Treinta y uno de Diciembre

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Hoy es el último día de este año. Para celebrarlo haremos básicamente lo mismo que hicimos para navidad. Haremos una gran cena y esperaremos hasta media noche para darnos el famoso abrazo de año nuevo. La familia de Asher vendrá de nuevo, pero esta vez estarán más temprano por aquí porque la mamá de Asher quiere ayudar a tía Maddie a cocinar.

Mis tíos tienen mucho dinero. La empresa de tío Jace tiene mucho éxito. Matty está estudiando para poder heredar la empresa que con tanto esfuerzo tío Jace sacó adelante. Es el sueño de Matty. Lo que siempre ha querido hacer y de lo que siempre ha hablado. No le he preguntado si le gustó su carrera tanto como me gustó a mí, pero supongo que si ya que no me ha dicho lo contrario.

En fin, tienen tanto dinero que a veces no entiendo como no tienen más trabajadores aquí que no sea la familia de Asher. Una vez se lo pregunté a Mia y me dijo que sus padres querían que todos tuvieran una vida normal y de esfuerzo. Por eso no tiene sirvientas ni nada por el estilo. Me agrada eso de mis tíos. Por más millonarios que puedan llegar a ser jamás olvidan de donde vienen. O al menos tía Maddie porque por lo que sé tío Jace siempre ha sido millonario, pero no le gusta demostrarlo

Cuando la familia de Asher llega, lo hace junto con la pequeña Olivia, quien con mucha energía nos saluda a todos con una sonrisa en la cara. Es imposible no contagiarse con ella. Es una niña muy feliz.

-¡Liv!- grita Julian al ver a la hermana pequeña de Asher.

-¡Julan!- grita ella intentando decir bien el nombre él.

Julian toma en brazos a Liv y le da vueltas mientras ella ríe sin parar. A Julian le encantan los niños. Siempre ha sido así. Tiene una conexión con ellos impresionantes. Pueden ser los niños más desconfiados del mundo y aun así entregarse por completo a Julian e ignorar a los demás. Sospecho que mi querido amigo va a estudiar algo relacionado con los niños. No sé exactamente qué, pero será algo así. Tiene quince años así que tiempo para decidir tiene.

Saludo a la pequeña Olivia y a los demás. Me caen muy bien los padres de Asher. Me preguntan como estoy y parecen de verdad preocupados por todos nosotros. También mostramos el mismo interés y preocupación por ellos, más por el padre de Asher que sigue un poco delicado de salud, pero el no trabajar le está haciendo muy bien.

Cuando baja Mia del tercer piso se encuentra con Asher. Estos dos sonríen tontamente. Asher le da un beso en la mejilla a mi amiga que dura más de lo que un beso de saludo duraría. Definitivamente estos dos tienen algo. Mataré a Mia por no contarme qué es lo que está pasando. Oh, no puedo matarla. Yo le hice lo mismo con su hermano.

Mia y Asher se separan pero no dejan de mirarse.

-Mia, Lex, ¿Me hacen un favor?- pregunta la mamá de Mia.

No me había dado cuenta de que había entrado a la sala. Ella estaba en la cocina como lo ha estado en todo el día. Trabajando más que para navidad para que toda la cena salga perfecta.

Mia se acerca a mí y toma mi brazo enganchándolo con el suyo como lo ha hecho durante toda nuestra vida.

-Claro mamá, ¿qué necesitas?

-¿Podrían ir a buscar un pastel que su padre encargó hace unos días a la pastelería del pueblo? Le diría que fuera él, pero está con el padre de Asher...

-No se preocupe, nosotras vamos- le digo y ella sonríe.

Tía Maddie me pasa las llaves de su auto y un poco de dinero para pagar el pastel. Nos da las indicaciones sobre como tiene que ser el postre para que sepamos que nos están entregando el correcto y después vamos.

Subo al asiento del piloto y Mia al del acompañante. Mi amiga no pasó nunca la prueba para tener el carnet de conducir. Dice que le da miedo conducir. Intenté enseñarle un millón de veces, pero se paraliza ante el volante y creemos que es mejor para la salud de todas las personas que tienen auto que Mia no conduzca.

Noventa Días (SDLV #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora