Capítulo 7: El regreso

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¡Hemos regresado! Después de tanto sin actualizar seguiré este Crossover hasta el final ^^ Espero que lo disfruten!! *n*

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-Sesshomaru-sama piensa regresar con esos humanos?- preguntó Jaken apoyándose en su bastón, aún le dolía todo el cuerpo.

-No precisamente con los humanos...- contestó fríamente.
-Pero... el monje lo amenazó- rin estaba notablemente preocupada.
-Nadie podrá matar a este Sesshomaru- le dedicó una pequeña sonrisa.
-Así es mocosa, el gran Sesshomaru-sama es el youkai más poderoso de todos!- decía jaken.
-"La única opción es volver con ese cazador..."- pensaba ignorando las típicas peleas entre Jaken y Rin.

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Llegando el día de la Fiesta privada en la mansión Fiorell. Kiryuu Zero se cambió de ropa, colocándose un pantalón negro, una camisa blanca, un chaleco de vestir negro, y encima una gabardina del mismo color. Por supuesto se armó con dos pistolas Bloody Rose nuevas, que el director Cross le regaló en la mañana.

Decidió ocultarle todo a Yuuki, no quería involucrarla en cosas peligrosas, de lo contrario ella insistiría en acompañarlo. Además Yuki aún no sabía que inevitablemente Zero se convertiría en un Nivel E, durante muchos años la han mantenido en completa ignorancia. Lo cual solo provocaba que Zero y Kaien se sintiera aún más culpables, pero ya llegaría el momento de decirle la verdad.


Salió de los dormitorios de los hombres, y un carro negro lo esperaba en la salida de la Academia Cross, dentro estaba el director Kaien que quería asegurarse de que nada malo le pasara a Zero, junto con un conductor específicamente enviado de la Asociación de Cazadores, para llevarlos a la mansión Fiorell. Así que con pesadez y suspirando entró al carro.
-¿Cómo te sientes Kiryuu? -preguntó el director.
-Como siempre -respondió cortante, cruzándose de brazos y entrecerrando los ojos.
-Eso es bueno -le hizo una señal al chofer para que arrancara.

Durante el camino no se dirigieron la palabra, ya estaban suficientemente tensos y sabían que los tenían estrictamente vigilados, una prueba de ello era que la Asociación mandó un chofer y ellos nunca hacían eso a menos que se tratara de alguien muy importante o peligroso.

La mansión se encontraba alejaba de la ciudad, por el Sur, donde casi no había pueblos cercanos y todos los caminos estaban rodeados por bosques. El cielo estaba gris y con muchas nubes, amenazando con llover. Después de 1 hora de viaje, por fin llegaron.
-Aquí es -anunció el chofer.

-Buena suerte Kiryuu-kun -le sonrió antes de que abriera la puerta para salir del carro.
-Director....-se volteó hacia él -Cuide bien de Yuuki -pidió suavizando sus facciones, por primera vez en mucho tiempo kiryuu no tenía el ceño fruncido.

Cerró la puerta del carro y este arrancó antes de que Kaien pudiera reaccionar y meditar bien sus palabras.
- "¿Que harás Zero?" -pensaba mirando hacia la mansión mientras se alejaban de ella cada vez más, con un nudo en la garganta.

Kiryuu guardó sus manos en los bolsillos de la gabardina y caminó a la entrada de la mansión, le habían dado instrucciones precisas de que debía entrar por la parte trasera para no llamar mucho la atención y pasar desapercibido entre los demás invitados, pero quería echar un vistazo a la fachada antes. Eran aproximadamente las cinco de la tarde, ya habían llegado casi todos los invitados, pero aún se veía algo sola la mansión.
Caminó ha la parte de atrás y dio con un amplio jardín decorado con muchas flores de diferentes colores, pero en el centro resaltaba una hermosa fuente de piedra que estaba rodeada por rosas blancas. Todo era muy elegante y admirable a los ojos de Zero hasta que recordaba que se trataba de la propiedad de un vampiro noble, lo cual solo le provocaba desagrado al final.

