Seduciendo a la Oscuridad

Mi príncipe oscuro

¡MIEDO! Señorita Smith, es una sensación tan desagradable que creí haber olvidado hace mucho tiempo, pero volví a vivirla el día que inconscientemente la lastime, ahora que se ha ido de mi lado, esa desagradable sensación no me abandona, sólo suplico en silencio que Regrese a mi.

V.J

El viaje fue agotador, a pesar de que Vladimir arregló todo para que viajará en su avión privado, el estrés de saber el Estado de mi madre me tiene exhausta, le indique al chófer que me trajo desde aeropuerto hasta el hospital que se podría marchar pero este me respondió

— Mis ordenes son estar a su total disposición, así que estaré cerca señorita señora Jakov, su esposo me ha indicado que después que termine su visita la lleve a un hotel cerca de aquí para que pueda descansar

¡Joder!  Vladimir siempre lo tiene todo calculado, no quería discutir con el pobre señor, asi que asenti y me despedí de él,  llegue a recepción donde me indicaron la habitación de terapia intensiva donde se encontraba mama, tan sólo llegar vi a Jhona  que hablaba con un Doctor, me acerqué rápidamente jhona me abrazó fuerte al verme,  me separé un poco de él preguntando como se  encontraba ella

— ¿ Como esta?

— ¿Es usted?...

— Su hija..

— Es mi hermana menor doctor William

El doctor William me extendió su mano y estrecho la mía en un saludo formal

— Su madre es una mujer fuerte, Afortunadamente, esta evolucionando muy bien, si todo sigue como hasta ahora, la trasladaremos a una habitación

— Oh gracias a Dios

— Bueno tengo pacientes que atender hasta pronto

— Gracias doctor

Abracé a  jhona y varias lágrimas de alivio resbalaron  por mis mejillas

— Todo estará bien rubita, mama es fuerte, como tú

— Gracias por avisarme, ¿Tu no tenías un par de conciertos que dar?

— Si, Pero mama esta primero

— Pero ya estoy aqui, por favor ve

— Estas echa un asco, necesitas descansar, además, ¿Porque usas una bufanda en pleno verano quítate...

Jhona jalo de un sólo tirón la bufanda que cubría mi cuello exponiendo las marcas moradas y verdosas

— ¿PERO QUE COÑO Te HA PASADO?

— Un loco en el aeropuerto, larga historia, no he comido nada, ¿Podemos comer algo, muero de hambre?

Inventé algo para salir del paso por que en realidad no tenía hambre

— Hum en la cafetería, vamos, hablaremos con el doctor William para que puedas entrar a verla

— Esta bien vamos......

Acomode el tapa bocas que traía puesto junto con la ropa hermética que era obligatoria, entré a la habitación y vi a mi madre Verónica Smith con los ojos cerrados, varios cables se conectaban a su cuerpo monitorizando sus signos vitales, me acerqué hasta ella y me senté a su lado, ver a mama hace que recuerde cosas que no me agradan, se que ella se siente culpable por todo lo que paso, y quizá yo e contribuido para que piense de esa manera, pues me aleje mucho de ella, realmente me aleje de todos, inclusive me mude a otra ciudad, acaricie las manos de  mi madre, pensando que ella es la única familia que tengo, ya que es  hija única, así que no tengo más familia, de pronto siento un pequeño apretón de  su parte sus ojos tan azules como los mios me observan con emoción