Mi amigo (YoonKook)

14

Dos días después del cumpleaños de Yoon Gi, acabé con dolor de estómago porque me comí la mitad del pastel. Sus padres me habían agradecido demasiado que acompañara a su hijo y jugara con él.

Después de los dos días, llegó el sábado. Mamá me dijo que no me llevaría al hospital, no entendí por qué y acabé enojándome con ella. Yo quería ver cómo le había quedado el suéter a Yoon Gi y si había pegado mi dibujo cerca de su cama...

Hice un berrinche frente a la puerta de casa y cuando papá me vio llorando, sin que mamá lo supiera, acabó llevándome al hospital. Papá me entendía bien...

Cuando llegué, vi que mamá se levantó de sopetón de su asiento y corrió hacia nosotros, con una cara de sorpresa. Miró enojada a mi papá y éste se encogió de hombros.

—¿Qué están haciendo aquí? —nos miró a los dos.

—Cariño, estaba llorando frente a la puerta, quería venir contigo...

Mamá me miró y enseguida desvió su mirada, se tomó la mitad del rostro con su mano como si estuviese muy disgustada con lo que papá había hecho.

No pudo hacer nada, me quedé ahí porque papá debía marcharse al trabajo. Me quedé junto a ella y le pregunté varias veces si podía ir a ver a Yoon Gi, pero ella me lo negó. Se supone que yo iba sólo para verlo, ¿qué iba a hacer ahí si no podía ir a su cuarto y jugar?

En un momento me escabullí y fui directo al cuarto de Yoon Gi. Cuando llegué, estaba vació, pero habían algunos globos colgando de su cama, otros se habían explotado.

Me pareció muy raro, no había rastro de sus pertenencias. ¿Y sus peluches?¿Mis dibujos que él pegaba en la pared? Me quedé sentado sobre la cama, esperando a que algo pasara. Pero nada sucedió.

¿Yoon gi, dónde estabas?

Después de un largo rato esperando en la habitación, en absoluto silencio, vi a mamá caminar hacia a mí. No parecía enojada, sino preocupada. Se sentó a mi lado y suspiró.

—Jungkook, ¿por qué te me escabulles así?

—Mamá, ¿por qué las cosas de Yoon Gi no están aquí? —le pregunté, mirándola a los ojos.

—Yoon Gi fue trasladado a otra habitación.

Alcé mis cejas y la miré con curiosidad. ¿Por qué lo habían llevado a otro cuarto?

—¿A dónde?

Ella me negó con la cabeza y me acarició la cara.

—No puedes ir ahí ahora, cariño...

—¿Por qué? —hice un puchero, enojado.

Mamá tardó varios segundos pensando si decirme o no, lo supe porque desvió su mirada. Esperé su respuesta impaciente, tomándola del brazo.

—Está bien, escucha. Ayer Yoon Gi tuvo un pequeño problema, tuvieron que operarlo, ahora está descansando. ¿Entiendes, cariño? No es hora de jugar.

Me quedé en silencio, preocupado, asustado, sorprendido... No sabía realmente qué estaba sintiendo mi cuerpo en ese momento. Lo que si supe es que se me hizo un nudo en la garganta y tuve muchas, muchas ganas de llorar. ¿Por qué tenían que pasarle tantas cosas feas a Yoon Gi? En ese momento quería verlo más que nunca.

—¿Él está bien, mamá? —le pregunte entre sollozos.

—No llores, mi pequeño—me abrazó con fuerza y acarició mi pelo— Después te llevaré a verlo, ¿sí?

Asentí rápidamente, pero me quedé esperando su respuesta... No me dijo nada más y me sacó de aquel cuarto, ahora vacío.