Inconvenientes

9.6K 698 27
                                    

¿QUÉ  ESTAS HACIENDO CONMIGO? Mi querida señorita Smith, ha despertado  cosas que creía muertas, y  ahora No quiero perderla, pero se que tarde o temprano se cansara de estar con un sombra

V.J

Un suave beso en mi cuello hace que me remueva un poco y salga de mi ensoñación

— Humm 

— Buenos días hermosa

— Buenos días

Sus brazos me abrazaron con ternura mientras me pegaba más a su pecho

— Es domingo ¿Qué deseas hacer?

— ¿Quieres pasar  el día conmigo?

Pregunte algo extrañada por su actitud,  Hasta ahora siempre nos limitamos a saciar muestra necesidades, y luego hacíamos nuestras rutinas normales

— ¿Tienes planes?

— No... ¿Qué deseas hacer?

— Podemos ver una película, cocinare para ti, también podríamos hacer...

Su tono de voz disminuyó y le sentí tensarse

— Si tienes cosas que hacer  yo...

— Te ayudaré en la cocina, pero solo con una condición

— ¿Cuál?

— Si me besas aquí ..

Señalé  mi cuello con uno de mis dedos

— Aquí

Beso  la zona que señale, haciéndome cosquillas

— ¿ Qué otra cosa deseas?

— Besame toda

— Tus deseos son órdenes para mi...

—¿ Estas diciendo que no  te ha gustado ver el fantasma de la ópera?

— Detesto los musicales

— Pero la trama es muy buena, digo muy dramatica

— Eso se los dejo a las mujeres, les encanta el drama

— Que comentario tan machista señor Jakov

Di una pequeña palmada en su precioso y bien formado trasero, el sólo se limitó a carcajear,  luce realmente relajado, me encuentro de espalda a él picando los pimientos en la encimera, mientras que Vladimir lava las otras hortalizas

— ¿Puedo preguntar algo?

— Por supuesto

— ¿Tienes hermanos o hermanas, nunca hablas de tu familia, tampoco tienes fotos de ellos?

Mire de reojo como los músculos de su espalda se tensaron, ya a estas alturas lo conocía ese gesto que demostraba su incomodidad, me acerqué hasta el  le abrace por la espalda y deje un par de besos sonoros en ella

— No Tienes que responder, solo olvidalo por favor

Volví a dar le un par de besos y intenté regresar a mi labor con los pimientos, pero Vladimir me detuvo,  envolviendo sus manos con las mías, pegue mi rostro a su enorme espalda y aspire su aroma, me encanta su aroma

— Algún día, hoy no

Tomó ambas manos y las beso

— Hueles a guisado, y muero de hambre

— Yo igual

Realmente no hablábamos de la comida, causó un gran alivio saber que se había relajado y volvía a estar de buen ánimo

Seduciendo a la       OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora