Bilogía Dangerous #1
(Actualmente en edición)
Uno de los cantantes más famosos del momento se encuentra en la cima del mundo teniendo cada una de las cosas por las cuales ha batallado durante toda su vida. Derek Efron, hijo de uno de los hombres más...
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DEREK
Termino de saludar a cada una de las encargadas del espectáculo organizado para el desfile anual de la marca famosa de modelos, Neon Demons, en la cual canto mayormente cada vez que hay una sección oscura gracias a la mayoría de mis canciones. Escucho como las chicas conversan con Claudia, quien hace preguntas sobre el escenario y sobre las modelos.
La castaña se encuentra mucho más que feliz por tener la oportunidad de cantar por primera vez para un evento reconocido a nivel mundial. Se encontrará haciendo un dueto con mi mejor amigo, quien sigue emocionado ante la idea de poder estar alrededor de miles de modelos ardientes.
Nos encontramos ahora sentados en el camerino, debido a que hemos estado practicando desde hace horas para nuestra presentación en el desfile. La castaña pasa por mi lado y sin decir nada coloco una mano en su cintura, sentándole en mi regazo. Ella no omite queja alguna, al contrario, se acomoda mucho más.
—Has estado muy fría conmigo, ¿qué sucede? —susurro en su oído, entrelazando sus manos con las mías.
—Nada —responde, alzándose de hombros, muy seca para mi gusto. Alzo una de mis cejas.
—No me gusta que estés enojada conmigo —susurro, sintiendo su cuerpo estremecerse —. Venga, cuéntame qué te tiene así.
Aprecio cómo sus mejillas se tiñen de un color rojo carmesí, mientras que frunce su nariz, y aquello ella lo hace cada vez que se encuentra enojada o disgustada con algo. Trato de pensar en algo que he hecho, pero no puedo decir si he hecho algo malo. Llevo mi mano a su mejilla y trazo círculos en su piel.
—No me ha gustado la forma en la que estabas hablando con esas modelos —comenta en un susurro. Sonrío y no puedo evitar fruncir mi nariz —. Ellas te estaban comiendo con la mirada.
—Creo que alguien se encuentra demasiado celosa —digo divertido. Acerco mis labios a su oído y muerdo el lóbulo de su oreja delicadamente. Siento como un escalofrío le recorre el cuerpo —. A ninguna les he prestado atención.
—Sí claro, ni a esa la que prácticamente te mostró sus pechos —dice enojada.
No puedo creer que esté demasiado celosa por unas simples modelos, pero no lo voy a negar, todas ellas son personas muy guapas. He sido sincero con ella, ya que no les he prestado atención a ninguna de ellas por más de sus coqueteos y de sus intenciones por estar conmigo. Solo estaba concentrado en la manera en que todos los modelos hombres le coqueteaban a ella.
—Yo no te estoy reclamando por haber estado conversando con todos esos modelos —replico, mirándole con ambas cejas alzadas. Ella achica los ojos —. No me mires así, ellos sí te estaban comiendo con la mirada, y no me gusta.
—Lamento interrumpir su conversación —nos dice Seth —, pero es hora de empezar con nuestros vestuarios.
Sus ojos cafés deslumbran emoción y se levanta de mi regazo, acompañando a mi mejor amigo a dónde sea que tengan que ir. Siento la mirada de cada uno de los miembros de mi equipo sobre mí, pero hago caso omiso y me concentro en mi móvil.
