La Celestina Anónima

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-Es necesario que usen su voz interior, ya que si quieren que los escuchen es lo más esencial- hizo una pausa mientras enfocaba su fría mirada en mí- Y eso va para usted también, Oodtrage- espetó con ira mi nombre. Como odiaba a ese sujeto con sus gruesos lentes y su barba estilo hipster.

-No se preocupe profesor, mi voz tiene un "vibrato único"- le sonreí arrogante recordándole la primera vez que nos conocimos, chillando emocionado por el tono de mi maravillosa voz.

- Oh, Oodtrage, eso fue hace mucho tiempo. Su tono se ha vuelto de lo más... común- dijo despectivamente usando su mano para un gesto de desprecio. Las risas no tardaron en venir y aún así sonreí más ampliamente.

-Profesor yo simplemente la estaba comparando con la suya- le dije curvando mis cejas y mirándolo inocentemente. Ya dejando callado al imbécil del maestro de vocalización y De escuchar los suspiros emocionados de las pequeñas y estúpidas hormonales adolescentes ,
decidí salir y tomar un pequeño descanso.

Sentí un golpe detrás de mi cabeza y por inercia giré con velocidad, si era un estúpido enano se las vería conmigo, pero lo único que estaba en el pasillo era un pequeño avioncito negro de papel, lo miré con desprecio observándolo cautelosamente, me sobresalté al percatarme que tenía algo escrito en un gris claro así que lo recogí del suelo y lo desdoblé.

"Hola Mart, tendremos mucho para hablar así que ¿sabes qué es amar?

XXXXX"

Debía que ser una jodida y despiadada broma, nadie en toda esta tierra a excepción de mis padres tenían conocimiento de ese apodo tan poco agraciado, no le daría el placer de burlarse en mi cara; descubriría su identidad y lo acabaría, sonreí con satisfacción y abrí el locker luego de arrancar una hoja de mi libreta.

«¿tú sí sabes?, pues bien enséñame

L. Martin»

Hombre o mujer no lo dejaría ir, esto sería más interesante que el maestro de vocalización siendo tragado por tiburones los cuales son tragados por los humanos, ellos defecan y mi adorable perro Murder se lo comiera. Era algo así.

Aviones a papel. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora