TODO POR TI

CAPITULO 6

Arelibg no es de hablar mucho pero conmigo suele desahogarse. Es alto con ojos marrones que al sol se le hacer cristalinos y tiene las pestañas súper largas que más de una persona le ha preguntado si se pone máscara de pestañas. Otros por ese motivo le insultan y le llaman gay, pero es eso por lo que me atrae, le importa un rabo lo que digan de él. Varias amigas me preguntan por el porque de ese gusto y yo les digo sin pelos en la lengua: "Para gustos los colores, chata".

-¿Qué te pasa? –me pregunta y me pega un susto.

-Pensaba... -digo suspirando.

-Piensas demasiado, es mejor dejarte llevar por lo que ves.

Tiene razón pero mi vida no es como la de las otras chicas que llegan a casa a la hora que quiere y no tienen que rendirle cuentas a sus padres de lo que han hecho. Vivo programando historias en mi cabeza, historias que quieran que pasen y después las escribo en el bloc que tengo en Internet.

-¿Bueno... vas a dejar de hacerme esperar o tengo que aguantar a que la astronauta que tengo delante aterrice y baje de su nave espacial? –me dice un poco irritado. Me río tontamente y me encamino a la parada del bus.

La tarde no pasa como yo la había planeado. Primero, me encuentro a el grupito de las superguays en el autobús y noto como se ríen con solo verme entrar pero Arelibg me coge de la mano y me sonríe; quiere que me sienta bien esté quien esté.

Segundo: al llegar a las pistas de skate del parque me doy cuenta de que me he puesto manoletinas y como monte así me haré un daño terrible. Arelibg se ríe de mi y se pone a montar él. Otro momento glorioso del día estropeado. Soy estúpida. Y para acabar y no podía faltar, llego a casa y mi madre me mira con una cara de pocos amigos que hasta Arelibg noto. Se de la bronca que me va a caer. Tendría que haber entrado por la parte de atrás y como ella no mira si estoy en mi habitación piensa que sigo en casa. Otro día estupendo a la lista.

-Creo que será mejor que me vaya –dice Arelibg con una sonrisa tonta en la cara.

-No da gracia. La he cagado y tu te ríes. Eres la hostia - le digo cerrándole la puerta en la cara