¿Cómo describir lo que siento?
Mi cuerpo se tensa ,lo siento tras de mi, tan potente tan fuerte, esa energía que recorre mi cuerpo cada vez que esta Cerca, me gusta
Quisiera voltearme y ver ese rostro por primera vez, Pero esta prohibido, El señ...
¡RADICAL, MI AMADA SEÑORITA SMITH! Eso es lo que sere de ahora en adelante con usted, me costó mucho tenerla, y haré todo lo que sea posible para mantenerla a mi lado.
V.J
— ¿Qué le ha dicho ese hombre?
Era ya la segunda vez que preguntaba lo mismo, y por su tono exasperado no le gustaba mucho
— Ya se lo dije señor
— Esta mintiendo
— ¿Porque tanto interes sobre lo que se hombre me haya dicho, en que lo afecta?
— No confió en el, es un bastardo capaz de vender a su abuela para obtener lo que quiere
Mis alarmas se activaron de inmediato
— ¿Piensa que podría usarme para sacarme información de la empresa? NO la pregunta es ¿Piensa que soy capaz de hacer tal cosa?
No dijo absolutamente nada y eso colmo mi paciencia, me levanté de un salto y comencé a recoger mis cosas para marcharme, la rabia me estaba consumiendo igual que lo estaba mi período menstrual
— ¿A donde cree que va?
No respondí nada, me sentía realmente mal pues me había saltado el desayuno sumado a mi dolor de vientre y ahora la rabia, no eran buena combinación
— ¡Te he echo una pregunta Bianca!
Me acerqué tambaleante hasta la pared acristalada, y le grité, si le grité
— Es usted un gilipollas, yo no soy ninguna regalada, y...y por mi...
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— Bianca, Bianca..
Fue lo ultimo que escuche antes de que todo se oscureciera a mi alrededor....
— Sólo se le bajo un poco la presión, va a estar bien pronto
— Gracias Antón
Escuché pasos alejarse y la puerta ser cerrada con suavidad, luego una mano suave acarició mi mejilla de manera tierna, era Vladimir, lo reconozco por su aroma, me removí un poco y abri mis ojos pero la habitación estaba en penumbras, volví a removerme, pero aun así el no apartó su mano
— ¿Como se siente?
— ¿La verdad?
— Siempre Bianca
— No tan bien, no solo físicamente, si no por lo que dije hace un rato
— Yo soy el que debe disculparse, he dicho las cosas sin pensar, le pido mil disculpas
— Está bien, yo también me he pasado de la raya, ¿Podemos seguir trabajando
— Nada de eso, Usted se queda en cama esta mañana, me marchare y regresare a la hora del almuerzo, mientras descanse por favor