—¿qué haremos ahora, Luke?—preguntó Michael después de una hora en completo silencio.
—Nada, supongo. Tu tienes novia y bueno... No importa.
—¡claro que importa!—alza un poco su voz, irritado por la actitud del rubio.
—No, no lo hace. Mi, sólo olvidalo ¿si?, Sigamos como antes, hagamos como si está conversación nunca hubiera ocurrido.
—No, Luke. No lo haré. Abre la puerta—Luke se levanta del piso obediente y abre con cuidado la puerta, Michael suspira al ver los ojos rojos llorosos de su amigo—. No lo haré, porque tal vez tú también me gustas, pero es difícil porque la sociedad es una mierda y aunque estemos en el sigo XXI aún sigue habiendo personas que no lo entienden. Y realmente ahora que lo digo no me importa.
Michael besó a Luke. Olvidando todo, olvidando que tiene novia, olvidando sus discusiones. Olvidándose de todo y sólo centrándose en el momento.
Las mejillas del rubio adquirieron un color carmesí y feliz siguió el beso del otro muchacho.
Mientras que sus madres tomaban varias fotos del hermoso beso que compartían los jóvenes. En definitiva no había nadie que shippeara esa relación más que ellas.