que los que uso para la escuela, junto con una musculosa negra y una chaqueta de cuero sintético roja. Mi cabello lo recogí en un moño alto y me puse unos anteojos de medio marco negros.
-Todo un sexy secretaria. ¿A dónde vas? –inquirió Harry.
-Ya te dije, con mi abuela.
-¿Así vestida? Ja, no lo creo.
-Es enserio. ¿A dónde iría?
-No lo sé, tu dime. –Si quería ir a un lugar pero no iba a decírselo. No ahora. Al ver que no cedía, cambio el tema- ¿Te llevo a casa?
-No, gracias. Voy a caminar un poco. –Me dirigí a la puerta y cuando estaba a punto de salir, me di cuenta de que Harry estaba justo atrás mío.- Ni se te ocurra seguirme, Styles.
-No lo hare. Seguiré entrenando un rato, después de todo, el Force es mío por hoy.
-Bien, si tú lo dices –lo mire extraña pero no dije nada. Me di vuelta para irme pero me volvió hacia el en un simple movimiento- ¿Se te está haciendo una costumbre esto de detenerme antes de que me vaya?
-Es probable- sonrió mostrando su perfecta dentadura blanca- Aun te debo tu sorpresa.
Joder, lo había olvidado. Esto es por lo que amo a Harry. Camine junto a él hasta llegar a sus cosas, de las cuales saco una caja forrada con papel de regalo rojo.
-Tu color favorito, por cierto –dijo señalando el papel. Yo sonreí tontamente e intente abrir el paquete- No, no, no, ábrelo en casa.
-¿Al menos me dirás que es?- dije guardo su regalo en mi mochila. Harry negó divertido y me beso en la mejilla.
-Adiós, _____.
-Adiós, Harry.
Ahora si pude salir sin ser interrumpida. Sabía que no era conveniente dejar a Harry solo en un gimnasio, a veces él puede ser algo… destructivo. Puede que no le haya pasado nada ese día, pero su pasado y emociones que parecían olvidadas vuelven y controlan su presente. Un recuerdo puede hacer que él se vuelva totalmente violento, mientras que otros podían calmarlo.
Estaba absorbida en mis pensamientos de Harry mientras caminaba que no note a la persona que venía de frente. Claramente me di cuenta cuando mi mochila se cayó y junto con ella todos mis papeles importantes. Yo también me tambalee pero antes de llegar al suelo, unos brazos me tomaron de la cintura. ¿Qué tan típico de 1 al 10 es esto? Los brazos eran fuertes y grandes, por lo tanto había chocado con un hombre.
-Lo lamento mucho –dijo el desconocido. Pero esa voz era prácticamente irreconocible. –Puedes abrir los ojos, sabes.
No había notado que mis ojos estaban cerrados. Seguro esperaban el golpe que nunca llego.
-Lo sé, lo lamento también –dije mientras me separaba de él y comenzaba a juntar mis cosas.
-Deja que te ayude.
-¡No! –grite. El desconocido me miro extraño como si no entendiera mi reacción- Quiero decir, no es necesario, pu-puedo yo sola.
Definitivamente no quería que viera lo que tenía escrito en esos papeles.
-Como quieras, desconocida.
-¿Cómo me llamaste?- ¿Coincidencia? No lo creo.
-No se tu nombre. –sonrió. Cuando hube terminado de juntar todo, el me ayudo a levantarme.- Este es el momento donde tú me dices el tuyo, yo el mío y luego te invito tomar un café.
Dude en decirle mi nombre, en realidad trataba de recordar si ya lo había hecho, pero no lo recordaba. Él se veía amable y no me reconocía.
-Soy ______.
-De acuerdo, ______, ¿Quieres ir por un café?
Tarde un instante en responderle. Estaba tratando de ver si estaba jugando alguna clase de juego, pero no era así. El definitivamente no se acordaba de mí. Sentí una sensación de decepción, pero la ignore rápidamente. Tenía hambre y más tarde no tendría tiempo para parar así que me convenía aceptar su oferta.
-Claro, pero aun no me has dicho tu nombre.
-Oh, soy Justin Bieber.
Yo si te recuerdo.
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Standing in the dark
FanfictionHace ya unos años que _____ Wells mantiene una doble personalidad. Pero, claro, las mascaras no duran para siempre, y menos cuando el amor esta en juego.