Capítulo 6: Amo el suspenso.

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—¿Entonces, nos dirán cual es su famoso plan?—preguntó exasperado Daniel que estaba sentado al lado de Gabbe en el suelo a solo unos metros de distancia de mi y de Kenneth que se encontraba a mi lado.
Sam, como prometió se quedo en la sala “vigilandonos” desde un sillón sin emitir ninguna palabra.

Llevábamos hablando con Kenneth desde hace unos minutos, y Daniel ya se estaba aburriendo.

Los dos nos miramos cómplices y yo tome la iniciativa en responder.

—Ya sabemos que vamos a hacer...pero nos tienen que ayudar. No es nada difícil, no tiene ciencia...pero me gustaría que me apoyaran aún así.

Mi mejor amigo y su novia me miraron con intriga al igual que mi hermano menor.

—¿Que tenemos que hacer?—preguntó Gabbe poniendo sus manos encima de sus rodillas. Ella estaba sentada con las piernas cruzadas.

—Bueno...—hice una pausa para crear suspenso.

El plan no era tan elaborado pero amo el suspenso.

Daniel bufó,—¡Deja el misterio y dilo de una vez!

Iba a responderle pero antes de que lo hiciera Kenneth se me adelantó haciendo que yo me cruzara de brazos indignada.

—Adriana comerá conmigo y Fabián en el almuerzo.—lo miraron anonadados.

—Si, no me miren así, se que no es algo tan elaborado pero estamos hablando de Fabián, solo la presentaré, y unos segundos después me excusare con que tengo que ir al baño para dejarlos solos. Lo conozco y se que con unos minutos de silencio que pasen el se va a exasperar ya que odia el silencio y le hablará.—hizo una pausa para que ellos hicieran preguntas.

Gabbe fue la primera en hablar.

—Lo siento pero no entiendo para que nos necesitan, eso no requiere de nuestra ayuda...—dijo ella confundida. Los tres estaban igual, Daniel, Sam y ella.

Suspire.

—Los necesitamos para otra cosa...—me miraron expectantes—...nosotros siempre comemos juntos en el almuerzo, ustedes saben del plan, están de acuerdo pero hay alguien que si se da cuenta hará todo lo posible para mantenerme alejada de esa mesa.—suspire de nuevo y por un minuto todo fue silencio—...Adrián.

Y al pronunciar ese nombre, ellos comprendieron el problema. Adrián se atrevería a llevarme arrastrada de ese lugar si me llega a ver con Fabián...o peor...Kenneth.
Nunca me han dicho la razón, pero Adrián odia a Kenneth incluso más que al mismísimo Fabián.

Ni idea de la razón.

—¿Pero como lo mantendremos alejado? Si va a la cafetería es obvio que los verá.—dijo Daniel dejando en claro lo que yo ya sabía.

Y yo asentí comprendiendo.

—Lo sabemos, por eso...ustedes están encargados de llevarlo a la mesa más alejada de la cafetería...y le tienen que decir que estoy en el baño o yo que se, ustedes inventen algo. Deben darme tiempo suficiente para que al menos me diga un hola...o un adiós.

Ellos asintieron de acuerdo. Menos Sam, él solo nos miro cruzado de brazos.

Tengo esperanzas...Algo me dice, que esta vez todo sera diferente.

[...]

Después de haber dejado en claro nuestro plan y aclarado lo que haríamos Gabbe, Daniel, Kenneth y yo nos pusimos a ver una película en la sala. Sam ya se había ido a su habitación así que ya no tenia que preocuparme por las miradas de muerte que le regalaba al pobre de Kenneth.

¡Hablame Fabián!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora