TODO POR TI

CAPITULO 8

   -No entiendo porque tienes que estar enfadada conmigo, es tu recompensa, os que todavía no te has dado cuenta. -me dijo sin pelos en la lengua. A veces me pregunto como hace para ser tan directa y no cortarse en ningún momento, ni siquiera se le cortan las palabras. Flipante.

-Me has quitado la única oportunidad de ver a mi único hermano y puede también que sea la única vez en la que no se halla divertido, o si? - me he desahogado después de 3 semanas sin abrir la boca en casa. Me gusta,me gusta.

-Vale, tu misma. No pienso discutir con una niñita inmadura que solo piensa en ella.

-Mira mama, no quiero faltarte el respeto, pero estoy hasta de que descargues contra mi toda la rabia que llevas dentro, nunca te preocupas por lo que hago o dejo de hacer, pasas olímpicamente de todo lo que te rodea y te fastidias de mi a la primera. Se que no es fácil la vida que llevamos fuera y dentro de estas paredes, pero podríamos sobrellevarlo mejor si al llegar a casa nos encontramos, nos miramos y nos contamos que hemos hecho a lo largo del día. Nuestra vida seria mejor si dejaras de irte sin más por las noches. Seria mejor si por una vez te dieras cuenta de que hay dos personas en este mundo que necesitan tu ayuda en todo momento. –no os imagináis la cara que tenia mi madre, pero por un momento me sentí aliviada, como si me hubiera quitado un peso más de encima.

La reacción de mi madre no fue la que me esperaba. Se levanto de la mesa conteniendo las lagrimas que casi nunca se dejan ver en publico. Se encaminaba a su habitación pero se detuvo, me miro, y con un gesto brusco, agarro su chaqueta y se fue. A veces estoy mas que segura de que pierdo el tiempo intentando hablar con los demás, sobretodo con mi madre.

Me tumbo yo en mi cama he intento dormir. Cuando suena el despertador para ir al instituto, me percato de que mi madre aun no ha llegado a casa, puedo pensar lo que sea de ella pero es mi madre y no puedo evitar preocuparme por ella. Esperaba que mientras yo me arreglaba ella apareciese, pero no fue así.

-Estoy abajo, estas lista, ¿verdad? –la llegada de Arelibg me sorprendió, después de insultarle la otra noche no creí que me volviese ha hablar en mucho tiempo, pero allí estaba.

-Estoy preparando la mochila, ya bajo.