Primeras Impresiones

17

-Hola linda, pensé que ibas a venir mas temprano a casa de Mer, creo que está mejor pero quiere que vengas y...- Me dijo desde la otra línea. Yo la interrumpí diciendo.
-Necesito que me hagas un favor.
-Lo que quieras- me dijo automáticamente.
Se escuchó un estornudo de Mer desde el teléfono y sonreí.
-Pueden venir a casa de Noah?, necesito que me ayuden con un tema importante y no puedo sin ustedes dos.

Pili suspiró y le preguntó a Mer si se sentía lo bastante bien para venir, al ver que ésta le respondió que sí, me volvió a hablar.
-Nacho esta ahí,no?
Lo miré y sonreí.
-Si, está acá.
El se dio cuenta de qué estábamos hablando y me sonrió de oreja a oreja.
-Se dio cuenta que estamos hablando de él, no?
-Si, corazón.

Pili suspiró y me contestó.
-Entonces dentro de poco estamos allá.

Antes de que corte la llamada escuche a Pili diciendo que ella conduciría el fitito amarillo y a Mer contestándole que si le hacía un mínimo rayón la quemaría viva.

Yo sonreí y corte la llamada, le entregué el celular a Nacho y les dije.
-Vienen para acá.

Nacho tecleo algo en su celular por lo que se me hizo una eternidad. Aaron, que no había dicho nada desde que me contaron el lío en que se habían metido, habló
-Vamos a preparar algo de comida?- el se levantó y se fueron hablando con Noah de algo que no alcancé a escuchar, seguido de Nacho que no despegó la mirada de la pantalla del celular.

Suspiré, mamá hoy trabajaba hasta tarde así que no se iba a enterar que estuve en casa de Noah todo este tiempo.
Levanté mi mirada al piano, parecia que la sala estaba hecha para que la atención este en él.

Me levanté y miré hacia afuera, en el pasillo no había nadie así que me senté en el piano y comencé a tocar *Para Elisa* que era una de mis sonatas favoritas, la habia tocado tantas veces que me la sabia con los ojos cerrados.

El piano comenzó a sonar y yo me sumergí en el sonido, me dejó de importar que los chicos estén ahí, o de su problema, o del colegio. Cuando tocaba me desconectaba del mundo y me concentraba solamente en cómo salía el sonido que emitía.
La acústica de la sala era realmente buena, parecía como en un teatro.

Cuando terminé de tocar, abrí los ojos. No me habia dado cuenta que tenía el cabello sobre el rostro, así que lo empuje hacia mis hombros.
Un silbido me despertó de mi transe y giré mi cabeza sobre mi hombro, dándole todavía la espalda.
Nacho y Aaron estaban sentados en los mismos sillones que antes, los dos mirándome con los ojos entrecerrados.

-Tocas muy bien.
Una voz a mi derecha me asustó y me llevé una mano al pecho.
Noah estaba apoyado sobre los codos en el piano y me miraba divertido.
-Me asustaste- le dije- Vi el piano y sentí la necesidad de tocar...
Me iba a disculpar cuando el sonido del timbre me interrumpió.

Mientras Noah se acercaba a abrir,Nacho y Aaron se mandaban miradas sin decirse nada, por lo que me hizo sonreír.

Cuando las vi aparecer por la puerta de la sala, mi sonrisa se extendió hasta no poder más y corrí hacia ellas para abrazarlas.

Cuando terminó nuestro momento cariñoso de amigas y ellas saludaron a los chicos, nos sentamos las tres en uno de los sillones y le hice un gesto a Nacho para que les contara la historia.
Cuando el terminó de contarla, fue Mer quien habló, mirándome a mi
-Y Mía nos necesita para...
-Para que me ayuden a idear un plan para ellos, es que sin ustedes dos mis planes no funcionan a la perfección.

Me sonrieron y Mer tosió, me sentí mal por ella por hacerla venir hasta acá, pero antes de que pudiera decir algo Noah habló.
-Entonces, como vamos a zafar de la policía?