Parte IV

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Hikke había conseguido un aventón; un hombre llamado Mulch le hizo la invitación cuando lo vio caminando solitario a un costado de la carretera, no desconfió, su instinto le decía que era un buen hombre, fue por eso que subió y mientras Mulch conducía, él se dedicó a ver insistentemente por la ventana, deseaba poder ver ya las luces de la ciudad de Berk, el lugar donde sentía que podría encontrar a sus padres.

Y mientras imaginaba su recuentro, también se preguntaba ¿cuál era la razón por la que estaban separados?

10 años atrás.

Aun dormidos en la terraza, Hiccup se abrazó a su durmiente lady, la sensación le gustaba e imaginó tenerla así durante el resto de su vida.

— ¡DESPIERTEN TORTOLITOS!

Una flashazo sobre ellos, enseguida un chorro de agua helada.

Astrid y Hiccup despertaron de golpe, espantados y empapados mientras risas burlonas se escuchaban alrededor de ellos. Eran Snotlout, el baterista, Tannlos, voz y pianista, Stormfly (corista), y los gemelos, Ruffnut y Tuffnut, bajo y guitarrista.

—Con razón no los encontrábamos. —Dijo Tannlos (alias Toothless) el hermano menor de Hiccup, tomando más fotografías con una cámara instantánea.

— ¡Tannlos! —Reprendió Hiccup enojado.

— ¡Vamos! Lucen tan lindos juntos. —Rio Stomfly (la novia de Tannlos) mientras veía a la aturdida Astrid, tratando de ponerse bien el suéter el cual estaba al revés.

— ¡Dioses, es muy tarde! —Exclamó Astrid, viendo su reloj, eran las 10:55. —Mi padre me espera.

—Espera. —Hiccup un no se desenredaba de la cobija. —Voy contigo, quiero hablar con tu padre.

A pesar de que era lo correcto, Astrid temió, Hiccup no conocía del todo a su padre.

—No, déjame hablar primero con él.

—Pero...

—Por favor. —Aun con las prisas se volvió hacia él y lo besó.

— ¿Nos vemos a las 12:30, en la plaza principal cerca de la fuente? —Pidió él embobado.

—Sí. —Astrid aceptó y lo volvió a besar, siendo vitoreados por todos los presentes. —Nos vemos. —Le acarició la mejilla, y con esa última caricia se retiró corriendo y peleando con el suéter.

— ¡Uy, hermano... está loca por ti! —Comentó el gracioso Tannlos, pues Hiccup se había quedado viendo embobado por donde Astrid se había ido. — ¡Pillín! —Se burló al ver que no le había prestado atención hasta que sentó a un lado de él.

— ¡Tú que me ves!

.

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— ¿Dónde habías estado? —Regañó Heather, quien estaba en peores condiciones que su amiga, pues estaba toda despeinada.

—Heather, lo único que te puedo decir es que pasé la mejor noche de mi vida. ¡Me voy a casar!

La chelista se emocionó y entre brincoteos abrazó a su amiga, sin embargo, dejaron las felicitaciones para después el padre de Hofferson de seguro ya la esperaba en la cafetería.

.

.

— ¡¿En qué condiciones vienes Astrid?!

Astrid fue reprendida por su apariencia, aunque en ese momento poco le importaba, estaba demasiado feliz como para preocuparse por esa insignificancia.

Escuchando a tu destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora