Bilogía Dangerous #1
(Actualmente en edición)
Uno de los cantantes más famosos del momento se encuentra en la cima del mundo teniendo cada una de las cosas por las cuales ha batallado durante toda su vida. Derek Efron, hijo de uno de los hombres más...
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CLAUDIA
Abro los ojos lentamente escuchando una bella melodía desconocida por mis oídos, frunciendo el ceño al no encontrar a mi futuro esposo a mi lado, brindándome su calor corporal. Sonrío cuando estiro mi mano encontrándome con una nota en su almohada, escrita por su puño y letra. Acerco el papel a mi rostro y con ojos vueltos dos líneas, leo la carta.
Amor,
Sabes lo mucho que te amo, y hoy después del mediodía seremos marido y mujer ante todas las leyes. Te amo y algunas personas dirán que es muy rápido para casarnos, pero cuando sabes que esa persona es la indicada, no necesitas esperar de más.
Estoy esperando verla con ansias, futura señora Efron.
—Derek Efron.
Por alguna razón desconozco la bella melodía que es sonada por la radio. Me levanto de la cama y me doy cuenta que es un CD el cual está siendo reproducido. Río encantada y decido comenzar este bello día el cual recordaré toda mi vida. Después de terminar de ducharme, tocan la puerta de mi habitación, a lo que mis amigas entran emocionadas con todas sus cosas, seguidas de mi futura suegra, la madre de Patch, Sophia y Jayden, quienes me miran con una sonrisa encantadora en sus labios.
—¿Soy yo o estoy viendo a Jade otra vez? —dice mi tía Maya, haciendo reír a todas. Ninguna de las dos quiere que las llame por sus nombres o cómo «señora». Quieren ser llamadas cómo mis otros amigos lo hacen por qué según ellas ahora yo soy su sobrina —. En serio debo de decírtelo, cariño. Hay un gran parecido.
—Gracias —sonrío emocionada.
—Bien, empecemos con esto —me dice mi futura cuñada con una sonrisa llena de emoción en los labios.
Con delicadeza me sientan en una de las sillas y empiezan a hacer su trabajo mientras que Jade y las demás mujeres empiezan a hacer magia con los vestidos. Todavía no he visto mi vestido de novia, gracias a que mi suegra me pidió exclusivamente que ella lo quería hacer con sus propias manos para mí. Confío plenamente en ella y sé que me gustará todo lo que tenga que ver con él.
—La debilidad de mi hermano siempre han sido los rizos —me dice Kai, sonriendo. Me enseña su rizador —. Y tú tienes unas ondas preciosas, pero vamos a darles algo más de volumen.
—Se le verá hermosa así solo tenga el cabello suelto —dice Kilian, a lo que Sophia asiente con una sonrisa en los labios.
Me dejo hacer de todo mientras que todas conversan entre sí sobre que todo es simplemente maravilloso. Cuando me dicen que ya todo está listo y que necesito ponerme mi vestido no me lo creo al verme delante del espejo. Me veo demasiado hermosa que no lo siento real. El gran vestido blanco te hace recordar a uno de una princesa en su cuento de hadas, mi cabello cayendo en cascadas castañas por mis hombros, una delicada y pequeña tiara de plata decorando a mi alrededor. Río cuando doy una vuelta y toda la tela gira conmigo, dándole un toque mágico.
