Noventa Días (SDLV #2)

Epilogo

SIETE DE JULIO.

-No quiero ir de fiesta, Ash- le digo a mi amigo por enésima vez.

-Es la fiesta de fin de semestre que hace la universidad- responde y veo que hace un puchero. Este último tiempo me he dado cuenta que Asher consigue lo que quiere haciendo ese gesto con sus labios- Tenemos que ir.

-Tú puedes ir si quieres, yo me quedaré en casa y leeré un libro

Veo como Asher rueda los ojos. Estamos en su auto mientras volvemos a casa después de el último día de clases de este semestre. No es que no tenga razones para celebrar. Ha sido un semestre muy bueno aunque demasiado exigente. Pasé todos los ramos con excelentes calificaciones y recibí muchas felicitaciones por parte de todos mis profesores, es solo que las fiestas no son para mí. Me han invitado a muchas a lo largo del semestre y siempre las rechazo. No tengo a Mia para que me obligue a ir así que tengo que disfrutar de estos momentos de tranquilidad. Asher tampoco es de los que van a fiestas. Normalmente cuando salimos lo único que hacemos es tomar un helado, un café o simplemente a pasear ya sea caminando o a caballo. 

La verdad es que me sorprende que Asher quiera salir. 

-¿Por qué quieres ir de todas formas?- pregunto. Subo un poco el volumen de la radio cuando me doy cuenta que están dando "Stitches" de Shawn Mendes. Me encanta- Pensé que no te gustaban las fiestas

-Siempre voy a la fiesta de fin de semestre- responde encogiéndose de hombros- Digamos que es una tradición.

-Bueno, es tu tradición, no mía.

-¿Qué harás, entonces?

-Ya te dije, voy a leer.

-No. Empezarás a pensar en Matty y te vas a deprimir. De nuevo.

  "And now that I'm without your kisses. I'll be needing stitches" (1) Justo ahora esta frase me llega bastante profundo de la canción. Oh, Shawn, ¿por qué me haces esto? Yo te amo.

 Asher tiene razón. Cada vez que estoy sola y sin nada que hacer me dedico a pensar en todas las cosas que pasé con Matty en esta casa durante los noventa días que pasamos juntos. Los hermosos días que pasamos juntos.  Extraño tanto a ese chico... Tanto que duele. Necesito sus besos, sus abrazos, tenerlo cerca... Necesito a Matty, pero él está a muchos kilómetros de distancia. Hablamos todos los días. Intentamos no tratarnos como una pareja y mantener una amistad como antes, pero es difícil. Es difícil no decirle que lo amo y que extraño que esté a mi lado. Al menos seguimos hablando y sé que no ha conocido a alguien más. 

No le respondo a Asher aunque lo maldigo por poner a Matty en mi cabeza y volver a deprimirme. No quiero pensar en que cuando lo vuelva a ver será en diciembre. Ya llevamos muchos meses separados y pensar que faltan más meses para volver esos ojos azules profundos hace que me den ganas de llorar.

Son las cuatro de la tarde. Viernes. Ya es rutina para Asher y para mí venir a la casa de mis tíos cuando llegamos de la universidad. Siempre está Dany, el padre de Asher, cuidando la casa. Es una persona muy simpática y cariñosa. Muchas veces también está Linda, la mamá de Ash, junto con Olivia, su sobrina. A Linda le gusta cocinarnos y por más que le digo que no lo haga porque no quiero que se preocupe, ella insiste. 

Me agrada tener a la familia de Asher junto a mí. Me sentiría muy sola si es que ellos no estuvieran. Sospecho que mis tíos les pidió el favor de que no me dejaran tan sola. Jamás me lo dirían, pero se lo agradezco y mucho. 

Llegamos a casa de mis tíos y vemos de inmediato a Olivia y Linda cuidando del jardín. Olivia parece muy feliz mientras escucha atentamente a todo lo que su abuela le dice, pero cuando se da cuenta de que Ash y yo hemos llegado, su sonrisa se vuelve mucho más grande y sale corriendo a nuestro encuentro.