Encuentro fortuito

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SUS LABIOS SEÑORITA SMITH

son como el néctar más delicioso que es capaz de atraer hasta el más osado de los insectos, el problema está, en que sólo yo quiero beber de su néctar, y para ello soy capaz de aplastar a cuanto bicho estorba en mi caminó.

V.J

Demonios, que estúpido dolor de cabeza el que tengo, me siento fatal, pero aun así, estoy aquí en New York, apenas tuve conciencia cuándo estaba en el avión privado, no recuerdo cómo llegué hasta allí, sólo fui informada por una nota de mi jefe que decía.

» Reunión con socios en New York, 10.00am buen viaje«

Entré en el enorme edificio, agradecí al cielo haberme maquillado y recogido mi melena lo un moño de abuela, mis lentes oscuros ocultaban mis ojos rojos, nota mental, no beber por una larga temporada, me acerqué a la recepción y llamando la atención de una de las chicas allí presente

— Buenos días..

La mujer sólo me observó de pies a cabeza y respondió mi saludo sin apartar la vista del ordenador, Estupida

—Soy Bianca y...

— Señorita ¿Tiene cita?

— Si claro, Bianca Smith y soy la representante de señor Vladimir jakov

Volvió a mirarme de manera despectiva, y cuando iba a responder un señora un poco mayor se acercó rápidamente tomandome con cariño de los hombros

— Bienvenida a Telecom, señora Jakov

— Gracias he yo...

— por favor sigame, ya el señor Jakov nos ha puesto al tanto de sus deseos,

Nos encaminamos hacia la planta superior, en todo el camino Marta no había dejado de parlotear como cotorra ¿Qué le haria pensar que soy la señora Jakov? ¿ Qué son esos deseo s que mi jefe dijo que tenía? Nos detubimos frente a una enorme puerta de madera, la planta era casi totalmente acristalada, la luz natural iluminaba la estancia, mientas mis pobres ojos sufrían por ello a pesar de mis lentes oscuros, justo cuando iba a preguntar, Marta me extiende un enorme vaso plástico que contenía un líquido de un color realmente raro

— El señor Jakov nos me dejo dicho que se tomará todo el vaso, es para su jaqueca, es un buen esposo

— Oh no el, y yo.... no es mi esposo

— Oh entiendo, aun, lo imagine al no verle anillo

Pero si que es insistente esta mujer

— No yo

— Bueno la dejó, esta en su casa, lo que necesite sólo pidalo, la reunió es 10.00am

— Gracias Marta

Entré de manera apresurada la oficina era hermosa, amplia y luminosa, afortunadamente habían persianas, me senté frente escritorio acristalado y con el mando baje un poco las persianas, me siento fatal, y no es sólo por mí noche de juerga, estoy más que segura que mi período menstrual esta cerca, le doy varios sorbos al potaje que mi jefe me mandó a tomar y me recuesto en la suave silla me quitó los lentes y cierro los ojos para descansar por un rato

— señorita Smith...

Escucho la voz de mi jefe a lo lejos

— Señorita Smith, Levante

Este hombre no va a dejar descansar

— Hum

—¡ Bianca!

Seduciendo a la       OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora