Seduciendo a la Oscuridad

Deseos ocultos

Este poema  expresa todo lo que deseo de usted Mi QUERIDA SEÑORITA SMITH,
Desear tu piel sin olvidarte,
olvidar el deseo recordado,
es volver a vibrar en el pasado
con deseos ávidos de presente.
Mis manos son vuelo de palomas
acariciando tus mieles,
se está acercando la noche, y asoma
este deseo de tenerte.
Sólo unas horas, amor, solo unas horas,
y el deseo tornará en gemidos
el placer de poseerte.

ALEXEI POEMAS DEL ALMA

— ¿Qué Demonios ocurre por que esta  todo inundado?

Me encontraba fuera del edificio con una enorme camiseta de mi hermano, en pantuflas y con mi bolso en mano, todos los que vivíamos en el pequeño edificio de 5 pisos nos encontramos fuera y en pijamas, algunos bomberos salieron del edificio y  nos informaron que el lugar era inestable,  puesto que había una  fuga de agua que llevaba más de tres semanas mojando los cimientos

— ¿ Y nuestras cosas?

— Lo siento señorita, pero nadie puede entrar, deberán buscar todos  donde pasar la noche

Demonios, mis piernas se están congelando y el imbécil de mi casero y un muy sexy bombero no me quitan el ojo de encima, por más que trató de estirar la camiseta no cubre lo suficiente, y para colmo no traigo puesto sujetador, mis pezones se marcan por el frío, sacó de mi bolso el móvil, Afortunadamente lo pude traer conmigo, marcó a mi comodín favorito

— si..

— Siento haberte despertado, sólo es que.....

— ¿ Qué ocurre, estas bien rubita?

— Si..si no te preocupes sólo es que, nos han desalojado en el edificio por que esta algo inseguro y me preguntaba si...

— Amor ¿ Con quien hablas?

Escuche la voz femenina de fondo

— ¿Estas con cruela?

—Si, pero no hay ningún problema ya voy por ti...

— No, por supuesto que no, sabes que me odia y.. No quiero molestar quedate tranquilo dormiré en un hotel vale

— Pero..

— Vuelve a Dormir por favor, te quiero

— Esta bien sólo escribe cuando estés instalada

— Lo haré

Busque en mi bolso las llaves de mi coche y desgraciadamente no estaban, ¡Maldición!  Esto no puede ser peor, yo y mi bocota una repentina lluvia comenzó a caer, todos empezamos a correr para refugiarnos, aunque no nos valió de mucho pues nos estábamos mojando de igual forma, ¿ Qué hago ahora? No tengo dinero en efectivo, y ni soñar que alguno pueda prestarme, no tengo otra opción, no se me ocurre nadie más que pueda ayudarme, respiró profundamente esperando su respuesta

— ¿Ocurre algo señorita Smith?

— Necesito  su ayuda....

Salgo del lujoso baño de la habitación de mi jefe,  fue muy amable en prestarme una de sus camisas, la mía se encontraba empapada, llegó a la cocina y por primera vez puedo verle de espalda, preparando café, es alto, mucho más de lo que imagine, espalda ancha caderas estrechas y un redondo y torneado trasero