DEREK
Después de haber tenido aquella conversación con Claudia, mi mente no puede hacer nada más que pensar en ello. Cuando bajamos a la fiesta de nuevo, después de haber estado conversando sobre su época de fanática, ambos actuamos como si nada hubiese sucedido, y aquello ya está comenzando a irritar mis nervios.
Decido ser yo quién tome la iniciativa, así que deslizo mi mano derecha disimuladamente hacia su izquierda, entrelazando nuestros dedos. Ella no dice queja alguna, al contrario, aprieta más el agarre de mi mano en la suya. Todo el camino ninguno de los dice nada en el camino, pero mis amigos sí que hablan mucho más con mi hermana.
Cuando llegamos a mi casa, es el momento en dónde nuestras manos dejan de tocarse, ambos entrando por caminos separados. Subo a mi habitación con la intención de ponerme algo más cómodo para dormir. Doy un grito a lo alto cuando veo un cuerpo sobre mi suave cama.
—Joder contigo, primo. Eres una patada en el culo. —La figura se levanta y yo frunzo el ceño.
—¿Sophia? —pregunto, confundido.
—No, tu vecina obsesionada que ha venido a vomitarte —comenta sarcástica —. Por supuesto que soy Sophia, idiota.
—¡Prima! ¡Te he extrañado! —Me acerco a ella y la abrazo con todas mis fuerzas, recordando que hace mucho tiempo que no la he tenido entre mis brazos —. ¿Cómo entraste?
—Tengo llaves de la casa, Derek, por septuagésima vez, tú me las diste —aclara, haciéndome sonreír.
Entonces, noto lo mucho que ha cambiado. Sophia se fue a vivir a Francia hace dos años, para empezar su carrera de modelo, y vaya que ha cambiado demasiado. Antes, tenía su cabello castaño natural hasta debajo de sus caderas, y su cuerpo, era delgado y para nada resaltado. Ahora, su cabello es de un color negro azabache y ha sacado bastante cuerpo, para mejor. Aprecio los tatuajes que se ha hecho en las muñecas con una sonrisa.
—Te terminaste de hacer el brazo —comenta, sonriendo.
Antes de que ella se vaya, tenía mis dos brazos con tatuajes hasta la mitad de ellos. Pero hace menos de un año, decidí completarme el brazo izquierdo con tatuajes. Tengo mi cuerpo lleno de ellos. En el pecho, tengo una cruz. Me la hice debido a que cuando era pequeño, siempre le rezaba a Dios para que mi padre volviera a casa, y funcionó. Mi preferido son las alas que tengo en mi nuca, mi padre las escogió. Toda la vida he pensado que la gente nunca se arriesga por miedo a caer, pero yo no soy así, a veces pienso que lo único que tienes que hacer es volar sobre el precipicio, y que si caes, vuelvas a levantarte para volver a volar.
Mi primer tatuaje me lo hice cuando tenía quince, y fue después de una gran pelea con mi madre, quien no quería que me marcara la piel. Igualmente, mi padre salió a mi favor, así que me lo hice en mi etapa de rebeldía. Lo tengo en la clavícula, y son seis aves negras volando. Las aves representan a mi familia, las cuales la conformamos mi padre, mi madre, Khalessi, Drake y yo. Si sacas la cuenta y te das cuenta que somos cinco, ¿por qué seis aves? Por el accidente que le sucedió a mi madre y por el cual, no tenemos otro hermano.
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Dangerous Woman ©
RomanceBilogía Dangerous #1 (Actualmente en edición) Uno de los cantantes más famosos del momento se encuentra en la cima del mundo teniendo cada una de las cosas por las cuales ha batallado durante toda su vida. Derek Efron, hijo de uno de los hombres más...