Capítulo 3

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-Mamá ¿estas bien?- Preguntó y su madre dio un brinco en su lugar, sorbio por la nariz y se volteo para ver a su hija
-Si, hija, ¿ya comiste?
No respondió, inmediatamente abrazó a su madre, le dijo que todo estaria bien y cepilló su cabello delicadamente, la madre lloró y lloró, después de un rato se separó y vio a su hija con los ojos llorosos
-Te amo, mi niña, y no tienes idea de cuanto me duele todo esto, lo siento tanto- Le dio un pequeño beso en la mejilla y sin dejarla hablar - Te preparare unos hot cakes ¿te parece?-
Su hija sólo asintió y se fue a sentar en el comedor mientras su madre cocinaba.

Creía que a su mamá no le importaba, creía que sólo sentía lástima.
Se odio una vez más por ser tan tonta, por causarle sufrimiento a su madre. Se odió por ser ingenua y creerle a ese tipo.
Un rato después su madre le dio un plato de tres hot cakes con una bola de helado y licuado de fresa. Realmente no tenía ganas de comer pero debía hacerlo por el bebé.
Sabía que era el bebé de alguien a quien odiaba pero al final de cuentas el bebé no tenia la culpa y si había decidido continuar con el embarazo entonces haría todo porque el bebé estuviera bien.

Al terminar su desayuno subió a su habitación y al revisar la hora en su celular se dio cuenta de algo: tenía un mensaje de texto.
"Sé que te dañé y lo siento mucho. No pretendo que me perdones, sólo quiero saber cómo está el bebé, se que deberia tener 1 ó 2 meses, tus amigas no me quieren decir nada y yo necesito saber como esta, también es mío."
Sintió que su corazón se detuvo por un momento. Después de tantos meses por fin se había preocupado por el bebé.
Sus manos temblaban, toda ella temblaba de rabia y de tristeza y aún así se llenó de valentía y respondió.
"Si, debería tener 1 o 2 meses pero ni nació vivo... Nació muerto a los 7 meses y era sólo mi bebé pues tu nunca te preocupaste por el y sabías que estaba creciendo en mi vientre. Ese bebé era sólo mío porque yo sola sufrí al perderlo. YO no TU."

Y así es como en algún lado aquel chico se sintió un idiota, y no sólo se sintió, sabía que lo era, era el idiota más grande en toda la tierra. Ella tenía razón, que el bebé tuviera su sangre no significaba nada pues a el no le habia importado antes, ella lo buscó y el la ignoraba. Ella había pasado sola el sufrimiento de haberlo perdido mientras él tal vez estaba en alguna fiesta o con alguna chica. Él se había divertido en todos esos 10 meses mientras ella sufría un embarazo. Lo que en realidad lo orilló a preguntar fue el sentimiento de culpa pero preguntar sólo aumentó su sufrimiento. Era un maldito y lo sabía.
Y así ella no recibió otro mensaje, por mas que lo odiara, muy en el fondo tenia la esperanza de que él volviera... Pero el no quería volver, él sólo quería que su culpa se fuera pero no se fue, solo aumento y lo atormentó.

Y mi error fue confiar en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora