¿Cómo describir lo que siento?
Mi cuerpo se tensa ,lo siento tras de mi, tan potente tan fuerte, esa energía que recorre mi cuerpo cada vez que esta Cerca, me gusta
Quisiera voltearme y ver ese rostro por primera vez, Pero esta prohibido, El señ...
MI PEQUEÑA SEÑORITA SMITH, adoro que me quieras, incluso con mis temores y mi oscuridad, una que quizás nos traiga muchos problemas
*V.J*
Camino por la calle, rumbo a Sugar , la tienda de dulces que ahora es mi sitio favorito, al entrar Amelia la encargada una chica morena con cabellos de rulos, me sonríe amablemente, es un encanto de persona, hace mucho tiempo que no tengo una amiga, y creo que es hora de tenerla
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—¿ Hola cariño como estas?
— Muy bien An, ansiosa, ¿Te han llegado mis dulces?
Ella asintió rebuscando una caja en uno de los estantes y colocándola en el mostrador, últimamente soy una adicta a estos chocolates azucarados
— Gracias por guardarlos
— A los niños les encantan, no dejan que los ponga en el mostrador si quiera
— Lo imagino
—¿ Quieres chocolate caliente?
— Claro, me encantaría
Sirvió los chocolates en una pequeña mesa cercana a la pared de cristal, observó a través de ella y una sensación extraña se instala en mi estómago, siento que alguien me observaba, no me agrada sentirme de ese modo pero después de esas llamadas estoy muy perturbada, no he querido decirle nada a Vladimir o a mis hermanos, Jhona se a llevado Christian a una de sus giras y me hace feliz, que pueda disfrutar de su libertad
— ¿Qué pasa, te han vuelto a llamar?
Le había contado a Amelia sobre las llamadas misteriosas, tenia que contarle a alguien o reventaría
— No, gracias al cielo, no lo han vuelto a hacer
— Pero estás preocupada
— Si, algo
— ¿Y por que no le cuentas a tu novio?
— Haria un escándalo sobre esto, quizás, me podría escolta o algo así, además ya cambié de número, de seguro era un bromistas
— ¿Es un tanto celoso?
— Muy
Termine de tomarme el chocolate recogí mis dulces y me despedí de Amelía diciéndole que regresaría pronto, fui directamente a la casa de mi celoso novio oscuro, en el caminó devore la mitad de los dulces, entre a la cocina y tomé un vaso de agua, me senté en uno de los taburetes de la barra de desayuno e inmediatamente mi teléfono comenzó a sonar, observe él número privado y mi corazón se aceleró, pero tenía que responder, no podía dejar que me siguieran amedrentando
— Hola
La misma respiración pero esta vez hablo de inmediato