—Si quieres podemos seguir estudiando mañana—como estabamos sentados en el suelo de su sala de estar el se levanto y se limpio el pantalón para luego comenzar a levantar los libros que estaban regados por el suelo—Ya es tarde y si no le llevo a tu casa los desquisiados de tus hermanos me matan.—concluyó y me levante para ayudarlo con los libros.
Ya se acercaban los exámenes finales(para ser exactos la próxima semana) así que Daniel como él gran mejor amigo que es me ha estado ayudando a estudiar todos estos días.
Sonreí ante el comentario. Es verdad, Adrián, Samuel y Lucas me sobreprotejen demasiado. Y en especial Samuel, mi hermano menor. Puede que solo tenga quince pero es toda una fiera cuando se meten conmigo.
—No te preocupes, supongo que el ser mi mejor amigo desde que tenemos trece ha hecho que tengan un poco de consideración contigo.—él negó con la cabeza al mismo tiempo que sonreía.
—Ire a dejar esto a mi habitación. Esperame aquí ¿si? Trata de no romper nada.—asentí con una sonrisa ya que aun recordaba la vez que rompí una lámpara que tenía en su habitación.
Él se fue con los libros que antes habíamos usado y cuando él ya se había alejado lo suficiente me tiré en el sillón de la sala de estar dejando descansar mis pies en una mesa que había enfrente de este y sacando mi celular para distraerme viendo las tonterías que mis amigos publican en facebook.
Unos minutos después sentí como alguien golpeaba mis piernas haciendo que estas dejen de estar encima de la mesa.
—Vamos, levantate de ahí. Nos tenemos que ir.—me ordeno Daniel extendiéndome su mano para que me levantara, la tomé y juntos fuimos a la entrada de la casa.
Pero antes de que mi amigo abriera la puerta para salir, alguien la abrió por fuera, haciendo que tengamos que movernos para que no nos golpeara.
Fabián.
—Ten mas cuidado, ¡Por Dios! ¡Casi nos golpeas!—exclamó Daniel viendo como su hermano entraba a la casa y se dejaba caer en él sillón donde antes estaba yo.
—Lo siento.—se disculpo dirigiéndose a Daniel, ignorando como siempre mi presencia.—No he tenido un buen día.—dijo e inclinó su cuello para atrás apoyándose en él sillón y cerró sus ojos al mismo tiempo que bufaba.
—Luego hablamos, acompañaré a Adriana a su casa.—le informó Daniel a su hermano y este solo asintió sin tomarle importancia así como hacia con cada cosa que tenia que ver conmigo.
Lo mire con el ceño fruncido y dispuesta a decirle algo me acerque a él pero antes de que pueda decir algo, él consciente de que estaba ahí simplemente se levantó y se fue a su habitación.
Ignorandome una vez más.
Pero estaba segura de algo, eso iba a dejar de suceder.
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¡Hablame Fabián!
Short StoryEnamorarte del hermano de tu mejor amigo tiene algunas ventajas, como el que lo puedes ver cada vez que vayas a casa de tu amigo, también que sabrás mucho de él sin la necesidad de acosarlo como una psicópata. Pero todo eso no sirve de nada cuando é...