Entró por una puerta trasera, encontrándose con una amplia cocina llena de sirvientas jóvenes yendo de un lugar para otro muy apresuradas. En cuanto abrió la puerta todas las miradas se posaron en él y un gran silencio se apoderó de la habitación.
-Es....uno de ellos -susurró una chica de cabellos azabache que cargaba varios sacos de harina.
-¡Es uno de ellos! -exclamó más fuerte otra voz. En eso todas se inclinaron respetuosamente hacia Zero.
-Bienvenido a la mansión Fiorell -dijeron al unísono con la mirada clavada en el suelo.
-Am....No.. Yo -estaba notablemente sorprendido pero furioso a la vez. Incluso personas normales lo confundían con uno de ellos... aunque en realidad no estaban del todo equivocados. Aunque Zero no quisiera admitirlo, por sus venas ya no corría sangre humana.

En ese momento entró a la cocina por la otra puerta un mayordomo de edad avanzada, con el cabello canoso muy bien peinado y con lentes.
-Necesito que vayan a servir los aperitivos- ordenó con voz calmada.
-Enseguida- volvieron a responder a coro.
El mayordomo miró a Kiryuu y sonrió amablemente.
-Los invitados no deberían estar en la cocina, acompáñeme por aquí.
Kiryuu no se negó y lo siguió hasta un gran salón, donde todos los pura-sangre estaban reunidos conversando, tomando vino tinto, y escuchando música clásica... Demasiado aburrido.


~~~~En otra parte~~~~

Sesshomaru salía del pozo elegantemente, había ordenado a Jaken llevar a Rin al palacio en su ausencia, después de todo no podía permitir que tomaran de rehén a la pequeña de nuevo. Pero sin pensarlo dos veces ignoró las amenazas de Ikarashi sobre volver a cruzar el pozo, su orgullo le impedía resignarse a que su gran y superior especie se convirtiera en aquellos patéticos vampiros. Y para evitarlo necesitaba información sobre el pasado que aún no vivía, por lo tanto decidió salir a buscar al maestro-cazador, era el mejor informado en aquella época.

Por lo tanto conservó el fragmento de la perla que kagome "amablemente le prestó", para regresar a su época cuando obtuviera la información necesaria.

Encaminándose a la Academia Cross por el área boscosa y libre de humanos, pudo percibir el olor del cazador, al parecer se encontraba dentro de uno de los edificios de laterales. Hasta que es detenido por la estocada de una espada carmín que apenas rozó su mejilla izquierda. El Daiyoukai retrocede al instante, dejando ver a un grupo de 5 personas con gabardinas y sus rostros cubierto por extrañas máscaras.
- ¿Quiénes son y que quieren? -preguntó firme el inu-youkai, pero estos no contestaron, solo se quedaron estáticos mirándolo a través de sus máscaras.
Aquel silencio es interrumpido por los graznidos de cuervos que comienzan a rodearlos, parándose en las ramas de los árboles e incrementando cada vez más su número.
- No tengo tiempo para estas estupideces -dijo desenvainando su espada Tokijin, dispuesto a terminar con aquel extraño grupo que interfería en su camino en cuestión de segundos.

- Ikarashi-sama fue específico al decirle que si regresaba a esta época...
- Lo mataría -concluyó uno de los enmascarados.
- Esta es la última advertencia Sesshomaru Taisho, aun puedes irte con vida y no regresar.
La paciencia del albino estaba llegando a su fin, se sentía frustrado por no haberlos percibido antes y dejarse sorprender por ellos, pero no poseían olor alguno y, aunque no pudiera sentir su aura, sabía que eran demonios, no vampiros, demonios, aunque de baja categoría.

Más y más preguntas surgían en su mente, primero había pensado que todos lo demonios que quedaron se habían convertido en vampiros, pero de repente se topaba con los sirvientes de Ikarashi 500 años después en una época diferente... Ya nada tenía sentido, solo algo era seguro, necesitaba hablar de nuevo con el cazador de un ojo.

- Basta de tonterías, si siguen interfiriendo en mi camino, los mataré -las marcas en el rostro de Sesshomaru se ensancharon y sus ojos enrojecieron, pocas veces se veía al gran Daiyoukai de las tierras del oeste enojado y sediento de sangre...


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¿Sesshomaru logrará descubrir la verdad? ¿Que pasará en la mansión Fiorell con Zero? Eso y más en el siguiente capítulo ^^

Youkais VS VampiresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora