Capítulo 9 - EL BARCO EN EL PUERTO

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Un dolor profundo y desgarrador invadió en un instante el cuerpo de Kara. Se tiró al suelo y se retorció bruscamente. Sintió como si su corazón hubiera sido arrancado de su pecho, como si hubiera sido tirado con un hilo invisible. Su rostro se tensó en una mueca de dolor, un dolor indescriptible, el peor de su vida. Sintió un vuelco en el estómago y unas fuertes arcadas que la hicieron vomitar. El dolor la había mareado y nublado su visión. Se sentía aturdida; no escuchaba nada. Olvidó dónde estaba y lo que había pasado, perdida en su dolor. Se recostó de lado en el suelo, al borde del colapso, esperando a que todo pasara.

—¡¡Will!! —gritó Lyra.

Se arrastró hacia donde estaba el chico sentado, recuperándose de lo que había sucedido. Ella tomó su rostro entre sus manos y lo miró con lágrimas en los ojos.

—¡Lyra!

—¡¡Will estamos bien!! ¡Lo logramos, salimos de ahí! Y estamos bien—sollozaba la niña. —Estamos bien.

Will la abrazó con fuerza, mientras ella temblaba en sus hombros. Después se separaron delicadamente.

—¿Cómo está tu pie? —preguntó el chico. Ella se sentó y le dejó que le examinara el pie.

—Sangra un poco pero no es nada. Es una herida superficial, sanará pronto—dijo ella.

El chico le quitó el zapato y le examinó el pie. En su tobillo había tres pares de marcas de dientes que sangraban, un poco profundas, pero no graves.

—Estarás bien. Nos reuniremos con Mary y ella te curará.

—Will, lo siento. He hecho mal en venir. Casi hemos muerto y ha sido mi culpa. Si no me hubiera aferrado a venir no te hubieran atacado los espantos y habrías escapado con facilidad de la torre. Yo no estaría herida y de igual manera nos hubiéramos visto. Regresarías a salvo y yo te estaría esperando en el barco con Kaisa y los giptanos y... ¡Ay Will, lo lamento!

—No es verdad. Creo que después de todo, fue más fácil. Estando yo solo... la simple idea... no hubiera podido hacerlo.

—Will...

—Además—la interrumpió—todo resultó bien. Estamos a salvo. Todos logramos salir, e incluso Kara fue de ayuda...

Miró a la joven bruja a unos metros de ellos, hincada en el piso con la cabeza baja.

—¿Kara? —preguntó el chico.

Ella no se movió.

Will y Lyra se acercaron a ella lentamente y se hincaron también a su lado.

La chica respiraba con dificultad y tenía los ojos fuertemente cerrados. Sus dientes rechinaban y estaba empapada en sudor.

— ¿Kara, estás bien? —dijo Will mientras la movía un poco.

Intentó decir algo, pero le faltaba el aire. Ni siquiera podía llorar. Will la tomó suavemente y la hizo sentarse en el suelo. La chica abrió los ojos y desesperadamente buscó la mirada de Will.

—Ps... Psique—consiguió decir apenas.

Will se paró y miró hacia todos lados.

Lyra ahogó un grito, se tapó la boca y miró a Will con los ojos anegados en lágrimas.

—Will...—dijo Lyra en un sollozo.

Kara aspiró lenta y profundamente un par de veces, tratando de calmarse. Cuando se recuperó lo suficiente, comenzó a llorar.

Lyra, también sollozando, se colocó en frente de ella y la tomó de los hombros.

— ¡No... no había tiempo! —dijo Kara entre lloriqueos—Le pedí que los contuviera mientras Will cerraba la ventana ¡Tuvo que quedarse! ¡No podía volver!

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2016 ⏰

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El Escudo Celeste - Fanfic La Brújula DoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora