CHAPTER THIRTY THREE.
Reí y subí al coche.
Él dio la vuelta y subió por el otro lado.
Cuando estuvimos a medio camino, Ryan hablo.
- ¿Me dirás que te ocurría en la tarde?
- En el restaurante.
- ¡No!, _____ dime ahora.
- Tengo que prepararme.
- ¿Para que?
- No quiero largarme a llorar en medio de la comida.
- Ah, _______ cuantas veces no te eh visto llorar…
- Lo se.
- Entonces.
- Agh, de todos modos te diré allá.
- Como quieras.
Seguimos hablando hasta llegar al restaurante.
Odiaba que Ryan me trajera a lugares así, todos refinados.
- Hubiéramos ido al Mc’Donals.
- Las papitas son duras y para más te las dan heladas y la bebida… ni hablar, pareciera que le echaran agua. Deberías dejar de alegar, _____ita y comenzar a dar las gracias por tenerme como mejor amigo.
- Esta bien, entremos –sonreí.
Caminamos hasta la gran puerta de vidrio y entramos.
Nos sentamos en la mesa más alejada y ordenamos.
No tenia idea de lo que había en el menú, por lo que pedí pasta, al igual que Ryan.
- Y bien… suéltalo.
- Es un poco complicado –hice una mueca.
- No tengas miedo a llorar, _______. Eres libre de expresarte –me alentó, con una sonrisa.
Tome aire y le empecé a contar toda la historia.
Desde que se había encontrado con Ivanna hasta que los había visto el día de hoy en el café.
Si, fue inevitable llorar.
- Ya me parecía raro. Justin llevaba tiempo sin mandarse una grande.
- Lo se, soy una tonta.
- No te culpes, ______, Justin es el que pierde.
- No, que va a perder…
- Pierde a una chica maravillosa, la más linda de todas. Claro después de Sophie.
- ¡Hey!
- Lo siento –rio.
- sonreí-. Gracias por todo, Ryan – me acerque a el y lo abrase.
- Naa, sabes que siempre voy a estar aquí para ti, ______ - me apretó más fuerte.
- Si,si… no respiro –reí
Después de que Ryan me soltó, volvimos a comer.
Había recapacitado, ya no habría más lágrimas para él…
*AHORA LA SIGOO