Gober

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El comandante Gober atravesaba los pasillos que dirigían desde el centro de control hasta la oficina del Gran Zorn, sus clases ya habían acabado por lo que no entendía la razón por la que su señor le había llamado apenas iniciado su tiempo libre - uno muy pequeño, por cierto-, el par de guardas que vigilaban las puertas hicieron el saludo zorn al presentarse el comandante ya que su autoridad era mayor en la mayoría de la tripulación.

Este les respondió el saludo para después entrar a la enorme oficina colocándose en medio de esta como ya lo tenia bien memorizado, nadie más puede avanzar más del límite establecido a menos que el Gran Zorn les de el permiso - o que se te olvide y avances de todas formas, como a Ness hace horas por ejemplo-, el mayor nuevamente hizo el saludo esperando la respuesta de su superior para volver a su posición de firme mostrando el respeto que le tiene al azabache.

- Zorn ur kraden

El Gran Zorn estaba de pie frente a uno de sus ventanales que daban vista al campo de entrenamiento donde podía apreciarse a los nuevos reclutas entrenando.

- Comandante Gober ¿Alguna noticia que reportar?

El mayor seguía viendo el campo, puesto que le tenía demasiada confianza al hombre robusto como para saber que nunca lo atacaría por la espalda.

- Ninguna cosa que reportar señor, a excepción de que el primer día de los cadetes a sido un éxito. Casi todos han pasado bien el entrenamiento de prueba.

- ¿Casi todos? - el emperador volteo apenas a ver a su comandante quien hirguio su postura de inmediato.

- Vera mi señor, un joven novato tuvo que ser suspendido del entrenamiento por desobediencia y subestimar a sus demás maestros... Es de la familia de los extraídos del planeta Ghema.

El azabache sonrió un poco recordando la pequeña charla que tuvo con aquellos jóvenes hace horas, sin duda toda aquella familia estaba llena de sorpresas y chicos prodigio.

- El hermano menor de Meg y Trevor, supongo.

- Así es señor, no comprendo como un chico como él pueda ser de la misma sangre que la de nuestros más excelentes miembros.

- Recuerda que esa era tu situación cuando llegaste aquí, Gober- Sin duda nunca podría olvidar al pequeño y travieso Gober quien juraba cada día vencerlo y quitarle su puesto de líder.

– Yo era un joven incrédulo, mi señor... Ahora soy todo un guerrero que esta a su disposición– dio una pequeña reverencia, haciendo énfasis a sus palabras–.

– Es por eso que veo grandeza en el joven ghema... Quiero que a partir de la próxima sesión, le prestes total atención a ese chico y me traigas todos los reportes que anotes.

El hombre robusto abrió sus ojos mostrando lo sorprendido que estaba ante esta orden ¿Le estaba pidiendo que estuviera observando a ese mocoso a partir de ahora?

- Con todo el respeto mi señor ¿Pero acaso esta dándole mayor atención a ese muchacho por encima de los demás? Él ni siquiera viene de una raza guerrera, por lo que teníamos entendido, los hijos menores de los ghema debían dedicarse a los cultivos y las técnicas de sanación... ¡Ese chico Ness ni siquiera debería estar en estas clases!

Por un momento, los puños de Lon se tensaron y su rostro mantuvo una mirada sería.

– ¿Te opones a mis ordenes?– empezó a caminar directamente al comandante

– N-no señor ¡Claro que no! Y-yo solo...

– ¿Te atreves a cuestionar mis planes?

– Le suplicó me perdone, yo...

– ¡Tu eres un simple comandante! ¡Yo soy el Gran Zorn! ¡Yo ordenó y tu obedeces! ¡¡Nada mas!! ¡¡Oíste!! – El azabache expulso una onda de energía, que si bien no fue potente, fue suficiente para arrojar al enorme hombre hasta chocar contra las paredes –... Ya estas advertido, ve a realizar lo que te ordene y esperaré el reporte justo después de cada clase... ¿Entendido? – dio la vuelta y se regreso a su escritorio – dije ... ¿Entendido?

– S-si... Mi señor – con algo de dificultad, Gober fue levantándose ya que el golpe le había tomado por sorpresa, había dolido bastante.

– Bien, retirate... Zorn-Ur-Craden...

ZornUrCraden...– y sin mas, el comandante salio de la enorme oficina, estaba lleno de raspones al igual que su armadura, muy pocos podían llegar a hacerle demasiado daño con un sólo golpe y uno de ellos era el Gran Zorn.

Llegó a su habitación, retirando cada parte de su armadura con cuidado ya que pequeños pedazos caían de ella, estaba rota, debía mandar a repararla.

En el fondo de la enorme habitación se encontraba una cápsula donde los guerreros son puestos para que sus cuerpos sanaran de manera acelerada, además de brindarles un pequeño aumento de su energía Sen. Solo los mejores guerreros y los que tenían una posición alta en el imperio tenían acceso a ellas, y sólo el Gran Zorn junto a sus comandantes – Que por el momento, solo es uno – tienen una cápsula exclusiva en sus respectivos cubículos.

Una vez dentro de ella, un extraño liquido verdoso fue llenando el contenedor hasta cubrir el enorme cuerpo desnudo del guerrero, traía puesto una mascarilla por donde podía respirar así que no tendría de que preocuparse. La recuperación tomara unas cuantas horas por lo que decidió tomar un pequeño sueño en lo que pasaba el tiempo.

Era humillante para él estar en esa situación, en proceso de recuperación por un pequeño ataque del Gran Zorn, se veía que no uso si quiera una cuarta parte de su poder y solo porque le molesto su opinión acerca de aquel muchacho.

Ese ghema...

Él no era estúpido, sabia muy bien que ese chico tenía demasiada potencial y que sí se lo proponía, podría superar a los demás cadetes en las pruebas en un corto lapso de tiempo.

Sin embargo no podía dejar que eso pasara, el Gran Zorn había dicho que el siguiente que pasara con excelente calificación en sus entrenamientos y pasara la prueba final, sería nombrado comandante.

Él había sido el único comandante por bastantes generaciones gracias a que los genes de su raza provocaban un retraso en su vejez. Su especie era una raza dedicada por completo a las batallas.

Él ha estado al lado del Gran Zorn por años, él ha seguido sus órdenes al pie de la letra, él ha sido quien ganaba las guerras en nombré de su señor, él es quien...
Él es quien debería estar al mando.

Desde que se unió al imperio zorn, se ha esforzado bastante para distinguir de entre los demás soldados, ha realizado duros entrenamientos por días enteros sin descansar, había realizado cientos de sacrificios solo por llegar a ser el líder y deshacerse del pelinegro, y ahora que estaba a pocos pasos de lograrlo, al imbécil del Gran Zorn se le ocurre poner su atención a un patético chico de una raza ya extinta, dándole la oportunidad de tomar su puesto, arruinando sus planes.

Sin embargo, ahora que estaba a cargo de él... Podrá hacer su vida mas miserable, obligándolo a retirarse del entrenamiento y mandarlo a la zona de descargas o a algún puesto bajo donde tenga que permanecer encerrado en la oscuridad por el resto de su patética vida.

<< Oh querido Ness~ ...Estoy ansioso por nuestra próxima clase...>>

La Vida De Un ZornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora