Capítulo 12: El arma del conocimiento

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Por fin he regresado!!!!!!!!!
Se siente bien estar de vuelta, y gracias a todos los que siguieron leyendo, votando y comentando a pesar de mi inactividad ^^

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El olor del cigarro inundaba la sala de la residencia del Director Cross. Como ninguno de los tres se animaba a hablar, aunque fuera para decir lo más obvio, tuvo que ser Kaien quien rompiera aquel silencio.

-¿Qué haremos con Ikarashi? Es obvio que la Asociación de Cazadores no está al tanto de su existencia.

-Pero tal parece que no era una sorpresa para los pura-sangre en aquella mansión -espetó Yagari Toga, mirando directamente a Kaname, como esperando a que se confesara culpable.

-Puedo asegurarles que ni yo o los ancianos sabíamos sobre el demonio. O en todo caso, ellos también me lo ocultaron -Kaname se levantó del sofá y tomó su abrigo.

-La pregunta importante es: "¿Aun podremos conservar el acuerdo de paz, Kaname?".

El pura-sangre se puso su abrigo y les dio la espalda, dirigiéndose a la salida.

-Esa decisión ya no está en mis manos, director. Ahora los pura-sangre estamos por debajo de los demonios, nos guste o no.

Yagari y Kaien notaron el enojo de Kaname y decidieron no hacerle más preguntas. Después de todo, el pura-sangre se había sentido superior entre su especie desde que era pequeño, pero ahora las cosas habían cambiado.

Una vez que Kaname abandonó el edificio, la puerta de la habitación de Zero se abrió. Aquel sonido hizo que tanto el director como el cazador se levantaran de un salto de sus asientos, y fueran a su encuentro, topándose con una escena un tanto extraña. Zero se veía mejor, aunque su piel seguía estando demasiado pálida, pero las ojeras de sus ojos habían desaparecido y podía mantenerse en pie, con energía, pero lo extraño de todo eso, era que el Daiyoukai lo tomaba posesivamente rodeándolo con su único brazo.Yagari y Cross no entendían que había pasado en ese habitación para que ambos, lejos de querer matarse, estuvieran tan juntos.

-¡Zero! -Kaien lo abrazó enseguida, alejándolo de Sesshomaru. Había estado muy preocupado por Zero, después de todo lo consideraba como a un hijo, uno rebelde, serio, poco cariñoso pero amable y frágil en el interior.

-¡Qué alegría que mi hijo esté bien! No podía descansar sabiendo que estabas grave -dijo en un tono meloso, como siempre lo hacía cuando quería ocultar su verdadera preocupación. Sin embargo Kiryuu lo apartó de inmediato, con una mueca de disgusto.

-Ya se lo he dicho, usted no es mi padre -sentenció. Aquello llamó la atención del demonio albino, ahora sabía qué clase de relación tenía Zero con el director.

Yagari aún miraba con desconfianza a Sesshomaru y por supuesto que había notado que la extraña y rápida recuperación de Zero tenía que ver con el Daiyoukai. Si bien no se sabía mucho de los demonios, era posible que no solo tuviesen una fuerza descomunal como se decía en todos los libros.

-No preguntaremos que pasó ahí adentro, tenemos un problema más grande con el cual lidiar, de nombre Ikarashi.

El ambiente pesado volvió a inundar la sala.

-Yo me encargaré de ese híbrido, pero necesitaré la ayuda de Kiryuu -contestó Sesshomaru.

-¿Qué tiene que ver Zero con ese demonio? -la voz apacible y firme de Kaien denotaba su enojo, algo que no asustaba al albino pero se entretenía viendo las reacciones de aquellos cazadores. Aun cuando no hubiera un lazo sanguíneo que los uniera, actuaban como familia.

Youkais VS VampiresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora