One-Shots of Chandler Riggs

Vacaciones

Cada Navidad mi familia se reúne para tener unas vacaciones fuera de la ciudad y este año no fue la excepción, iríamos a Italia, era un viaje largo y para muchos era extraño ya que casi nunca salíamos del país.
Acabamos de llegar al hotel, el lugar era bello pero no me llamaba la atención, solo quería dormir, estaba muy cansada ya que en el transcurso del viaje un señor delante de mí no dejaba de roncar.
Cuando desperté de mi siesta me metí a duchar para después salir a comer algo.
Iba llegando al elevador cuando choque con un chico que venía corriendo haciendo que yo cayera al suelo.
-Hijo de puta- articule después de un gemido de dolor, ya que me lastime mi espalda.

-Lo siento, yo no me fijé.-dijo el chico mientras me ayudaba a levantarme.-Soy Chandler Riggs.-dice y estiró su brazo para estrechar las manos

-Blair Thompson, un gusto.-digo correspondiéndole el estrechamiento.

-¿y a dónde ibas Blair?-dice con una gran sonrisa.

-A comer-digo sin importancia mientras muevo mis pies de un lado a otro, ya que hago eso cuando estoy nerviosa.

-¿Puedo acompañarte?-me pregunta alzando una ceja para después ver lo que hacía con mis pies.

-No gracias-digo deteniendo mis pies obligándole a verme- ya has hecho suficiente por hoy, hasta luego- y me fui caminando hacia las escaleras dejándolo ahí solo y al elevador.

Después de eso llegue al comedor y me senté a un costado de mi hermana, toda mi familia reía, parecía que se la estaban pasando bien.

-Tardaste mucho,¿qué hizo que demorarás tanto?-me dijo mi hermana mientras metía un trozo de carne a su boca.

-Un chico-después de decir eso mi hermana formó una "o" con su boca y para que no mal pensara le conté toda la historia.
Mientras le contaba todo sentí unos ojos mirándome, y cuando alce la mirada para observar al que me estaba mirando me encontré con los ojos azules de ese chico, Chandler Riggs. Estaba sentado con su familia enfrente de nuestra mesa,él no dejaba de mirarme y cuando notó que yo también lo veía, sonrío y yo voltee mi mirada hacia mi hermana.
-¿Y cómo es el chico?-me preguntó para después tomar un trago de su bebida.

-Pues es él-lo señalé con mi cabeza a lo que mi hermana muy discreta lo miro.

-Es muy guapo, sería un buen cuñado-dijo riendo-aparte se ve que su familia es buena, y no deja de mirarte-dice volteándome a ver con una mirada pícara.
     (...)
Pasaron los días y hoy era mi último día en Italia ya que mañana al medio día nuestro vuelo salía a casa, Chandler y yo nos hablábamos más  y hoy me había invitado a una cena, la razón por la que acepte fue por mi hermana ya que quería que conociera chicos nuevos y aparte toda mi familia incluyéndola saldrían a un club de adultos esta noche y me quedaría sola.
Mi hermana me presto su vestido rojo, dijo que hacía un buen conjunto con mis labios, lo cual era cierto ya que el tono natural de mis labios es algo intenso, aún así no quería ponerme ese vestido, era muy atrevido, pero no tenis opción, yo no traía ni un solo vestido de gala ¿quién trae esos vestidos a unas vacaciones de Navidad? Por dios.
Dieron las 8:00.
La hora en la que Chandler tendría que venir por mí, pero nadie llegó.
Pensé que tal vez se le hizo un poco tarde al vestirse pero no, dieron las 10:00 y me harté de esperar.
Me fui a dormir temprano, no quería pensar en nada. Eso era a lo que había venido, a no pensar en nada y relajarme, pero vaya, si me ilusione con ese chico.
Al día siguiente partió nuestro Avión, de regreso a casa.
Nadie dijo nada sobre mi supuesta "cita de anoche" pues ya todos lo sabían ya que deje todo como estaba y desperté de mal humor, ni siquiera mi hermana me pregunto.
Estaba a punto de llegar a mi país, ya que Italia no está tan lejos de Londres como de otros países. Cuando llegamos al aeropuerto un mensaje llegó a mi celular. Era él.
Blair, en verdad lamento no poder haber asistido a nuestra cena de anoche.
Tuve muchas complicaciones, me hubiera encantado verte por última vez.
Espero y algún día nos volvamos a ver.
Te quiero, y no quiero que pienses que no te quería, porque solo te estarías engañando.
Sé que soy un idiota perdón, pero te quiero, no te olvidaré, lo prometo.
Adiós Blair Thompson.

Ese mensaje fue lo último que tengo y se de Chandler Riggs, mi amor navideño.