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- ¿A dónde? – pregunto ______, haciéndose la desentendida.
- Ahí – volvió a apuntar el cuello-. ¿Qué te paso?.
- Me pico algo –soltó.
- Oh, claro – dijo Ryan, no muy convencido.
- Y emm, ¿Qué les toca ahora? – ______ cambio el tema.
- Historia –respondieron Ryan y Shirley.
- Matemáticas –dijo Fernanda, desanimada-. Creo que tengo el record de las peores notas en la materia.
- Oh, Chaz es bueno, tal vez el pueda ser algo así como tu ‘’Profesor a domicilio’’ – dijo Justin con un tono pervertido, levantando las cejas seguidamente-. ¿No es así amigo? – le dio unas palmaditas en el hombro.
- Ammm claro…-sonrió nervioso.
- ¿¡Enserio!? – a la chica se le ilumino el rostro-. Wow Chaz, gracias – sonrió abiertamente.
Chaz se quedo viendo a Fernanda directo a los ojos, provocando que las mejillas de la chica se tornaran rojas. Ryan hablaba divertido con Shirley y Justin miraba a las dos parejas.
- Esto es incomodo, ¿Deberíamos irnos? – pregunto el.
- Si, creo que estamos de sobra – ______ se levanto, seguida por su amigo.
Fueron al patio y ______ se sentó en la misma banca de la mañana.
- ¿Ya has pensado en que haremos la semana sub-siguiente?
Siempre que había fines de semana largos, los chicos salían a divertirse, claro antes solo eran ellos y los primos de Justin, pues no conocían a Fernanda ni a Shirley.
- No se, podríamos ir a la cabaña de mi tío como siempre lo hacemos o no se, quedarnos en casa jugando ajedrez –rio.
- ¿Sigues con eso?
- Lo siento, pero no puedo olvidar la vez que me lo propusiste .
- Sabias que te ganaría, por eso no aceptaste.
- Claro que no, es solo que no se me hace divertido estar moviendo caballitos.
- No se llaman así.
- Que importa, es aburrido –le sonrió.
- ______ negó con la cabeza-. Supongo que saldremos de la ciudad entonces.
- Si.
Luego de un silencio incomodo, la voz de una chica sonó fuerte en los oídos de ______.
‘’ ¿Esta tipa se trago un pito o que? ‘’ dijo ______, para si misma cuando vio llegar a Shanon, la porrista.
- ¡Justin! –grito y se sentó entre ellos dos. Poniendo a ______ furiosa.
- ¡Hola! –le sonrió.
- ¿Cómo estas?, no te he visto desde el domingo – le hizo un puchero.
‘’ ¡Perra!’’ dijo nuevamente para si misma.
- Si, lo siento por eso, tuve que irme…
- No te preocupes –dijo la rubia echándose el pelo hacia atrás, y pegándole con este en la cara a ______.
Si ______ no se hubiese aprendido a controlar, le hubiera quitado todas las extensiones de un tirón.
- ¿Harás algo el viernes? – le pregunto coqueta.
