Capítulo 4

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El rostro del chico de cabello blanco no se veía para nada agradecido de ver a Lili. Al contrario que él, la joven reaccionó con una sonrisa y se acomodó un mechón rubio para acercarse a saludarlo.

―Buenos días, mi nombre es Lion Zwingli.

Claro que la aparente calma de su compañero no duraría.

―¡Les especifiqué a los de administración que quería que me dejaran en una habitación individual! ¡¿Cómo se atreven a desafiar los pedidos de die große mich?!

"Oh, bien... calma, Lili, calma...", se dijo, retrocediendo hacia la puerta. "Sólo debe estar mal por ser el primer día de clases..."

―Uhm, hola... Me llamo Lion Zwingli ―murmuró Lili, sorprendida por la actitud de quien sería su compañero de cuarto―. Soy, eh, nue... vo...

―¡Al único que yo querría como compañero de habitación es a West, pero él prefirió quedarse con Feliciano! No lo culpo, yo también lo hubiera elegido, ¡pero eso no quiere decir que puedan poner a cualquiera como mi compañero de dormitorio! ¿Por qué no puedo quedarme solo de una vez?

―Espero que nos llevemos bien... ―continuó, sin dejar que el enojo del otro la afectara. Intentó extenderle la mano a modo de saludo, pero el chico apenas se la rozó.

―Gilbert Beilschmidt. ¿Escuchaste bien? Beilschmidt. No es con V, ni con A, ni con SH, y con T al final. No tenemos por qué llevarnos, lo único que haremos será dormir en la misma habitación y punto. Y no estoy acostumbrado a compartir mi cuarto, así que tendrás que ajustarte a cómo me manejo aquí. No esperes que pasemos la noche juntos compartiendo comida y contando anécdotas divertidas como si fuéramos mejores amigos. ¿De acuerdo, eh, Lionel? ―El chico, ahora llamado Gilbert, se cruzó de brazos y dirigió una mirada de desdén hacia la jovencita. A Lili ya había comenzado a costarle mantener la sonrisa, por lo que su rostro pasó de felicidad por conocer a su compañero a confusión.

―Uhm, mi nombre es Lion ―respondió ella. No sabía qué más agregar; Gilbert había dejado todo claro con su monólogo anterior. Él no la quería allí.

―Lion, Lionel, es lo mismo. Ahora apártate de mi camino. Llegarás tarde a clases, enano ―escupió, antes que ella saliera por la puerta hacia el pasillo junto con el albino.

"¿Buen comienzo?", se preguntó a sí misma. El otro se veía mucho menos optimista, y se adelantó rápidamente para no tener que cruzarse con Lili de nuevo. Ella siguió caminando sola, bajando los ocho pisos hasta llegar a la planta baja del edificio. Cambió de rumbo hacia la estructura de la escuela, de nuevo volviendo a subir las escaleras hasta el segundo piso en el salón que le indicó Irunya.

"Creo que si sigo subiendo escaleras conseguiré los músculos de bruder...", pensó. Luego de caminar hasta el salón de clases se sentó en el asiento que estaba libre, al centro del salón, y esperó que el profesor llegara.

―¡Hola! ¿Tú eres el nuevo?

Lili se sorprendió otra vez al oír una voz detrás de ella. Cuando se dio la vuelta vio un par de grandes ojos azules, similares a los de Irunya, en la cara de un jovencito que parecía tener su edad. Lo que más llamaba la atención en él eran sus cejas rubias; parecían demasiado gruesas para sus ojos, pero a Lili no le importó. El chico también llevaba un gorro de marinero azul como adorno, que le recordó a su propio moño que había dejado con su hermano.

―Hola, sí, soy Lion Zwingli ―saludó ella.

―¡Mucho gusto, Lion! Soy Peter, Peter Kirkland ―respondió él, extendiéndole su mano. A diferencia de Gilbert, él sí se veía a gusto teniéndola al frente. Su voz también era aguda como la de Lili.

Lion Zwingli [PruLiech]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora