CAPITULO 1

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   -¡¡Andrea!! -grita mi madre desde la cocina.

-¡Dime! -le digo con la voz ronca por haberme despertado.

-Levántate, hoy es el día de visita -me dice sacudiéndome en la cama. Es increíble lo rápido que sube las escaleras con tal de levantarme.

-Ya voy...

Hoy es sábado y podemos ir a visitar a mi hermano, Carlos, y a lo mejor también le dejan salir. Así que me apresuro vistiéndome, unos vaqueros, una sudadera de GAP y las NIKE, lo mas cómoda posible. Retorno a mi habitación, me hago una cola de caballo, un poco de colorete, y lista. Entro al coche y mi madre me mira con cara de...

-¿Porqué tardas tanto? - dice frunciendo el ceño.

-¡A espera! -le digo volviendo de nuevo a casa, cojo mi libro de la encimera y vuelvo al coche enseñándoselo con cara de "¿Cómo se me había olvidado?" .

-¿Algún día dejaras de obsesionarte por los libros? -me dice con desprecio -me agobias.

-Tu eliges. O quedarme en casa leyendo bajo tu atenta mirada o salir por hay de fiesta y no regresar hasta el día siguiente.

-¡Quedarte en casa! -me suelta y ahoga unas risas.

Mi madre es muy protectora y no la culpo, tener a un hijo con cáncer es estar a punto de perderlo y tener una hija de 16 años y con la sociedad en la que estamos también es estar a punto de perderla.

Por fin llegamos al hospital.

-Ve a ver a tu hermano –me dice –ya voy yo.

-¿A dónde vas?

-Al baño, ya vuelvo.

Asiento con la cabeza y me dirijo a la habitación donde duerme Carlos, la 274.

-¡Andrea! –grita Carlos levantado de la camilla y ya vestido.

-¡Carlos hermanito!. ¿Cómo estas? –le digo abrazándolo –¿Quién te ha puesto tan guapo?

-La enfermera. ¡Hoy puedo salir!

-¡¡Enserio!!.¿Entonces que quieres hacer?

-Quiero estar contigo y con mamá. Os echo de menos y me siento muy solo – dice agachando la cabeza.

Detengo las lagrimas que pueden caer y lo abrazo. No me acostumbro a que me responda así, por eso lo abrazo, porque no se como reaccionar. Solo tiene 7 años.

-Tu dime a donde quieres ir y te llevamos – digo mientras aparece mi madre por la puerta. Carlos reacciona de la misma manera que conmigo y nos preparamos para empezar un día del que deberíamos agradecer ya que podemos salir una vez más. Aunque también tendremos que restarlo de tiempo que le queda.

TODO POR TI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora