Capitulo 2

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   Su niñez fue buena, no fue la típica chica linda, ni fea. Fue y es, mas bien, común; algo regordeta, de cabello oscuro, de ojos cafes, y de labios lindos pero muy comúnes. Era una chica muy común, hasta que otro chico común la hizo sentir especial. La hizo sentir única, y ella se entregó por completo, entregó cada parte de si, se entregó en todos los aspectos. Despues de eso ella volvió a ser una chica común, a excepción de que esta vez tenía un bebé dentro.
   Poco tiempo después su familia se enteró, su mamá lloró y su papá la golpeó y se fue de la casa. Pocos días después su papá se la llevó a un amigo de él. El amigo hizo muchas cosas con ella, se satisfizo hasta el cansancio y ella lloraba. Al salir de ahí, su papá sólo le dijo "Esto te mereces por puta."
    El vientre le comenzó a crecer y dejó de ir a la escuela. El padre del bebé no la volvió a buscar, en la escuela la esquivaba y sus mensajes los ignoraba.

  Sufrió un abandono, un embarazo, una violación y un maltrato por parte de su padre.

    Cumplidos los 7 meses de embarazo ella comenzó la labor de parto y dio a luz a un bebé muerto y lo que quedaba de su mundo se derrumbó aún más. Lloró hasta secarse, hasta el cansancio.
    Al regresar a su casa, se estaba quedando otro amigo de su padre. Esa noche el amigo de su padre hizo perversidades, todo lo que quiso con ella y no pudo detenerlo, gritó y lloro y nadie la salvó. Su padre sólo le dijo que lo merecía y su madre la veía con tristeza

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  Cuando por fin despertó, después de caminar por horas después de la biblioteca: sus piernas le reclamaron todo lo que habían caminado y su cabeza todo lo que había llorado.
Pensó en el bebé que estuvo en su vientre. Tal vez las cosas hubiesen cambiado si estuviera vivo. Lloró de nuevo, extrañó a ese bebé al que no pudo sostener entre sus brazos.
    Extrañó a aquel chico común que la hizo sentir especial.
    Extrañó a aquel papá que alguna vez la amó.
     Extrañó a la mamá que no la miraba con lástima.
   Se extrañó a ella misma...

     No podía dejar de llorar, se metió a bañar y sus lágrimas se confundían con el agua.
Estaba muy cansada de todo y con un embarazo de 3 meses producto de la segunda violación, las cosas no mejoraban nada.
La mancillaron en su propia casa y nadie hizo nada, la escucharon gritar y suplicar y nadie la salvó.
Al terminar de bañarse bajo a la cocina, su bebé le pedía comida y aunque todo le producía náuseas y no tenía ganas de comer nada, se dijo que tenía que hacerlo por la vida que cargaba en su vientre.
   Escuchó un sollozo proveniente de la sala y se dirigió hacía allí. Vio la cabellera oscura de su madre y escuchó otro sollozo, se encontraba encorvada con las manos en su cara y temblaba.

Y mi error fue confiar en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora